Poco después de las 20.30 horas del martes la familia Ardiles Vergara escuchó una explosión en la sala. Sabían que algo malo comenzaría. Y se darían cuenta de ello al salir de las habitaciones a revisar y darse cuenta que se había iniciado un incendio al interior de la residencia, ubicada en la entrada de la localidad de Villaseca.
La madre de la familia, Isabel Vergara, estaba en su cuarto como inició el siniestro. Con la ayuda de su hijo David, quien vive en una casa construida en la parte posterior del amplio terreno, pudo salir de la casa y ver cómo la madera del piso, del techo y las paredes comenzaban a arder.
“Menos mal que no me había dormido profundamente. Los vecinos llegaron de todos lados y nos ayudaron mucho, pero ya no había nada que hacer, era muy grande fuego. La mayoría era de material ligero, así que esto fue todo muy rápido”, indicó Vergara.
El miedo que tenían en el lugar era que el descontrolado fuego se expandiera a las otras dos casas, ubicadas en el mismo terreno y que pertenecen a otros miembros de la familia.
El vecino de la izquierda también colaboró lanzando agua para mantener a raya al fuego, evitando así que se siguiera expandiendo, ya que había un riesgo latente de que se pasara a su casa.
Para cuando los Bomberos de Ovalle entraron en escena, ya era poco o casi nada lo que se podría salvar de esa primera casa. Así que el trabajo consistía en confinar el fuego a la casa principal y extinguirlo por completo, labor que duró casi dos horas.
Tristeza familiar
Agradecidos de que ninguno de los miembros de la numerosa familia terminara con lesiones o asfixia por inhalación de gases, los Ardiles Vergara hicieron inventario de lo que perdieron bajo las llamas.
“Esta casa es el centro social de la familia. Es el espacio en el que se tomaba la once, se hacían las fiestas, se celebraban los cumpleaños y cualquier tipo de reunión familiar. Por eso teníamos dos grandes sillones, una mesa comedor que me dejó mi marido, muchas sillas, platos, ollas grandes, todo para venía más de 30 personas”, señaló la propietaria.
Dos cocinas se perdieron en el suceso, una a leña y otra a gas, además de un horno profesional y un microondas. Incluso herramientas de cocina, moldes e ingredientes de un emprendimiento de tortas de una de las hijas de la familia, María, también resultaron quemados.
“Todas las reuniones las hacemos en esta sala, tenemos de todo y pasamos más tiempo en esta casa que en las nuestras. Incluso a mí se me quemó hasta el celular que lo había dejado acá”, señaló David.
De los muchos perros que hay en la familia, ninguno se vio afectado, aunque un pequeño gato que tenían, que según explican, no aparece.
Si bien agradecen que todos están sanos y salvos, y agradecen el apoyo de bomberos y vecinos, los familiares lamentaron perder muchas fotos, diplomas, retratos, títulos y detalles de recuerdo de todo tipo que tenían en una de las paredes de la sala de la casa. Solo algunas fotos se salvaron, aunque quedaron con las cicatrices del fuego de la noche del martes.
Compromiso de ayuda.
Desde la Municipalidad de Ovalle constataron la pérdida total de la estructura de material ligero. “La familia afectada está compuesta por cinco integrantes, los cuales serán apoyados por el Municipio de Ovalle, a través de la Oficina de Protección Civil y Emergencias y el departamento Social”, señalaron desde la institución.
En este sentido, la encargada de la Oficina de Protección Civil y Emergencia, Lorna Benavides indicó que los afectados serán apoyados con “colchones, ropa de cama, agua y la derivación para que sean atendidos por profesionales del Departamento Social, a lo que se suma el retiro de la totalidad de los escombros”.