A pesar que en gran parte del país la modalidad a distancia es la que prima, en la provincia existen casos en que todas sus escuelas se encuentran con presencialidad. Si bien esta presencia en la sala de clases no es ciento por ciento, en Combarbalá combinan los aprendizajes en sala como también en el hogar.
La semana pasada diario El Ovallino conoció la historia de la Escuela de Tabaqueros, donde cerca del 90% de sus estudiantes y familias han optado por aprender en el mismo recinto educacional.
Una tarea titánica para muchos profesores que en esta comuna realizan unidocencia, ya que en varias localidades de la comuna, la escuela permite dar educación a un puñado de hijos de familias que requieren de la escolarización.
Un colegio con mayor cantidad de matrícula es el que entrega escolaridad la Escuela Pedro de Valdivia, de la localidad de Quilitapia. El recinto educacional entrega educación a 81 niños de entre prekínder y octavo año básico, quienes comenzaron su proceso presencial hace dos semanas.
“Los niños están muy entusiasmados, con hartas ganas, los profesores están contentos porque los niños han asistido con muchas ganas de aprender. Los tiempos de clases son cortos, se han descongestionados las tareas de los niños, tienen menos tareas en sus casas y por ahora es un balance muy bueno, esperando que no existan contagios”, dijo René Carvajal, director de la escuela.
Algunos cursos debieron separarse en dos grupos para poder mantener el distanciamiento físico dentro de la sala de clases, asistiendo a clases día por medio. Mientras aquellos cursos con menor cantidad de alumnos están asistiendo todos los días en una jornada reducida, que inicia a las 09.00 horas hasta las 11.45 horas. Posterior a eso, comienza la limpieza y sanitización de las dependencias de la escuela.
El control de temperatura al ingreso de todas las personas que ingresan al recinto, salas disponibles con alcohol gel y toallas absorbentes, además de la reposición de mascarillas desechables para cada estudiante es fundamental para cumplir con el protocolo y así evitar posibles contagios de la enfermedad.
PROBLEMAS DE SEÑAL
La conectividad en Combarbalá, y en particular en Quilitapia, no es de las mejores. Los lugares no cuentan con una conexión acorde para la realización de clases online, descarga de material y observación de videos pedagógicos. Asimismo, la internet del colegio solo abastece a las actividades administrativas, por lo que pensar en mantener clases remotas se convertía en una dificultad, más que una oportunidad.
Durante el 2020 los profesores preparaban el material pedagógico que era entregado mediante whatsapp o en el mismo recinto educacional, pero no ajeno a problemas.
“Muchas veces se les enviaba material a los estudiantes a las 08.00 horas y les llegaba a las 18.00 horas, y eso era netamente un problema de conectividad de nuestro lugar. Incluso en mi propia casa tengo problemas de señal al celular”, contó Carvajal.
ASISTENCIA
En estas dos semanas de clases presenciales, la asistencia general de los estudiantes bordeaba el 50% durante la primera semana de clases presenciales, situación que ha ido variando con el correr de los días, hasta llegar a la actualidad al 70% de asistencia.
“Ahora nos quedan 23 niños quienes sus familias han optado por las clases a distancia, pero cada vez se van sumando más niños, los protocolos están funcionando como corresponden, los profesores están trabajando bien, hay implementos de higiene en la sala de clases”, afirma el director.
Trabajan en una planificación semanal, para saber cuántos alumnos irán a clases cada lunes, la dirección de la escuela junto a los profesores consultan con sus apoderados si continúan en clases presenciales u optan por la modalidad remota.
De esta forma, la Escuela Pedro de Valdivia, que se caracteriza por su destacada labor pedagógica, tanto comunal como regional, enfrenta la enseñanza educativa en medio de la pandemia.