Por: Consuelo Vera
La situación a nivel nacional y mundial debido al Covid-19, no ha sido impedimento para quienes desempeñan labores en entidades no gubernamentales, tal es el caso del Movimiento Kawari y el Voluntariado St Crew; bajo la convicción seguir colaborando tanto con las personas, como con el entorno natural de la ciudad.
Voluntariado St Crew
Esta agrupación está compuesta por alrededor de 30 alumnos de diferentes carreras de la Universidad Santo Tomás, se reúnen con la finalidad de generar ayuda para personas de todas las edades que carezcan de recursos o se encuentren en situación de calle, además de predisponer su colaboración con cualquier otro proyecto con el mismo fin.
Los recursos son recaudados a través de actividades como rifas, con premios donados por los mismos miembros del voluntariado, además de aportes desde la comunidad y de parte del mismo establecimiento educacional, que a través de la Dirección de Asuntos Estudiantiles proporciona apoyo constante a la entidad caritativa.
Últimamente están enfocados en la preparación de cajas con alimento y/o ropa y posteriormente destinarlas a personas que lo necesiten. En su cuenta de Instagram @stcrewvoluntariado se encuentra toda la información disponible en cuanto a actividades y el desarrollo de éstas.
Caleb Godoy, miembro del voluntariado St Crew, comenta que el ambiente que se genera en este espacio es muy agradable y de espíritu colaborador.
“La invitación es a todos los estudiantes que quieran participar, pueden acercarse a cualquiera de nosotros o directamente a la DAE, la única condición es tener ganas de ayudar y de aprender”
Corazón ambiental
El Movimiento Kawari trata de un movimiento sin fines de lucro orientado al cuidado del medio ambiente, el cual está vigente desde hace un año y medio. Está liderado por Jimmy Cortés, quien es el encargado de reclutar a las personas que deseen participar de manera voluntaria en las misiones medioambientales que se traducen en la limpieza de residuos y recolección de semillas de árboles; las que posteriormente se siembran en algún bosque, además de generar conciencia y educar sobre el reciclaje y otras prácticas ecologistas.
Estas actividades, que son realizadas en diversas partes de la ciudad, principalmente en cerros y ríos donde se acumulan desechos tales como plásticos, colillas de cigarros, escombros y cualquier tipo de basura contaminante; tienen como finalidad la protección de la flora y fauna nativa.
Cortés explica que esta iniciativa comienza desde el amor a la naturaleza y las ganas de querer enseñar sobre el cuidado del medio ambiente a los demás.
“Si quieren mejor calidad de vida, comidas abundantes y baratas; ayuden al planeta plantando árboles, nos beneficiamos todos de esto, todos vivimos en el mismo piso y las consecuencias de no cuidar nuestro entorno ya las estamos viendo”.
En la cuenta de instagram de la agrupación @ovalle.reciclaaa siempre hay información disponible para quienes deseen participar en sus jornadas.