Agua caída agudiza problemas en zonas afectadas por terremoto

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    Producto del terremoto de 8,4 grados en la región, cientos de familias de la provincia quedaron con serios daños estructurales en sus viviendas. Tras las intensas lluvias, sus habitantes sumaron otra problemática a su ya compleja situación de vulnerabilidad.

    Uno de los puntos más tensos de la jornada se vivió en el municipio de Ovalle, tras la manifestación de voluntarios exigiendo acelerar el proceso de ayuda a ciertas localidades.

    Luego de la reunión con los voluntarios, el alcalde Claudio Rentería recalcó que “señalé que era más conveniente que cuando yo tuviera los elementos, nos coordinaramos con los voluntarios, pero después de tener una conversación bastante agitada, llegamos a un punto de encuentro. Nombramos a una coordinadora, una asistente social de emergencia para que los pueda acoger y a través del director de desarrollo productivo para que les pueda entregar algunos elementos que soliciten. Ellos estaban viendo en Chalinga temas de dos personas con problemas en sus casas, pero quien tiene que determinar quién demuele o no las casas, es el director de Obras Municipales, entonces estamos con una normativa distinta”.

    Belén Robles, una de las voluntarias encargada del grupo que llegó al frontis de la casa consistorial acompañada por el presidente de la junta de vecinos de Chalinga, Darwin Vargas Veliz, señaló sobre la medida de presión que “lógicamente no teníamos cita. Se generó una ardua discusión, pero al final accedimos a una ayuda, claramente bien tardía. Lo primero que exigíamos era que se anunció visita a los sectores, pero aun se ven muy desolados. Es necesario maquinarias, porque si bien es cierto tenemos voluntarios, se han retirado los escombros, lo que se necesita es retirar los escombros y llevarlos a otro lugar.

    Lo otro que se solicitaba era una ayuda provisoria en cuanto a material y herramientas de construcción, para las personas que en este momento están prácticamente en el suelo, porque se les va a caer la casa y que por estas lluvias no están las condiciones optimas para seguir viviendo en ese lugar. Se van a entregar mediaguas, frazadas, colchones, nylon y nos señalaron que el día lunes va a llegar la maquinaria para trabajar en Chalinga. Uno de los casos más complejos en Chalinga era sobre dos personas postradas que estaban viviendo en carpas”.

    Otra de las zonas con serios problemas generados por las precipitaciones se produjo en Sotaquí. Ante ello, Raquel Araya, presidenta de la junta de vecinos, enfatizó que el centro del pueblo se encuentra seriamente afectado, en donde “hay gente que ha estado durmiendo y carpas y se han visto afligidas por estas lluvias (…) se supone que el municipio va a venir a instalar unas mediaguas, por lo que se mañana, hay bastante gente acá que necesita mediaguas (…) a esas familias se les cayó todas las casas porque son de adobes”.

    Además, señaló que “la familia que teníamos más afectada, se tuvo que dirigir a casas de familiares, para que le prestaran una pieza para pasar la lluvia, porque estaban viviendo al fondo del patio en carpas. Esa madre tiene tres niñitos menores de edad y tuvo que irse anoche al tiro donde la hermana. Hay un matrimonio también donde hay una señora embarazada, y la tienen que operar de un riñón. También estaban en carpa y ellos no tuvieron ninguna solución, lo único fue que el joven colocó unos palos y calaminas para que no se les mojara la carpa. Son un matrimonio joven y no tienen dónde ir”.

    Aproximadamente, en dicha localidad son 10 familias las afectadas, “porque todo lo que es el centro del pueblo, más otras casas que tenemos en la quebrada Pizarro y otras que están a la entrada del pueblo, eran familias que tenían casas de adobe, a ellos se les cayeron total las casas”. Junto a ello, envió un mensaje a que “las autoridades apoyen, es un protocolo tan grande que debido a eso llegó esto de la lluvia, fue inesperado, y más problemas les trajo a las familias. La última casa estaba llena de agua, tuvieron que sacar agua los Bomberos y es casa de un postrado. Lo otra preocupación es la falta de luz de algunos sectores a un que nosotros hicimos un catastro de las luminarias y se las dimos directo a la empresa en cargada de la mantenían, pero todavía no pasa nada. Prácticamente es todos lados con el temblor se cayeron las luminarias sobre todo el centro del pueblo”.

    Carmen Alfaro, habitante de la localidad de Chaguaral, ubicada al interior de Monte Patria, mostró su profunda preocupación por las bajas temperaturas producidas por la nieve y el duro momento que viven por el deterioro de sus viviendas tras el sismo. “Acá está nevando y tenemos mucho frio, yo fui damnificada por el terremoto y varias personas tuvimos ese problema. Necesitamos mucho nylon. Está bueno el camino, vino el alcalde por el tema de las viviendas. Somos como 10 familias las que estamos afectadas y está nevando mucho acá. Quedamos en que va a venir una constructora para ver el tema de nuestras casas. Han llegado cuatro viviendas pero son muy pocas (…) necesitamos pañales también”.

    Según información emanada desde la Intendencia, en Ovalle hay 26 albergados en la sede social de Caleta Sierra. Abel Cañete, habitante de dicha localidad, damnificado por el movimiento sísmico y las lluvias, declaró que “estamos igual desde el terremoto. El tema de las mediaguas y material de construcción para salir de las carpas, que se humedecen, al tener niños chicos igual es difícil. Por ahora estamos refugiados en la sede. Acá somos 30 personas las afectadas. Las mediaguas es lo que más necesitamos. Aún no tenemos embarcaciones para realizar nuestro trabajo. Con donaciones nos hemos sustentados hasta el momento”.