Huella de sangre ubicaría al imputado en la escena del parricidio

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    Pospuesta para este viernes, la audiencia de formalización por el delito de parricidio se llevó a cabo pasadas las 14 horas. En la jornada, el Ministerio Público imputó de cargos a G.A.C.L. de 40 años de edad, señalado como único autor del crimen contra la profesora de educación Física Mercedes Leiva Cisternas, asesinada la noche del pasado martes, en su casa en La Chimba.

    En la jornada, a la que tuvo acceso Diario El Ovallino de manera telemática, la Fiscalía presentó las pericias preliminares que consideró necesarias para que el Juzgado de Garantía de Ovalle autorizara el inicio del proceso investigativo y las medidas cautelares que considerara con respecto al señalado por el crimen.

    Con el imputado presente y en silencio, el Fiscal Adjunto de Ovalle, Herbert Rohde Iturra, presentó las actas policiales levantadas desde el miércoles cuando se conoció la muerte de la docente, las entrevistas realizadas a vecinos y familiares de la víctima, que daban cuenta del actuar errático y sumido en el vicio de las drogas del hijo de la víctima, y los primeros análisis a algunos objetos clave en la investigación, entre ellos el arma homicida.

    En este punto la Fiscalía mostró las fotos del cuchillo de cocina tipo carnicero de al menos 13 centímetros de hoja metálica, que presuntamente se utilizó para acabar con la vida de Leiva Cisternas. De hecho mencionó que el análisis forense habría determinado que la causa de la muerte serían las múltiples heridas cortopunzantes, más de 20 en distintas partes del cuerpo. También mencionó el persecutor las heridas y laceraciones en las manos de la docente, lo que demostraría un forcejeo o intensiones de defensa.

    Huella clave

    Pero en un punto se detuvo la Fiscalía como determinante: las zapatillas del imputado y una huella ensangrentada en la escena del crimen.

    Al respecto Rohde Iturra, señaló que “básicamente en la investigación hemos podido establecer preliminarmente que las zapatillas que vestía el imputado cuando fue sorprendido el mismo día en que fue descubierta muerta la víctima (miércoles), eran las mismas zapatillas cuyas huellas plantares fueron encontradas en el sitio del suceso, de tal forma que de esa manera lo podemos situar en el lugar de los hechos y atribuirle preliminarmente este delito de parricidio que se le imputa. Además de eso, en sus vestimentas también había rastros de la comisión del delito que se le imputa”.

    Se trataría de unas zapatillas marca Sketcher, que, según explicaron otros familiares, la misma víctima le habría comprado anteriormente. Sería un calzado muy particular, dado que por la corpulencia del sujeto, las mismas son de una talla no muy habitual: 44-45.

    En una pericia comparativa realizada por los especialistas de la PDI, puede observarse una superposición de las huellas de sangre estampadas en la habitación de la víctima, y las fotografías de las suelas de las zapatillas del imputado, las cuales calzan a la perfección, razón por la cual se acreditaría –preliminarmente- la presencia del sujeto en la casa en el momento del crimen.

    Decisión

    Con las pruebas y entrevistas iniciales presentadas por la Fiscalía, el Juzgado de Garantía de Ovalle dejó sujeto a la medida cautelar de prisión preventiva al imputado como autor del delito consumado de parricidio.

    Al final de la audiencia de formalización, el magistrado Roberto Gahona Rojas ordenó el ingreso de G.A.C.L. al Centro de Detención Preventiva de Ovalle, por considerar que la libertad del imputado constituye un peligro para la seguridad de la sociedad.

    Al resolver la privación de libertad del imputado, el magistrado Gahona Rojas sostuvo que: “Si bien no existen testigos presenciales lo cierto es que con los testimonios y antecedentes reunidos, además del porte de documentos de la víctima en manos del imputado, este tribunal considera que para esta etapa preliminar de la investigación se puede presumir fundadamente que el imputado ha tenido participación en calidad de autor”.

    Si bien la Fiscalía solicitó un plazo de investigación de 150 días, aludiendo a los análisis bioquímicos que requieren las prendas y el arma, sobre todo por la tardanza en los laboratorios a los que se deben enviar los artículos, y que la Defensa solicitaba un plazo de 60 días señalando que sería un tiempo justo para entregar los resultados, el Tribunal fijó en  90 días el plazo de investigación.

    Así, será cumplidos los tres meses cuando el Ministerio Público tenga que probar su teoría: que “aproximadamente entre las 21 horas del 5 de abril y las 13.30 horas del día siguiente, en el sector de La Chimba, el imputado G.A.C.L. propinó a su madre, con un cuchillo cocinero, más de 20 puñaladas en distintas partes del cuerpo, ocasionándole la muerte por heridas corto penetrante toraco abdominales”.