Alegría: los reyes de la cumbia

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    El Grupo Alegría se encumbra en los 23 años de carrera artística plagada de éxitos. Desde el 2017 su vocalista es Gabriel Suárez.

    Se formaron en 1995 y solo demoraron tres años en alcanzar reconocimiento nacional. Es el Grupo Alegría que conmemora 23 años de música, baile y cumbia a lo largo de Chile.

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    Surgidos desde la comuna de Punitaqui, el baterista Jorge Contreras fue el fundador de la banda. Con inquietudes musicales propias de la época y de su generación, decidieron incursionar con un grupo de cumbia. Mientras el también grupo punitaquino Fantasía veía cómo dos de sus integrantes se marchaban, Jorge los llamó para integrarlos a su incipiente banda. Ellos eran el bajista Elías Vergara y el vocalista Pascual Ramírez.

    “Mi compadre Jorge fue a buscar las piezas precisas para conformar la entonces banda”, cuenta Neftalí Pereira, animador de Alegría.

    Después de algunos ensayos y presentaciones por la región, la banda de jóvenes entusiastas se llamaba Génesis. Con ese nombre se dirigieron hasta Santiago para inmortalizar su primera producción, donde se vieron obligados a cambiar de rótulo.

    “No podíamos poner netamente Génesis, porque la orquesta de Phil Collins tenía ese nombre y registró su nombre en todo el mundo”

    Después de un debate, Grupo Alegría nació en gloria y majestad para lanzar ‘A gozar suavecito’ en el mismo año. Comenzaron a sonar cada vez en más radios y ya eran conocidos en toda la región de Coquimbo y en el norte del país.

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    LA REVOLUCIÓN DEL TROPICAL CHILENO

    Pero, ¿de dónde proviene el particular sonido de esta cumbia que encandiló a varios fanáticos? El responsable es Pascual Ramírez, otrora primer vocalista de Fantasía y del mismo Alegría.

    “El grupo Fantasía trajo los ritmos, con canciones provenientes de Perú o México. En ese tiempo Pascual Ramírez llegó con mucho material desde Arica, Perú y Bolivia y ese fue el incentivo para ser lo que hoy realmente es Alegría. De todo eso salió el estilo ‘sound’, ya que se grabó material proveniente desde el exterior al estilo del grupo”, cuenta Neftalí.

    Con tres producciones a cuesta, el objetivo fue conquistar Santiago, pero problemas contractuales de Pascual con el resto de los integrantes obligaron la salida del cantante. Pero meses antes, Pascual invitó al hijo de un amigo nortino a que compartiera escenario con ellos: un joven Domingo Vega, o mejor conocido como Américo.

    “En 1997 hicimos el lanzamiento de un disco y Pascual era muy amigo del Clan Américo, de su padre sobre todo –Melvin-, y los invitó a cantar a Punitaqui. En ese tiempo, Américo tenía la misma edad mía, de Mauricio y Wilson. Cayó ‘paradito’, congeniamos, nos hicimos amigos y en ese tiempo cantó sus canciones románticas”

    Fue el tiempo de la renovación. Salió de la cancha Pascual y Américo ingreso con un nuevo aire y talento vocal puro.

    El reconocido periodista Lucho Hernández es uno de los experimentados en el género. Además de conducir programas radiales de música chilena en la extinta Radio Uno, hoy encabeza el proyecto radial ‘Bailemos Cumbia’ de la SCD, dedicado a la difusión de este estilo musical. El locutor es claro en señalar la importancia del ariqueño en la nueva cumbia de los ’90.

    “Alegría genera una sonoridad electrónica, una inquietud musical de ese movimiento. Con la presencia de Américo fue que en adelante la cumbia se puede cantar bien, y muy bien, que no necesariamente estaba ocurriendo. Los cantantes de cumbia tenían un estilo, desde los tiempos de la Orquesta Huambaly, venían con observación de grupos centroamericanos, cantantes afrolatinos”, explica Hernández.

    Y Neftalí Pereira acota que la clave fue seguir un estilo alejado de los referentes de todo músico.

    “Hay un estilo propio, una rapidez, una forma de tocar especial que cautivó al público. Había ganas de aprender y hacer cosas que salió un estilo que le gustó al público. A veces muchos grupos siguen la línea musical de sus referentes, en cambio, nosotros no. Creo que eso fue el despegue, aun cuando tocábamos canciones de otros compositores, pero esas canciones eran desconocidas en Chile”, dice.

    Con Américo ya consolidado en el grupo, fueron acumulando éxitos tras éxitos, presentaciones a lo largo de Chile y tomando notoriedad en los medios de comunicación. El ‘sound’ llegó a revolucionar la escena musical y Alegría se convirtió en una de las bandas ícono de este movimiento.

    “Antes de la incorporación de Américo, éramos conocidos en la región de Coquimbo, Atacama, en el norte. Y cuando se incorpora, nos vinimos a Santiago, donde está todo a la mano y se notó ese cambio”, comenta el fundador y actual baterista del grupo Jorge Contreras.

    El cantante ariqueño armó sus maletas para comenzar una nueva vida en la provincia de Limarí.

    “Cuando integré el Grupo Alegría me tocó vivir en Ovalle, para ser exacto en calle Socos frente al hospital, ahí estuve por bastante tiempo. Utilizamos la ciudad como centro de operaciones para desplazarnos a distintos lugares”, contó el mismo Américo en una entrevista a El Ovallino.

    ÉXITOS Y EL PRESENTE

    El Teléfono, Súper Ladrón, Me Embriago Por Ti, Por Ella, Olguita, Ya te olvidé y Volveré calaron en lo más hondo de los fanáticos, logrando repletar siete veces el desaparecido Teatro Monumental, recinto en el cual registraron tres discos en vivo.

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    Miel sobre hojuelas para los jóvenes oriundos de una pequeña comuna del interior de la región de Coquimbo, que vivían el éxito en Santiago con algunas dificultades.

    “En Santiago lo pasamos mal, tanto económicamente como en convivencia. Estábamos todos juntos viviendo en la misma casa, como un reality (ríe). Hubo momentos críticos, pero hasta que comenzamos a darnos cuentas que éramos un grupo famoso, teníamos que darnos a respetar, estar bien entre nosotros. Comenzamos a lucir bien, y creo que por el año 1999 nos dimos cuenta de quiénes éramos”, recuerda Neftalí.

    Entrando el nuevo siglo, Américo decidió incursionar en una carrera como solista, pero manteniendo el lazo de amistad con los integrantes del grupo. Mientras que Alegría siguió su camino en búsqueda de una nueva voz. Pasó David Alfaro, Elvis Pérez y varios otros, incluso vio cómo varios integrantes fundadores se alejaron de la banda por diferentes motivos. Un vaivén de buenos y no tan buenos momentos, pero el sonido característico y la esencia del grupo se mantuvieron por los años.

    Y llegó el año 2017, donde Alegría toma un nuevo impulso creativo. Tras la falta –nuevamente- de un vocalista, encontraron al cantante exintegrante de los programas de televisión Rojo y American Idol, Gabriel Suárez. Juntos comienzan a retornar al sitial donde no debieron abandonar.

    “Llegué con la intención de plasmar mi identidad al grupo y no querer suplir a alguien. Eso fue importante en el grupo, porque Américo dejó la vara muy alta y creo que los otros muchachos trataron de suplir ese puesto tratando de imitar. Ahora es muy poco lo que tratan de comparar y la gente sabe que el vocalista de Alegría soy yo”, cuenta Suárez.

    En el último año comenzaron con la composición y ceración de nuevas canciones como ‘Juguete de amor’ y ‘Nuestro Pecado’, relanzando el sonido que los hizo famosos por todo Chile que los convirtió en generadores de la revolución del tropical chileno.

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    “En el tiempo se aprecia la importancia de Alegría que sigue vigente, es que a partir de Alegría con Américo, un artista que pudo haber visto a Luis Miguel, generó una renovación en la música popular completa y precisamente en la cumbia (…) La balada había penetrado en la cumbia y no nos habíamos dado cuenta. El sonido electropop de los ’80 penetró en la cumbia y no nos habíamos dado cuenta. Hoy a la distancia podemos ver todo esto”, cuenta Lucho Hernández.

    Los reyes de la cumbia están más vivos que nunca.

    Mujeres y Cervezas, un himno

    La batería de éxitos de Alegría es innumerable, pero hay una canción que podría liderar aquel listado. ‘Mujeres y cervezas’ es coreada por todos en cada show y reconocida como un emblema del tropical chileno.

    “Mujeres y Cervezas es un himno del grupo. Si no tocamos esa canción, la gente lo extraña. Esa canción nace de un grupo argentino, que la tocaba más acústico. Nosotros pusimos nuestro sello, al igual que otros temas”, dice Jorge Contreras.

    “En el video (de esta canción) está impregnado lo aventurero que éramos en ese tiempo. Ahora pensamos cuando ya tenemos familia, que había productores muy chantas y sinvergüenzas y confiábamos. Si no había dinero, no importaba. En ese video se demostraba el power que teníamos y lo disfrutábamos. Estábamos ‘peluseando’ a todo ritmo”, agrega Pereira.

    Mi primer escenario

    Neftalí Pereira se sumó apenas unas semanas después de la conformación del Grupo Alegría, debutando en un particular recinto.

    “Mi primer escenario con Alegría fue en el Cuerpo de Bomberos de La Serena. Pasó como un mes y yo me integré al grupo tras un llamado de los integrantes. Ese fue mi primer escenario, me dijeron que era en La Serena y no lo podía creer, porque había visitado, quizás, dos veces esa ciudad. Me subí al escenario, estaba lleno, miraba a mis compañeros y todos me aleonaban para animar. Después del comienzo de la presentación, me solté y fue inolvidable, algo que siempre quise”, recuerda con nostalgia.