Loreto Flores Ardiles/ Ovalle
Javiera Castillo es una joven ceramista oriunda de Ovalle, quien actualmente se encuentra exponiendo sus obras en dos espacios culturales de gran importancia en la capital del país, en el Centro Cultural La Moneda y en el Centro Cultural Cerrillos.
La titulada de Artes Plásticas con mención en Cerámica de la Universidad de Chile nació en Ovalle, sin embargo, a pesar de no haber hecho su vida en la ciudad limarina, comentó a El Ovallino la cercanía que tiene con la comuna, ya que allí y en los alrededores se encuentran sus raíces, su familia.
“Soy de Ovalle, nací allí (…) mis papás son ovallinos y casi toda mi familia es de la región de Coquimbo, entonces voy recurrentemente a la región, aun cuando no estudié allá”, explicó la joven.
En esta línea, la artista, que actualmente reside en Ñuñoa, en la región Metropolitana, relató que desde niña se interesó en el arte, el dibujo y también la pintura, “siempre fue algo que hice, principalmente el dibujar, pero el tema con la cerámica lo empecé a desarrollar en la universidad”.
ARTE Y FAMILIA
Es así como Javiera cuenta sus primeros acercamientos en la cerámica, en la que ligó el arte y su vida familiar, lo que a su vez le permitió titularse de su carrera con el proyecto llamado “Herencia Material. Villa San José de Los Choros”.
“Este fue un proyecto que hice a partir de distintos objetos que extraje de la casa de mis tatarabuelos y bisabuelos en el pueblo de Los Choros, pueblo que está en el límite entre la cuarta (Coquimbo) y la tercera (Atacama) región. Mi familia vivió ahí por alrededor de 100 años, aún tengo parientes allá, por el lado de mi abuela paterna”, agregó.
Es así que Javiera Castillo reveló que su principal objetivo como artista es retratar en su trabajo la unión que posee con el norte chico, “creo que tengo un vínculo emocional muy grande, con Ovalle, Los Choros y la región, porque toda mi familia esta allá y voy a menudo”.
“Me interesa mucho el vínculo emocional que uno tiene con los objetos, lo que uno conecta tanto territorialmente como emocionalmente y sobre estos objetos que las personas dejan cuando mueren, con las que uno establece ese vínculo, es así que ese objeto te recuerda a alguien, a esa persona”, enfatizó la ceramista.
OBRAS
Conjuntamente, gracias a estos trabajos en cerámica que plasman las vivencias de sus antepasados en el norte del país, Javiera ha presentado sus obras en varios espacios, de momento en el Centro Cultural la Moneda con “106” y también en el Centro Cultural Cerrillos con la obra “Herencia Material. Villa San José de Los Choros”.
Sobre esta última, la artista indicó que, así como se está presentando en Santiago (Centro Cultural Cerrillos) hasta fines de este mes, también tuvo la oportunidad de hacerlo el año antepasado en Ovalle, específicamente en la Galería Homero Martínez Salas, con la exposición llamada Procedimientos/ Intersecciones, esto en conjunto con su amigo y artista textil, José Pérez.
Del mismo modo, con su obra 106, la joven artista planea estar exhibiendo la obra hasta mediados del mes de mayo.
“106 fue uno de los primeros trabajos que hice en cerámica en el año 2017, a partir de la muerte de mi bisabuela, la que es una pieza que tomé a partir de la casa de mis tatarabuelos, saqué un fragmento de esa casa e hice ese fragmento 106 veces de adobe en cerámica. Esto fue a partir de los años que vivió mi bisabuela en este pueblo, en el pueblo de Los Choros”, señaló.
PRÓXIMOS TRABAJOS
Por otro lado, Javiera Castillo destacó en su conversación con Diario El Ovallino que prontamente se trasladará hasta Puerto Montt con su obra 106, esto luego de postular a una convocatoria.
“Quedé seleccionada y me voy con un amigo que es fotógrafo, que se llama Erick Faúndez, con una coautoría que se llama ‘Que grande se siente el vacío al interior de la casa’, la que se presentará en el mes de julio en Puerto Montt”.
“Trabajamos con el tópico de casas abandonadas, en mi caso con la reconstrucción de la casa que se derrumbó de mis tatarabuelos en el pueblo Los Choros y en el caso de él con un foto libro que se llama el ‘Monstruo sin nombre’, el que consiste en láminas fotográficas que tomó de casas que estaban a punto de demolerse o ya abandonadas en la comuna San Miguel”.
Asimismo, la joven oriunda de Ovalle, puntualizó que próximamente espera seguir trabajando en una serie de piezas, que aún no están desarrolladas, pero que guardan relación con la comuna de Andacollo.
“Llevo un tiempo yendo a ese pueblo, principalmente porque me interesa de este lugar el Museo de las Ofrendas, encuentro que es un lugar muy fascinante, porque en este mismo museo se conecta de forma muy indisoluble el vínculo, el nombre del pueblo de Andacollo, la virgen de Andacollo y las ofrendas que las personas le entregan”.
Igualmente, la artista apuntó que espera retornar a tierras limarinas, “Ovalle es un lugar en el que me interesa mucho presentar mi trabajo, ya que suelo trabajar con referentes de la región, gran parte de mi familia está allá, entonces es un lugar al que me interesa volver artísticamente”, concluyó.