Emprendedores locales se reinventan ante el cierre de su restaurante

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    Por Viviana Badilla Vargas.

    Sin duda alguna, la económica de todos los chilenos se ha visto totalmente afectada, debido a la crisis sanitaria que azota al país en estos momentos. Y es que son miles los negocios que se han visto en la obligación de cerrar sus puertas para siempre.

    Un claro ejemplo de esto, es lo que pasó con el restaurante de la comuna “Turquesa”, el cual tuvo que bajar sus vitrinas después de cuatros años de funcionamiento. Este desafortunado hecho, dejó a más de siete personas sin una fuente de ingresos debido a su cierre. Sin embargo, los propulsores de esta llamativa marca, vieron la posibilidad de reinventarse a pesar de lo sucedido con su antiguo local.

    Fue así como nació “El Almacén Turquesa”, de la mano de Alfredo Rojo Jiménez y su compañero Sebastián Rodríguez, ambos socios y chefs de profesión, los cuales se han dedicado al rubro gastronómico hace más de cinco años

    “Debido al cierre de nuestro restaurante, comenzamos este nuevo proyecto el cual consta principalmente de la elaboración de recetas, con productos de la región, y así potencia la identidad local de nuestra provincia”, comentó Alfredo.

    Sin embargo, no todo fue color de rosas en un comienzo, ya que producto de la pandemia, la apertura de este nuevo proyecto se retrasó y de hecho estuvo a punto de no concretarse.

    “El panorama no era positivo. La idea era trabajar con emprendedores locales en conjunto con nosotros como  almacén, con productos dentro del área de la gastronomía, como quesos de la zona, mermeladas, infusiones naturales, entre otros. Pero nos vimos obligados a detener esta idea. Y seguir solo nosotros para poder mantener el negocio hasta que esto tuviera un mejor escenario”, enfatizó.

    Asimismo, y con el objetivo de mantener a su fiel clientela, ambos emprendedores han puesto en marcha las normas sanitarias desde que comenzó la crisis del coronavirus.

    “El ingreso máximo de 3 personas dentro del almacén. Uso obligatorio de mascarillas, distancia mínima de un metro entre clientes y vitrinas de exposición, desinfectando cada cierto periodo, alcohol gel para los clientes y nosotros. Y trabajando solo con Sebastián, porque así exponemos a más personas”, puntualizó.

    Por otro lado, el deseo de mantener el sueño de un local estable en esta pandemia continua en estos emprendedores, ya que las ganas y el esfuerzo son más potentes que cualquier virus.

    “Ha sido súper difícil, estamos dentro del grupo de las pymes, quienes nos vemos en la necesidad de seguir trabajando a pesar de esta pandemia, ya que las cuentas siguen, hay arriendos que pagar, y así un sin fin de cosas que en el día a día necesitamos cubrir, si bien, trabajamos a media máquina, al menos eso nos permite movernos, y tenemos las ganas, la fe de que seguiremos adelante”, finalizó.