Las esperanzas hidrológicas estaban puestas en este 2023, ya que se pronosticaba como un año lluvioso ante la llegada del fenómeno de El Niño.
No obstante, las precipitaciones se mantuvieron escasas a lo largo de la Región de Coquimbo, en donde solo la Provincia del Choapa pudo sacar cuentas un poco más alentadoras.
Así queda reflejado en las cifras de los embalses, en donde por ejemplo, El Bato en la comuna de Illapel registra un 45% de su capacidad, lo que es positivo si se compara con los principales tranques del Elqui y Limarí.
El embalse La Paloma en Monte Patria está a solo el 6% de su capacidad, mientras que Puclaro en la comuna de Vicuña se encuentra al 10%, cifras que incluso debiesen seguir a la baja en las próximas semanas y meses.
Así fue confirmado por Sebastián Norambuena, Mg. Ingeniero agrónomo del laboratorio PROMMRA y del Consorcio Centro Tecnológico del Agua Quitai Anko.
“Al 4 de diciembre, la Dirección General de Aguas informa un volumen almacenado en el embalse La Paloma de 45,7 Millones de metros cúbicos, equivalente a un 6% de su capacidad máxima; y el embalse Puclaro en 21,1 Mill m3, equivalente a un 10%. La situación en ambos embalses es crítica, ya que, en este periodo estival, la condición hidrológica tiende a la disminución en sus caudales, hasta el próximo invierno”, indicó Norambuena.
En esa línea, el profesional de PROMMRA detalla que este es el peor momento en los últimos 10 años, “históricamente, el embalse La Paloma ha vivido una situación similar en las temporadas 1976/77, 1996/97. Siendo en marzo 2015, el mínimo volumen alcanzado con 13,4 Mill m3. Por otra parte, el embalse Puclaro, ha vivido una situación similar en las temporadas 2013/14 y 2014 /15, con volumen mínimo alcanzado en febrero 2014 con 4,9 Mill m3”, puntualizó.
CONSECUENCIAS DE LA SEQUÍA
El meteorólogo del CEAZA, Tomás Caballero, confirma que esta crisis hídrica se genera por las largas temporadas que se han registrado con escasas precipitaciones, y que se acrecienta con la constante demanda de agua.
“Los niveles bajos del embalse se deben principalmente a la gran sequía que ha tenido la región en los últimos 10 a 15 años, esto se ha ido acentuando con el paso del tiempo. El uso del agua sigue siendo el mismo, y por lo tanto, al no tener precipitaciones y recargas en el sistema hídrico estamos llegando a estos niveles críticos”, puntualizó.
En esa línea, el científico climático asegura que los pronósticos no son muy alentadores para los próximos años, ya que diferentes fenómenos naturales estarían impidiendo la llegada de lluvias a la zona.
“En cuanto a la sequía, las investigaciones han dado un poco de luz que puede ser por la mancha cálida que hay frente a Australia en la zona del Pacifico, lo que bloquea las tormentas hacia la zona centro norte de Chile. Esta oscilación de la mancha cálida y otros fenómenos que se superponen, debería ir en retirada, pero es bastante difícil decirlo con certeza, lo que se suma al cambio climático, entonces no hay muy buenas esperanzas a futuro. Además los modelos climáticos indican que esta zona será más seca de lo que ya es, es probable que esta zona transite hacia un clima más árido”, concluyó.