Este 19 de diciembre, el ahora ex gobernador Darío Molina puso a disposición su cargo ante el gobierno el cual terminó siendo aceptado.
Tras la oficialización de su salida, durante la tarde de ese mismo día el ejecutivo se nombró al que será, a partir del 1 de enero de 2019, el nuevo gobernador del Limarí: Iván Espinoza Bardavid, quien ya cuenta con un paso en la administración pública durante el primer gobierno del Presidente Piñera, como seremi de Gobierno.
No obstante, hasta ese 19 de diciembre, Iván Espinoza se desempeñaba como director de Control de la Municipalidad de Río Hurtado, un cargo que, sumado a su paso por la secretaría regional de Gobierno, además de sus dotes políticas y de gestión, sin duda influyeron para su nombramiento como gobernador.
En ese sentido, quien ha estado constantemente a su lado es el propio alcalde Gary Valenzuela, quien conoce al que dentro de unos días más, será la primera autoridad provincial.
Medio en serio, medio en broma, el edil señaló que el nuevo gobernador “fue un funcionario que lleva muchos años con su trabajo en la comuna de Río Hurtado, siendo yo su jefe. Pero ahora cambia de orden jerárquico y pasa a ser ahora el jefe provincial y por supuesto, estaré dispuesto a colaborar en todos los nuevos desafíos y tareas que lleva adelante nuestro Presidente de la República”.
Para Valenzuela, el cambio de gobernador corresponde “a una decisión que toma el presidente”, y que el perfil de la nueva autoridad es la de “un hombre apegado y con mucho respeto a la normativa. Además, él es un hombre con gran vocación de servicio público, lo que lo ha llevado a un reconocimiento por parte de nuestro presidente”.
El edil expresa además la importancia de que un funcionario “de una comuna apartada” pueda ocupar un cargo “de tanta importancia y que pueda dirigir la provincia del Limarí. Él ha demostrado su forma de trabajar en Río Hurtado por lo que ahora, con un desafío más grande, vamos a estar siempre dispuestos a colaborarle en todo lo que sea posible” concluyó.