Pasadas las 10 de la mañana de este domingo Bomberos de Ovalle recibieron el llamado de un incendio en el pueblo de La Chimba, en la salida suroeste de Ovalle.
Los voluntarios concurrieron al lugar para apagar las llamas que consumían una especie de mediagua del sector, la cual fue consumía prácticamente en su totalidad. El fuego no se expandió a otros lugares o viviendas del poblado.
Una vez apagadas las llamas se verificó el fallecimiento de una persona que se encontraba dentro de este espacio habitado. El cuerpo hallado mantenía algunas quemaduras por el fuego, aunque no se ha logrado esclarecer si su muerte se debe a estas heridas o a la inhalación del humo.
La víctima fue identificada por el nombre de Aliro Marín Fuentes, un hombre de 65 años de edad que hace aproximadamente 10 años vivía en el pueblo.
“El incendió comenzó alrededor de las 10 de la mañana, se sintió una explosión pero cuando los vecinos salieron a mirar ya estaba todo en llamas, así que no pudimos hacer nada por él, como era una pieza de material ligero, de madera, se quemó en segundos”, lamentó Hilda González, presidenta de la junta de vecinos de La Chimba.
A eso de las tres y media de la tarde el cuerpo fue levantado por personal del Servicio Médico Legal.
El cariño del pueblo
Según explican los vecinos de La Chimba, don Aliro Marín habría llegado al pueblo hace aproximadamente 10 años. Era oriundo de Arica, aunque habría llegado desde muy joven a la comuna de Ovalle, siendo reconocido en primera instancia en la población Fray Jorge, en donde trabajó pintando casos o arreglando jardines.
Con los años cayó en la indigencia, y de esa forma los dueños de un terreno en el pueblo La Chimba le cedieron el espacio con una pequeña mediagua, la cual habitó hasta el día de su muerte.
En sus últimos años de vida se dedicó a la venta de parches curitas en diferentes sectores del centro de Ovalle, como el paseo peatonal o calle Benavente.
Por su precaria condición de vida sus vecinos le colaboraban con comida, agua y vestimenta. Por otro lado, Aliro Marín muchas veces caminaba hasta “su lugar de trabajo” o era trasladado por camionetas que lo recogían en el camino, ya que por su suciedad los microbuses y colectivos no se detenían a llevarlo.
Los vecinos explican que pese a su condición de indigencia y su consumo de alcohol, Alirio Marín nunca fue una persona que ocasionara problemas.
“Él no vivía en buenas condiciones, su casa estaba deteriorada y con mucha basura, la mediagua tenía solo una ventana y la puerta se mantenía abierta. Él bebía mucho y también fumaba, pero era un vecino tranquilo, no molestaba a nadie”, señaló de forma anónima una vecina cercana.
“Él estaba sucio y a veces estaba curao, pero nunca daba problemas, él vivía en su metro cuadrado sin molestar a nadie, era un hombre tranquilo y muy introvertido, no se expresaba mucho, yo solo lo oí hablar una vez que me ofreció parche curita afuera de la farmacia”, agregó un joven del sector.
Preparativos para su adiós
Según la información manejada por la comunidad de La Chimba, Aliro Marín Fuentes tenía un hermano viviendo en Arica, otro que reside en Santiago y una hermana en Antofagasta.
Por estas extensas distancias, finalmente es la junta de vecinos la que se encuentra realizando los preparativos para su despedida, “un hermano de Arica se contactó conmigo y me pidió si yo podía hacerme cargo, porque ellos como familia no estaban en condiciones de viajar hasta acá”, explicó Hilda González, presidenta de la junta.
La dirigenta vecinal se habría contactado con la Municipalidad de Ovalle para gestionar a través de su Departamento Social un lugar donde enterrar a don Aliro Marín Fuentes.