Solo un día resta para la jornada histórica que se vivirá mañana domingo en gran parte de los colegios del país. Cerca de 15 millones de chilenos están habilitados para sufragar en el Plebiscito Nacional 2020, que permitirá la creación de una nueva Constitución, reemplazando a la existente que data de 1980.
Será una jornada en la que la participación en las urnas sea la gran novedad, respecto a anteriores procesos eleccionario. De hecho, especialistas y analistas del área estiman que el número de votantes aumentará considerablemente, superando el 49% de participación que tuvo la segunda vuelta presidencial, en diciembre del 2017.
Para el cientista político Eduardo Marín, el concepto de “movilización” es clave en este proceso eleccionario.
“La última elección fue algo bien opaco que hayan votado tan pocas personas. Creo que esa vara la vamos a sobrepasar fácilmente, pero aun así se va a jugar mucho en la participación. Aquí, el concepto es de movilización, creo que hay movilización suficiente de personas que está consciente frente a un momento histórico de sus vidas, por tanto, ahora habrá un cambio. Votará mucho más gente joven, movilizado por la razón anterior y será una participación importante”, sostuvo.
Y esta movilización también se incrementará, debido al menor número de indecisos.
“El hecho de que haya menos personas indecisas, aumenta la movilización. En las últimas votaciones alrededor del mundo, en Francia, Uruguay y Bolivia, lo que importó fue las personas que ya estaban movilizadas por una opción”, dijo Marín.
A pesar de que las distintas proyecciones entregan que las personas irán en masa a votar, Marín considera también que el número de votantes (en porcentaje) no superará al registro del Plebiscito de 1988, donde votó el 90% del padrón electoral. Además, aumentarían los votantes jóvenes y se incrementará la cifra del 35% de participación de personas entre 20 y 24 años que votaron en 2017
PROCESO INÉDITO
La votación del 25 de octubre ya toma ribetes de histórico, porque será la primera vez en que en Chile se consulte a sus habitantes si quieren o no que se redacte una nueva Constitución. En este sentido, Marín sostiene que una posible nueva Carta Fundamental no responderá todas las necesidades que estallaron en octubre del año pasado.
“Viendo la historia y las anteriores Constituciones que hemos tenido, nos indica que es un proceso inédito, por lo que es parte importante en la historia política chilena. El Plebiscito es fundamental y si uno lo ve a corto plazo, en el sentido de esta desconexión de las elites, la falta de legitimidad del sistema político, es una puerta grande y ancha que se abre, pero es una de varias puertas que tenemos que ir desarrollando. Es un avance en la crisis de institucionalidad”, comentó.
Además de cambios legales, para el cientista político considera que deben cambiar las instituciones.
“Lo que en Chile hizo crisis fueron las instituciones pensadas como reglas que nos permiten vivir, acuerdos que nos permiten avanzar y repensarnos como sociedad. Y en este sentido, la institucionalidad es importante. Si vamos a construir las grandes vigas de una institucionalidad, como es la Constitución, luego de venir un trabajo de núcleo de acuerdos, donde aquí no todos lo comparten. Tenemos un modelo institucional deslegitimado, y hay que conformar un nuevo pacto social, que se hace también con leyes, con una nueva mirada de las instituciones y organizaciones”, analizó.
Restan 24 horas de un día que parecía lejano, donde un lápiz azul, mascarilla y alcohol gel serán parte de los implementos necesarios que podrían permitir un cambio de Constitución.