“Tormenta del Desierto” entrena a la espera de competencias y su vacunación

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    Luciano Alday Villalobos

    Francisco Rojas, más conocido como “Tormenta del Desierto”, está por cumplir 74 años en el próximo mes de marzo. Pese a su longeva edad el reconocido atleta se mantiene vigente, con buena salud y entrenando para ir en búsqueda de sus próximos objetivos, tras más de un año sin competir.

    La última carrera oficial de Rojas fue en 2019 en el campeonato nacional de Valparaíso. El 2020 fue un “año perdido”, ya que todas las competiciones fueron suspendidas producto de la pandemia.

    En cuanto a la salud, Francisco Rojas calma a sus admiradores señalando que “yo en todo este tiempo no he tenido ningún problema, he pasado bien este golpe de la pandemia, he estado bien protegido”. En cuanto a la salud mental, sabiendo que gran parte de la población se vio afectada en lo emocional por la pandemia, Rojas dice que “hay muchos deportistas que se decayeron un poco y se desesperaron, yo en mi caso aprovechaba de trotar cuando se pudiera”.

    Precisamente para no perder ritmo, “Tormenta del Desierto” y otros atletas de la zona han entrenado en la medida que las normas sanitarias y las fases del plan paso a paso lo permitan, “nosotros seguimos entrenando, pero con mucha precaución, hay gente por ahí trotando para mantenerse no más, no se pueden exigir demasiado si no tenemos competencia”, comienza diciendo Rojas.

    Aunque de todas maneras, él en su caso particular ha ido aumentado la exigencia de sus entrenamientos, ya que mantiene viva la esperanza de volver a competir, “yo por mi parte estoy entrenando bien, un poquito fuerte porque quiero ver si viene la maratón de Santiago o alguna otra carrera que sea bien competitiva. Estoy atento a esa maratón o también puede ser la de Viña del Mar. Pero no sé si lo van a realizar o modificar porque son muy masivas, Dios quiera que la hagan”, sostuvo el deportista, quien también espera por la vuelta de los campeonatos nacionales y zonales.

    Mientras espera la confirmación de nuevas competencias y desafíos, “Tormenta del Desierto” entrena 3 o 4 días a la semana, “yo al frente de mi casa tengo un circuito de 400 metros, en un terreno eriazo, ahí hago la mayoría de mis entrenamientos, y de repente me voy a la ciclovía de la costanera a hacer trotes largos, eso lo hago una vez a la semana”, detalló.

    Para finalizar, el atleta dice no tener ninguna dieta especial para mantenerse en forma, pero “lo que nunca me falla es la leche, me tomó un tazón de leche cada mañana y tarde a la hora de once, ese es el favorito mío”.

     

    Vacunación

     

    Si bien la salud de Francisco Rojas no se ha visto afectada, es lógico que por parte de su familia exista preocupación por sus más de 70 años.

    “Hay algunos familiares que se preocupan y me han dicho ‘no vaya a ser peligroso, cuídate mejor’, otros me dicen ‘está bien lo que haces pero cuídate harto’, pero la verdad de las cosas es que yo hago las cosas bien, me cuido”, señaló con tranquilidad.

    Para mayor seguridad “Tormenta del Desierto” espera por su vacunación, la cual debiese realizarse el próximo jueves 11 de febrero, cuando está programada la vacuna para el rango de su edad

    “Yo me voy a vacunar de todas maneras, es conveniente vacunarse porque es una de las maneras que tenemos para detener esta pandemia, a nosotros los adultos mayores nos sirve mucho eso”, concluyó sabiamente.

     

    Origen del apodo

    Francisco Rojas es oriundo de María Elena, región de Antofagasta, pero hace varios años que vive en Ovalle, en donde finalmente ha consolidado gran parte de su trayectoria deportiva.

    Fue precisamente en la zona donde se ganó su legendario apodo. En el año 2011 Rojas compitió en una carrera en Monte Patria. El atleta, que en ese entonces tenía 64 años, recuerda que antes de iniciar la competencia muchas personas, principalmente jóvenes, se burlaban o al menos les llamaba la atención la participación de alguien de tan longeva edad.

    Una vez comenzada la carrera Francisco Rojas sorprendió a todos mostrando toda su velocidad y resistencia.

    Allí fue cuando un amigo lo bautizó de “Tormenta del Desierto”, haciendo alusión a sus orígenes en el norte grande de Chile.