Tras el controversial incidente ocurrido en la multicancha deportiva de la población Limarí, durante la Medianoche del jueves, los vecinos de esa zona residencial decidieron manifestar su apoyo a Mauricio Rojas, y prestarle todos los medios para lograr que se pueda reencontrar con su hijo de 11 años.
Durante la mañana de este sábado, la instalación deportiva fue el escenario en el que más de una docena de vecinos apostaron por entregar su apoyo a Rojas, quien desde hace dos semanas ocupaba los camarines como habitación, junto a su hijo, bajo la autorización de la Junta de Vecinos.
Tras un procedimiento nocturno y en el cumplimiento de una orden judicial, Carabineros irrumpió en las instalaciones y se llevó al menor de edad para un hogar de menores, en una acción que fue calificada por los vecinos como una agresión policial, por los destrozos de puertas y enseres que dejaron los uniformados a su paso.
“Ya por lo menos le dejaron ver a su hijo, porque ayer (el viernes) no pudo verlo. A través de una reja, pero pudo verlo. Mauricio y su hijo se han portado muy bien con la comunidad, y la comunidad los ha apoyado, así que nosotros seguimos apoyando con comida, para que se quede en la multicancha”, indicó Jaime Cuello, encargado de la escuela de fútbol de la comunidad, quien agregó que ya desde la Junta Vecinal establecieron contacto con personeros de la gobernación para revisar los daños causados a las instalaciones deportivas.
La separación
Mauricio Rojas y su hijo tienen poco más de seis meses en Chile, son inmigrantes que no han regularizado su situación, y han buscado establecerse en diferentes ciudades de país hasta que llegaron a Ovalle unos tres meses atrás.
Rojas no se ha separado del menor de sus cuatro hijos, y ha logrado dormir en residencias, habitaciones y cuartos de hotel de bajo costo, dependiendo de qué tanto pueda vender en las calles los dulces que ofrece. Durante las últimas dos semanas la suerte les volteó la mirada y se encontraban durmiendo en una carpa en las cercanías del SAR Marcos Macuada, cuando un vecino de la población Limarí les asomó la posibilidad de dormir en los camerinos de la Multicancha a cambio de colaborar con la seguridad de la misma, ya que habían sufrido dos robos en los últimos días.
Desde ese momento recibieron una lluvia de apoyo de parte de los mismos vecinos quienes les colaboraron con comida, ropa, una cocina, un televisor y frazadas para dormir, pero su suerte daría un giro cuando tras una orden judicial fueron separados desde el jueves.
Ahora Rojas está a la espera de la decisión de un tribunal de Familia, sobre el destino que pueda esperar su hijo, ya que será notificado en los próximos días sobre los requisitos y acciones a seguir para poder estar de nuevo con el menor. Mientras tanto el pequeño está en el Hogar San José donde dice Rojas está tranquilo, aunque inquieto por el susto que ha pasado.