Luis Rodríguez, pequeño agricultor del Ajial de Quiles, localidad ubicada en Punitaqui, llegó hace siete años al sector para dedicarse a la agricultura y, especialmente, al cultivo del limón. En esos años, según recuerda “se oía solamente el canto de los pajaritos y no había luz”. Su pareja, Isabel Alfaro, admitió que al llegar “no teníamos idea lo que era el trabajo con el limón”, sin embargo, ahora, con la asesoría de INIA pudieron aprender como podarlos, como reconocer y controlar las plagas, además de ser beneficiarios de la instalación de un sistema de riego tecnificado.
Un caso similar es el de Doris Carvajal, quien también se dedica al cultivo del limón pero en Parral de Quiles, otra localidad de la “tierra de los molinos”, con una hectárea, ella no hacía un manejo adecuado del huerto, “antes se le echaba el agua más que nada y el agua era poca, no se le hacía un tratamiento adecuado a la planta, no teníamos conocimiento de la producción de limones”, indicó.
Luis, Isabel y Doris fueron parte de los casi 60 agricultores y agricultoras de las localidades de Ajial de Quiles, La Rinconada, La Polvareda, El Peral, Parral de Quiles y El Maqui de Quiles beneficiados por el programa “Transferencia tecnológica para dar valor agregado al limón de Punitaqui” ejecutado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA Intihuasi y financiado por el Programa de Gestión Territorial para Zonas Rezagadas del Gobierno Regional de Coquimbo.
Un programa, que tras 36 meses de ejecución, logró el aumento de la eficiencia en el uso del agua y el aumento de la superficie con riego tecnificado, implementando esta tecnología en más de 13 hectáreas, además, estableció un huerto modelo para definir manejos, conocimiento que luego se transfirió a los agricultores; logró implementar prácticas agronómicas agroecológicas, transferidas en charlas, actividades prácticas y asesorías técnicas, cuyos temas incluyeron control de plagas, podas, fertilización, riego y aplicación de materia orgánica al suelo; capacitó a las y los beneficiarios en gestión comercial individual y asociativa, generó opciones para la diversificación de la oferta con subproductos de limón y comenzó la tramitación de un sello de indicación geográfica, entre otras acciones.
Durante el seminario de finalización, Giovanni Lobos, investigador de INIA Intihuasi y quien lidera la iniciativa enumeró varios de los hitos del programa, entre los que destacan mejorar los sistemas de riego a 34 beneficiarios con instalación de sistemas de riego tecnificado, impermeabilización de estanques de acumulación de agua, cambios de tuberías y líneas de riego según necesidad del usuario; implementación de sistemas fotovoltaicos, instalación de la estación meteorológica Las Naranjas, gira tecnológica a Argentina y la transferencia de conocimientos para manejar de forma moderna el cultivo de limón bajo las condiciones edafoclimáticas del secano costero de la zona de Punitaqui, indicando que el desarrollo de la iniciativa, “ha permitido mejorar el manejo agroecológico de la producción de limones bajo la condición de escasez hídrica”, puntualizando que tras la ejecución del programa existe una clara mejoría en el estado general de los huertos, con árboles más saludables, mejor regados y con un mejor control de plagas.
Tatiana Cortés, consejera regional por la provincia de Limarí, destacó la iniciativa, “el Gobierno Regional ha puesto alrededor de 340 millones, acá podemos ver los frutos, podemos ver la alegría de las personas, los aprendizajes que incorporaron y todo eso en armonía con la naturaleza, utilizando tecnologías amigables que es el camino que tenemos que seguir, ese es nuestro objetivo, así que super agradecida y contenta por este trabajo que hemos hecho en coordinación con INIA, el Programa de Zonas Rezagadas y por supuesto que este no sea el final sino una etapa más, y podamos seguir extendiéndolo y desde el Gobierno Regional y el Consejo Regional siempre va a estar la disposición a seguir apoyando”.