Flora y fauna nativa en alto riesgo por efectos de la sequía

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    La megasequía, que está generando una aridificación del territorio, no solamente está afectando negativamente a las comunidades humanas y producciones agrícolas y ganaderas por la disponibilidad de agua cada vez más escaza, sino que está teniendo un impacto tal que podría propiciar incluso la extinción de especies.

    Y es que la biodiversidad, como la conocemos, está en peligro, así lo advierten los especialistas que ven como el cada vez más acelerado cambio climático no está dando tiempo a las especies a adaptarse.

    Así lo señaló Renzo Vargas, biólogo y experto en manejo de la conservación de la biodiversidad de la ONG Ecoterra quien aseguró que si bien, es difícil predecir cuales van a ser las consecuencias de esta sequía extrema, y las especies están adaptadas a vivir en estos ecosistemas adaptando su comportamiento para adecuarse a estos periodos de aridez, “el problema es que esta aridez extrema se está convirtiendo además en una aridez extensa, muy extensa, y en un periodo, además bastante corto”.

    “Hay muchas especies que no logran adaptarse a esas velocidades, porque la adaptación es un proceso evolutivo y generalmente es un proceso lento, puede ocurrir evolución rápida en algunas ocasiones, pero generalmente son procesos lentos, porque tienen que hacer cambios generacionales (…) entonces lo más probable es que muchas especies no logren adaptarse a esta velocidad de cambio ambiental y muchas de ellas vayan a extinguirse, ese es el gran riesgo que se corre con el cambio climático y la aridización de los ecosistemas”, sostuvo Vargas, añadiendo que, “un empobrecimiento de la biodiversidad implica una menor disponibilidad de recursos para la humanidad”.

    Algunos casos concretos del impacto de la sequía en las especies son, por ejemplo, la disminución en la reproducción del loro tricahue y los ataques de pumas a crianceros, cada vez más cerca de las comunidades.

    “Hace unos años yo estuve estudiando a los tricahues, hicimos un monitoreo por cerca de cinco años de una de sus colonias. A partir de esta observación pudimos determinar cuando estas aves hacían mayor esfuerzo reproductivo y notamos que cuando los años eran secos y había poca floración y poca fructificación de la algarrobilla, por ejemplo, el esfuerzo reproductivo de los tricahues era mínimo (…) cuando no hay alimento básicamente las poblaciones no se reproducen”, indicó Vargas.

    El caso de los pumas, también mantiene en alerta a las poblaciones, “los pumas suelen bajar mucho más hacia los valles y esto genera una serie de conflictos sobre todo con los productores de ganado caprino, las poblaciones todas disminuyen cuando hay poca precipitación, poca agua, y eso implica desde luego que las presas de los pumas disminuyan y empiecen a cazar más cabras”, sostuvo el biólogo.

     

    ATAQUES DE PUMAS

     

    De esta última problemática bien sabe David Arancibia, presidente de la Asociación de Crianceros de Monte Patria, quien sostiene que estos ataques son cada vez más frecuentes, el último de ellos el pasado miércoles en un corral cercado.

    “El tema es que el puma igual pasa, tiene hambre y se mete a los corrales, en el sector de Tulahuén hubo un ataque reciente donde con todo muy bien cerrado el puma atacó a todas las cabras del corral”, recordó Arancibia, manifestando que están buscando apoyo para amortiguar las pérdidas generadas por los ataques.

    “El tema del puma se ha hecho mucho más visible, ahora como no hay cabras en los cerros se acerca a las poblaciones. Están las voluntades de buscar las formas de poder hacer alguna compensación, hoy en día Chile protege al puma, pero está provocando daños”, indicó el criancero.

    Sobre lo que observa en el territorio por causa de la sequía el criancero indicó que lamentablemente se ve una disminución de especies, “hoy en día algunos arbustos endémicos como guayacanes están tratando de aguantar, también estamos viendo el efecto en los cactus, estamos viendo que están doblándose”, explicando que dentro de sus campañas está su protección, “no usamos leña porque sabemos que no podemos seguir depredando los cerros, sufrimos el estigma de que nosotros somos parte de la causa y hemos controlado eso, a través de la comunicación hemos tratado de capacitar a nuestros compañeros para que no tengan ese tipo de actitudes porque vamos a tener que volver a ocupar la pradera”, expresó, añadiendo que, “hay animalitos que están pasándola mal, en otras especies, los tejones hurones no hemos visto desde el 2018”.

     

    ESFUERZOS DESDE EL GOBIERNO

     

    A nivel gubernamental se están haciendo esfuerzos prevenir los efectos del cambio climático, en ese sentido el seremi de medioambiente, Leonardo Gros indicó que, “actualmente nos encontramos impulsando la Ley Marco de Cambio Climático para que esta sea la gran norma orientadora de las acciones del Estado y todo el aparataje público en materia de prevención y adaptación a los efectos adversos al cambio climático. A su vez, estamos trabajando en el proyecto AdaptaClim, el cual es mandatado por el Ministerio del Medio Ambiente y liderado por el CEAZA, con la finalidad de levantar un diagnóstico sobre las cadenas de impactos en distintos ejes, uno de ello es la biodiversidad, el suelo, el agua, las zonas costeras, entre otras. Buscamos que, a través del Comité Regional de Cambio Climático (CORECC) de Coquimbo se genere un Plan de Acción Regional de Cambio Climático, que permita abordar esta problemática de manera integral”.

    Es importante mencionar que, el cambio climático es una de las cinco principales causas de las alteraciones en la biodiversidad, lo cual repercute con mayor énfasis en la Región de Coquimbo, al ser una de las zonas de Chile y el mundo con la más alta concentración de especies endémicas; es decir, cobija a un ecosistema de flora y fauna propio y único en el planeta.