Siendo la primera paciente confirmada con Covid-19 en la provincia del Limarí, los ojos del equipo médico local estaban puestos en Ana María Ávalos, de 53 años. Su estado, luego de contagiarse con la enfermedad, se agravó por su condición de asmática crónica, lo que incluso obligó al equipo médico a entubarla y conectarla a un respirador mecánico por más de una semana.
Este martes, las noticias confirmaban lo que sus fuerzas ya le decían: había ganado la batalla al virus.
Ana María Ávalos se define como una luchadora, una microempresaria que presta un servicio a la comunidad. “Somos cuatro en la familia, pero ahora vivo con mi esposo y uno de mis hijos, somos trabajadores independientes los dos, mi marido trabaja en su auto y yo trabajo en mi negocio”.
Recuerda que en un primer momento tanto su esposo como su hijo habrían resultado positivos para la enfermedad, aunque no manifestaron síntomas.
“Ellos están súper bien, en la casa, agradecidos con el Hospital por sus atenciones, porque los van a ver en la casa, los van a examinar, pero ellos están bien. Para mí fue más difícil, estar entubada, estar conectada, no saber nada durante nueve días de mi vida en los que estuve mal.
Pero son muy grandes las ganas de vivir, porque cuando me dijeron que tenía el virus yo no me puse a llorar, “yo dije que tenía que ganarle al virus, y lo he logrado, gracias a la ayuda de los doctores, de los enfermeros, paramédico, enfermeros”.
Recomendación
Consultada sobre su mensaje para la comunidad, Ávalos indica que “yo lo único que le pido a la gente es que crea en esto porque yo no le deseo a nadie que pase por lo que yo pasé, estar en mi condición, porque es difícil salir. Y la gente que haga conciencia, que se cuiden, que cuiden a sus adultos mayores, que no los manden a comprar. Muchos lo han tomado como mentira, pero hay que estar en esta condición para creerlo”.
Sobre el alta médica indicó que todavía requiere de mucha observación. “Tengo que seguir cuidándome porque yo soy asmática crónica, aunque soy muy activa y tengo que seguir porque soy una pequeña microempresaria y no me puedo detener. Lo más difícil es saber que no voy a llegar todavía a mi casa”.
Ávalos no se irá del hospital a su casa. Ella estará en una residencia hospitalaria en uno de los hoteles del centro de la ciudad, por disposición del Servicio de Salud, que estaría habilitado para pacientes con una condición sociosanitaria que requiriera de cuidados médicos, aunque no necesariamente en un hospital.
La condición de Ávalos lo requiere, ya que dos de sus familiares directos son casos positivos, aunque asintomáticos, y solo se espera que puedan ser dados de alta también para que regrese a su hogar.