La sequía sigue provocando más de un dolor de cabeza en los habitantes de Río Hurtado, comuna en donde se han tomado medidas extremas para hacer frente al crítico escenario.
Una de estas medidas es la no entrega de agua para regantes, la cual fue acordada hace dos semanas atrás por la Junta de Vigilancia y los APR de la zona, lo que se mantendrá por cerca de un mes más. No obstante, algunos de los afectados manifiestan que esa medida la han sufrido hace mucho más tiempo.
“Desde hace más de un mes que no tenemos una gota de agua para regar, tenemos un gran problema”, comienza señalando la regante María Rivera.
“En diciembre fue la última vez que se pudo regar y ya no hay agua por aquí, agua hay, pero en la llave, para las cosas de la casa no más, pero no tenemos para los granados, los damascos, perales, cualquier árbol acá está seco, yo no soy el único, yo vivo en Morrillos y pertenezco a la junta de vecinos y hay varios que están en la misma situación, está todo seco”, indica por su parte Máximo Zárate, enfatizando en que sí comparte que se priorice el consumo humano.
María Rivera comenta por su parte que ha logrado mantener con vida alguna de sus plantas a través de la reutilización del recurso hídrico, “el agua que sale del lava mano, de las duchas, del lava plato, de la lavadora, todo eso lo ocupamos regando, no desperdiciamos una gota de agua, con un tarrito le echo un poco de agua a cada arbolito para mantenerlo vivo”, puntualiza.
“En nuestro terreno tenemos damascos, duraznos, olivos, granados, perales, unas parras de uvas, ciruelos, pero aunque suene raro, a mí lo que menos me interesa son los árboles frutales, me interesa la otra flora, porque si eso se pierde esto será un potrero sin vida”, agrega.
Continuando con posibles consecuencias de la sequía, don Máximo manifiesta sobre un proyecto de embellecimiento en la escuela en la que trabaja, el cual tuvo que ser suspendido por la falta de agua, “si no hay agua tal vez no haya trabajo, en cualquier momento nos podemos quedar sin pega, porque realmente hay mucho que regar, árboles frutales, duraznos, parrones, un huerto grande, pero no hay agua para eso”, apunta.
De igual forma, el regante riohurtadino comenta que han existido proyectos para la instalación de estanques de 4 a 5 mil litros, pero que es una medida que no se logra aprovechar si es que no hay agua para acumular, “estos sirven para acumular agua para regar, pero si no hay agua para llenarlo no funciona” dice.
Robo de agua
El problema de la sequía se ve acrecentado por el robo indiscriminado de agua, “creo que hay muchas bombas en el río, yo he visto dos, pero me han comentado que hay como 70. Estas bombas sacan muchos litros cada una y por eso va bajando la cantidad agua”, detalla Máximo Zárate.
En la misma línea, María Rivera comenta que “todos los días se sienten los motores de las bombas, entonces no es correcto que una persona que tenga más dinero que otro pueda sacar agua y nadie hace nada. Hay personas arriba que cosecharon uvas sin ningún problema, en cambio mi hermano tiene viñas de una hectárea y lo único que pudo sacar fueron pasas”, puntualiza.
En este contexto, los regantes piden mayor fiscalización por parte de las autoridades competentes del caso, ya que la escasez hídrica se agudiza con el robo de agua, “no es posible que gente este sacando agua de las bombas y otros estemos secos”, justifica Zárate para concluir.