El otrora goleador de U. de Chile, Carlos Campos, batalla cada segundo por su estado de salud. El pasado 18 de octubre fue internado en el Hospital Provincial de Ovalle por insuficiencias cardiacas que con el transcurso de los días de transformaron en insuficiencias respiratorias.
Crack dentro y fuera del campo de juego, su lucha es en la sala de la Unidad de Cuidados Intensivos del recinto, donde recibe atención especialista a su delicado estado de salud.
“Mi suegro sigue grave. Lo desentubaron, despertó, no está respirando por sí solo todavía, pero no sigue con ventilación mecánica. Cada día le van disminuyendo la dosis, ya que su corazón estaba funcionando con medicamentos. Sigue delicado y su corazón sigue funcionando al 27%, porcentaje que es demasiado bajo”, sostuvo Mónica Fuentes, nuera del exfutbolista.
El “Tanque” lucha día a día con sus problemas cardíacos que durante agosto les jugó una mala pasada, a tal nivel que fue internado en la Clínica Elqui de La Serena.
Lo que más complica de su salud es que en todo este tiempo es que a pesar de haber despertado, no reacciona, por lo que se desconoce si los problemas cardíacos han generado algún problema neurológico.
“Todavía no es posible evaluar si hay daños neurológicos. Porque puede ser que haya quedado con secuelas graves. El médico nos ha dicho que le han hablado a mi suegro, pero él no reacciona, entonces está en un estado delicado de salud y eso nos mantiene preocupados”, añadió Mónica.
La buena noticia es que hay órganos de su organismo que han respondido y han funcionado bien, a pesar de su estado de salud. Esa es una luz tremenda para la familia, quien todos los días realiza una cadena de oración a las 21.30 horas, pidiendo por la salud del romperdes azul y de la selección chilena. Asimismo, piden a todos los hinchas azules y del fútbol que puedan orar para que mejore su condición de salud, en la cual su familia se aferra a la fe y la esperanza de una positiva evolución.
El “Tanque” que acostumbró a romper redes como buen centrodelantero, brilló en la década de 1960 con dos camisetas. La primera con el recordado Ballet Azul, equipo dirigido por el Zorro Luis Álamos que marcó una generación en cuanto al espectáculo que daba en cancha. Múltiple campeón con U. de Chile, supo ser el máximo goleador del club, con un registro que se mantiene hasta la actualidad con 199 goles.
La segunda camiseta fue con la selección chilena. “La Roja” la tatuó en su piel para los Mundiales de Chile 1962 y de Inglaterra 1966.
Con su pasado como gran estrella, Campos se dedicó en el último tiempo a cuidar de su salud, sus problemas en las rodillas y la afección cardíaca en Ovalle, ciudad que lo recibió, recorrió sus calles junto a la familia de su hijo. Hoy, los pensamientos están con el goleador, quien forma parte de la historia chilena del fútbol.