“Me zambullí de palomita, en mis inicios como jugador, eso me queda grabado”

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    Alejado físicamente de su ciudad, pero siempre la mantiene en sus recuerdos y en su corazón. El exfutbolista Rodolfo Dubó se mantiene en cuarentena en Santiago, ciudad en la que se asentó desde su época como máxima figura del fútbol chileno.

    El otrora volante de contención supo ganarse un espacio en la historia de Palestino, siendo campeón incluso del campeonato nacional en 1978, en un equipo que aún es recordado por aglutinar a los mejores deportistas del momento, como Elías Figueroa, Óscar Fabbiani y al recordado Dubó.

    Sin embargo, sus primeros y mejores momentos los vivió en su etapa inicial como futbolista, en Deportes Ovalle. Sus orígenes se remontan a las selecciones amateurs que a fines de la década de 1960 eran populares en todo el país. Ovalle mantenía una selección, en la que varios de sus integrantes se convirtieron en futbolistas profesionales. Uno de ellos fue Dubó, quien fue visto por Deportes Ovalle e integró sus filas en 1971.

    En pandemia, Dubó se mantiene en su casa, alejado de la cancha de fútbol donde imparte clases a los talleres deportivos en la municipalidad de Estación Central. Con más tiempo para compartir con sus hijos y “ver mucho fútbol por televisión”, el ovallino saca sus cuentas alegres de sus momentos cuando jugó el Mundial de España en 1982, defendiendo la camiseta de Chile, y cuando se transformó en capitán de la selección por cerca de cinco años. Con todo, Dubó se transforma en el único futbolista de estas tierras en haber disputado una Copa del Mundo en categoría absoluta.

    “Soy hijo de la ciudad más linda. Uno se siente orgulloso de un lugar donde han nacido muchos deportistas, muy buenos, y tuve la oportunidad de participar de un mundial que me llenó de orgullo y más orgullo me da por ser ovallino. En Europa o donde me encontraba, siempre decía que era de Ovalle y con esto del Covid da para reflexionar de dónde uno viene”, dijo.

    Defendió desde 1975 a 1985 la camiseta de la selección nacional, donde pudo ser capitán, jugar el mencionado mundial y disputar tres Copa América y otras tres eliminatorias. Pero fue con la camiseta de Deportes Ovalle con la que recuerda su gol más hermoso y el más gritado.

    “Yo era de anotar pocos goles, en Ovalle hacía más y me acuerdo de uno con la camiseta de Deportes Ovalle a la altura del punto penal contra U. Católica en el otrora estadio Fiscal. Ganamos 5-2 y eso es hermoso. Fue un centro de Gamboa y me zambullí de palomita, en mis inicios como jugador, eso me queda grabado. El otro que recuerdo es un gol por Chile ante Argentina en el Estadio Nacional, en un partido amistoso, antes de iniciar las eliminatorias en 1983”.

    A la distancia y con los años trata de encontrar una razón por la cual Ovalle no saca futbolistas profesionales como en la década de los ’70 u ’80, como cuando surgieron promesas que con los años se transformaron en pilares importantes, como los hermanos Gómez, Hugo Tabilo, Leonardo Canales, José Miguel Álvarez, Gustavo Huerta, solo por nombrar algunos.

    “Es algo que converso con don Hanna Jarufe. Es que todos nosotros salimos del barrio, yo salí de la 21 de mayo, Mochito (Eduardo Gómez) de la Villalón y así. Un montón de buenos jugadores y en esos años se les daba importancia a los barrios, a los campeonatos organizados por las poblaciones y después con los años aparecieron cadetes o escuelas de fútbol y eso no tuvo quizás el mismo impacto. Pero en algo estoy seguro, los buenos jugadores siempre hay que ir a buscarlo, nunca llegan solos y ahí falta eso”, considera.

    UN EQUIPO CON UNA PERSONALIDAD “TREMENDA”

    Como técnico, sus recuerdos lo mantiene con U. La Calera, campeón de segunda división a comienzos del 2000, mientras que durante el 2007 fue ayudante técnico de José Sulantay en la selección sub 20 de Chile que se consagró como tercera a nivel mundial, con una camada de jugadores como Alexis Sánchez, Mauricio Isla, Arturo Vidal, Carlos Carmona, Gary Medel, entre otros.

    “Fueron cuatro años maravillosos, con giras, con toda preparación que debe tener una selección. Estuvimos dos años buscando jugadores, por todos lados y fue así como encontramos a varios. En una gira previa antes del mundial, yo me hice cargo del equipo, porque José (Sulantay) viajó a buscar hoteles y canchas de entrenamiento a Canadá. Fuimos a Corea a jugar un torneo, fuimos sin Medel, Alexis y Vidal y salimos campeones. Allí nos dimos cuenta que podíamos conseguir algo importante en el mundial”, recordó.

    Para Dubó, la importancia de aquel ogro radica en que Sulantay supo encontrar a los jugadores que él necesitaba para conformar su equipo, además de las ganas propias de los futbolistas por querer salir campeones, “con una personalidad tremenda de cada uno, que era un grupo de jugadores muy ganador”, señaló.

    Recuerdos más o recuerdo menos, el otrora futbolista espera que se acabe el período de cuarentena para volver a recorrer las calles de Ovalle, dar un paseo por Guanaqueros, volver a pisar una cancha de césped y enseñar sus conocimientos a cientos de niños.