De visita en una comuna que conoce por su trabajo periodístico, ahora la recorre en reuniones para afrontar lo que se viene para el país, tanto la instalación de la nueva camada de diputados al congreso, pautada para el 11 de marzo del año próximo, como la segunda vuelta de la elección presidencial.
El diputado electo Marco Sulantay, quien registró la primera mayoría a nivel regional con 18.227 votos en su cuenta personal, recorrió Ovalle y conversó con El Ovallino acerca de los nuevos desafíos que le esperan en los meses por venir.
¿Qué tan diferente es el nuevo desafío a las labores que ha realizado antes?
-“Yo después de ser Director Regional de Deportes, fui electo Consejero Regional, presidente de la Comisión de Salud y Deportes del Core, que en el sistema y en la estructura tiene un trabajo similar –guardando todas las proporciones- al parlamento nacional: con comisiones, con votaciones, hay que llegar a acuerdos y evidentemente el parlamento es un trabajo amplificado y mucho más detallado, pero aproximado a una forma de trabajo que yo ya conozco. Ahora, en todos los cargos nuevos hay que estudiar, llegar con actitud de aprender rápidamente y poder tomar buenas decisiones y eso no cambia”.
Destacó que como en el parlamento recién electo no hay una mayoría aplastante de un sector con respecto al otro, el trabajo legislativo que se debe hacer tendrá que tener bases sólidas en los acuerdos.
“Precisamente vamos a tener que hacer honor al lugar a donde vamos, al parlamento. Va a tener que ser un lugar de mucha conversación, de muchos acuerdos para poder adoptar políticas que vayan en beneficio de la más amplia cantidad de personas”, señaló, recordando que en su gestión en el Consejo Regional, también tenían paridad (8-8) entre representantes del oficialismo y oposición, lo que les obligó a conseguir fórmulas de consenso.
-Suena optimista, pero el país se va polarizando cada vez más. ¿Se puede parlamentar con representantes de los extremos?
-“Si, por supuesto, porque hay dos factores: porque mi experiencia en política y también en el periodismo que ejercí por mucho tiempo, y cubrí muchos gobiernos que pasaron anteriormente, sé que la polarización se da muy marcada en las campañas y en las elecciones mismas, después tiende en los meses y los años siguientes a ir hacia el acuerdo, el parlamento y las grandes decisiones, y luego cuando viene el período de campaña vuelva a polarizarse. Yo estoy trabajando para instalar a José Antonio Kast en La Moneda, sé que va a ser de esa forma, vamos a tener una forma de trabajo muy dialogada y con grandes acuerdos para poder avanzar”.
-¿En ese caso el apoyo a Kast es irrestricto? ¿Estaría condicionado al estudio del programa de gobierno, o es un cheque en blanco que se le está dando?
-“Yo no creo en los cheques en blanco. En las segundas vueltas tanto le pasa a Kast como al candidato Boric, tienen que modificar, equilibrar, incorporar distintos aspectos en su programa. Porque sabemos que en segunda vuelta son solamente dos las opciones y lo que importa es poder lograr la identificación con la mayor cantidad de electores, y en esa tarea hay muchos electores que tienen otras visiones. No es un cheque en blanco, pero sí hay posturas muy claras respecto a temas que son básicos. En lo personal tengo claro que en el mundo que representa la izquierda extrema del Frente Amplio más el Partido Comunista, que es la base de Boric, evidentemente yo nunca en mi vida he tenido un acercamiento a ese mundo. Mi candidato es Kast pero sin cheque en blanco, con equilibrios y aportes y cada aporte puede mejorar el programa y un eventual gobierno”.
-¿Cuál sería su lectura por el fracaso de la campaña de Sichel, que hasta de su misma coalición le quitaron el piso?
-“Yo no puedo hablar de errores porque no estuve en esa campaña. Después de que Sebastián Sichel ganó en las primarias de nuestro sector, no tomé un tiempo de reflexión para poder estudiarlo, estudiar su propuesta, su planteamiento, y en muy poco tiempo me di cuenta de que no había conexión, yo sentía que si no había conexión conmigo podría no haberla con otros electores y personas de nuestra coalición. Básicamente no hubo una sintonía general desde que partió. El ADN del candidato estaba muy lejos de la historia del sector que estaba representando, y eso provocó un divorcio que no fue posible revertir. La identificación con el candidato Kast fue espontánea que finalmente le llevó a tener la gran base de apoyo que tuvo y la primera mayoría en la primera vuelta.