Con el avance de la comuna de Ovalle a la fase 2 del plan Paso a Paso, se abre la posibilidad a las instituciones educativas a recibir a sus alumnos siempre que garanticen el aforo permitido en cada recito.
Así, el Centro de Formación Técnica Región Coquimbo en Ovalle iniciará este lunes un retorno gradual a sus clases, priorizando las actividades prácticas y manteniendo según la materia un plan “híbrido”, con la mitad de sus alumnos en los talleres y la otra mitad conectados desde sus hogares en la misma clase.
El rector del recinto educativo, Manuel Farías, explicó a El Ovallino que el plan priorizará la práctica para aquellas carreras y materias que requieran presencia en talleres y manipulación de instrumental y herramientas.
“Vamos a privilegiar la mayor cantidad de actividades prácticas como talleres y laboratorios en la sede de Calle Libertad, en carreras como Mantenimiento Industrial, Energías Renovables y Recursos Hídricos, a la vez que el taller de Agroindustria se seguirá impartiendo en la Viña Tololo. Mientras habilitamos en la nueva sede en Ariztía Oriente los laboratorios de Diseño y Animación Digital, Tecnologías de la información y Enfermería, que son los que requieren de ese tipo de instrumentación. Este lunes algunas carreras volverán a la actividad presencial, otras lo van a ir haciendo de manera paulatina porque tenemos que ir protegiendo a los estudiantes y también ir verificando como se va desarrollando esta modalidad de clases”, señaló el rector.
Destacó que el objetivo es evitar que ocurra lo mismo que sucedió en 2020, cuando se tuvieron que postergar todas las actividades prácticas para el mes de noviembre, y aunque se pudieron desarrollar sin ninguna dificultad, la idea es no compactarlas todas para el final, sino hacerlas con suficiente tiempo.
“En esa ocasión se lograron los aprendizajes, se garantizó la cantidad de estudiantes que permaneció en la institución, pues tuvimos una retención estudiantil sobre el 65% lo cual es muy bueno considerando que atravesamos condiciones de pandemia y condiciones excepcionales. En la medida que las condiciones puedan ir cambiando y los aforos se puedan ir ampliando, nosotros vamos a ir trabajando en esa misma línea, porque obviamente la interacción entre los docentes y los estudiantes es fundamental”, adelantó el docente.
El gran desafío
Tras desarrollarlo como plan piloto el año pasado, este año incorporó oficialmente la modalidad de aprendizaje basado en desafíos, lo que ha permitido que todos los estudiantes trabajen en grupos con la asesoría de un mentor para identificar un problema en la comunidad, en una empresa o institución pública y transformarlo en un desafío, y luego en un proyecto que deben presentar al final del semestre.
“Es una metodología muy interesante que trabajamos con diferentes instituciones internacionales. La idea es adoptar buenas prácticas e incorporarlas a nuestro modelo formativo, ya que es uno de esos cambios que se requieren en la educación del siglo 21”.
Con respecto al desafío original, que indicó sería “vencer la incertidumbre” de contar con prácticas profesionales para sus trabajos, resaltó que la han ido resolviendo de la mano de la propia empresa que espera a los egresados, quienes han abierto las puertas a los alumnos.
“Los estudiantes (que han hecho prácticas) se han tomado muy en serio su labor y probablemente la mayoría quede trabajando en esas empresas. Por ejemplo la región no contaba con técnicos en agroindustria, y las empresas se han dado cuenta del valor que tiene una persona calificada desarrollando esos procesos. Algunos incluso se han hecho cargo de turnos y labores, y eso es importante porque ya se están insertando en el ambiente laboral. Tenemos gente trabajando en las empresas de energías renovables o en empresas metalmecánicas, con resultados muy positivos”, afirmó.
Certificación
Estimó que esa apertura de oportunidades en la industria instalada tiene que ver también con el concepto de certificación de competencias y con el objetivo de disminuir los tiempos de “reentrenamiento”, ya que cuando llega un trabajador egresado de un centro educativo, generalmente se le incorpora en un programa de inducción y entrenamiento para que pueda ajustarse a los equipos, maquinarias y procedimientos de la empresa.
“En estos casos los reentrenamientos van a ser mínimos, porque los estándares con los que estamos formando a los técnicos son precisamente los que la empresa tiene”, puntualizó.
Tecnología para las clases
Señaló el rector que desde el recinto educativo han hecho un esfuerzo tecnológico para que impartir clases sea una experiencia cada vez más cercana.
Adelantó que en las aulas en las que se ofrecerán clases híbridas, con la mitad del alumnado presente y la otra parte conectados desde sus casas, una cámara hará seguimiento automático al docente mientras se desplaza por el salón y ofrece su tema, tendiendo incluso la posibilidad de ver en una pantalla a quienes estén conectados vía remota, y que éstos puedan ver a todos sus compañeros en el aula.
Otro de los proyectos que están prontos a desarrollar es una moderna sala multimedia que se realizará bajo el patrocinio del Colleges and Institutes of Canadá (Agrupación de Universidades Canadienses) quienes financiarán con unos 20 mil dólares canadienses un área que mejorará la experiencia de conectividad.
Reconociendo la experiencia
Uno de los innovadores procesos aplicados en el CFT local es el de Reconocimiento de Aprendizajes Previos que se abrió de manera experimental para las carreras de Administración y de Mantenimiento Industrial.
Con ello trabajadores que están en esos ámbitos pueden evaluar sus competencias de manera práctica y teórica para acceder a las carreras, siendo ubicados según su resultado incluso en el segundo año de estudio, superando los módulos correspondientes a los dos primeros semestres.
“Nos interesa hacer un llamado a todos aquellos trabajadores y trabajadoras que crean que tienen competencias y experiencias acumuladas, que se informen y postulen para cada carrera, ya que e reconocimiento de aprendizajes lo vamos a abrir para las once carreras. Hay mucha gente con mucha experiencia en un área determinada que a veces no puede postular a un empleo porque no cuenta con un aval académico”, destacó Farías