Desde fines de mayo y durante poco más de dos meses un grupo de investigadores se dio a la tarea de buscar relatos orales que circulan en la ciudad de Ovalle, los que fueron rescatados por estudiantes de diversos establecimientos municipales de la comuna.
Algunos de los relatos fueron escritos por estudiantes de séptimo básico del Liceo Bicentenario Alejandro Álvarez Jofré, quienes se sumaron a esta iniciativa guiados por la docente de Historia Paz Ángel y la encargada de la biblioteca CRA del liceo, Sara Alfaro.
Se trata del proyecto “Rescate de mitos, leyendas y otros relatos orales de Ovalle. Parte I”, que cuenta con financiamiento del Fondo del libro y la lectura, cuyo objetivo es elaborar una publicación digital que preserve este tipo de registros que, sobre los más diversos tópicos, se trasmiten de generación en generación.
“Cuando nos invitaron a participar no dudamos en sumarnos. La experiencia fue muy enriquecedora, ya que a través de este trabajo logramos vincularnos también con las familias, en un contexto sanitario complejo, en el que se logró promover el diálogo. Además los estudiantes desarrollaron mucho más su personalidad y rescataron historias de vida de sus antepasados”, explica la profesora Paz Ángel.
Estudiantes escritores
Parte del equipo ejecutor de esta iniciativa se reunió con estudiantes del liceo, oportunidad en la que se dio lectura a tres relatos seleccionados: “La casa de las pesadillas”, “La noche de San Bartolomé” y “Los duendes verdes”, escritos por las estudiantes Antonia Castellanos, Constanza Carvajal y Francisca Reyes, quienes plasmaron las historias que investigaron de su propio entorno familiar.
Para responsable del proyecto, el periodista Gabriel Canihuante, la experiencia ha sido “sorprendente y maravillosa” porque si bien suponían que iban a tener “una buena cosecha” los resultados han ido mucho más allá de lo esperado.
El profesional cuenta que una parte de los relatos los conocieron en reuniones con estudiantes de establecimientos municipales, entre los cuales encontraron una excelente disposición, gracias a la motivación de sus docentes. Aunque siempre fueron actividades remotas, a veces ocupaban parte de una clase conducida por el profesor o profesora y en otras ocasiones se daban en horas vespertinas para poder contar con la participación de los familiares de los estudiantes.
Del mismo modo, es decir, a distancia, se reunieron con algunos grupos de adultos que fueron previamente contactados para conversar sobre las historias más comunes que circulan por la ciudad.
“En pocas semanas recogimos cerca de 90 relatos, algunos se repiten, otros son variaciones de una misma historia, así como también hay algunas únicas y originales. Salieron a la luz personajes reales que se han transformado en leyenda, así como también lugares que tienen sus propios misterios y los recuerdos nostálgicos de distintas generaciones sobre una ciudad que ya no existe”, cuenta el periodista y académico de la Universidad Central.
Canihuante añade que el trabajo de investigación tiene dos componentes, por un lado, está la recopilación de relatos y, por otro, la elaboración de una serie de textos sobre la ciudad de Ovalle, su historia y su evolución como también un análisis del papel de los mitos y leyendas en la historia de una ciudad o región, los que sirven para dar un contexto social al trabajo.
Edición
En las reuniones con estudiantes, profesores y vecinos de Ovalle y en la preparación de los textos también participan la profesora ovallina Tatiana Cortés, la educadora Lucía Bolados, el sociólogo Samuel Hernández y el antropólogo Sebastián Toledo.
El equipo se ha dedicado en las últimas semanas a editar los diversos textos que compondrán el libro y el periodista Hernán Larrondo, administrador de redes, ha iniciado una labor de difusión de este trabajo mediante el sitio web http://www.relatosorales.cl/ y otras redes en las cuales ya se pueden ver textos, fotografías e ilustraciones de la futura publicación.
El libro contará con el aporte del ilustrador Rodrigo Palma y del periodista y fotógrafo Rodrigo Araya -ambos de Ovalle- para apoyar en términos visuales la factura del libro digital que debería estar accesible al público a contar del mes de noviembre.