Animales pequeños serían los más afectados por la sequía

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    La sequía en la región ha provocado estragos en actividades productivas como la agricultura y la ganadería, pero pocas veces se habla de las afectaciones al entorno ambiental, lo que a la larga, traerá consecuencias en la supervivencia del ser humano. 

    En la edición del 30 de septiembre del presente año, Diario El Ovallino denunció las afectaciones que la escasez hídrica ha generado en la flora nativa de la región, y ahora es turno de comentar el drama que vive la fauna. 

    Autoridades expertas en el tema explicaron que el daño a los animales silvestres se genera a través de una cadena de afectaciones, y así lo comenzó explicando el encargado regional de Recursos Naturales del SAG, Raúl Torres. 

    “La sequía afecta negativamente a la fauna silvestre. El primer efecto es en el suelo, que al no acumular agua no puede generar flora, al no haber vegetación se ven afectados primeramente los insectos y animales herbívoros, ahí se produce un efecto en cadena hacia los depredadores y carroñeros que tienen menos presas para alimentarse. Al no haber agua no hay alimento”, apuntó el experto. 

    Palabras similares tuvo Roberto Villablanca, profesional de Recursos Naturales y Biodiversidad de la SEREMI del Medio Ambiente, quien puntualizó que “la sequía afecta en diferente medida a la fauna nativa. A modo de ejemplo, en el caso de los herbívoros, la escasez de forraje (alimento) por menor cobertura vegetacional, debido a la disminución de las precipitaciones, puede ocasionar mermas importantes en las poblaciones (pérdida de individuos por aumento de la mortalidad, disminución en la natalidad, etc.). En el caso de los carnívoros y carroñeros, les afecta al disminuir la cantidad de presas en áreas naturales impactadas por la sequía, estos se ven obligados a desplazarse a zonas con mayor presencia de alimento, por ejemplo, cerca de centros poblados donde exista ganado. Por otra parte, las especies que habitan ecosistemas acuáticos continentales (ríos, lagunas, estuarios, etc.), al disminuir el agua disponible, se reduce proporcionalmente el hábitat de aves acuáticas, peces, anfibios e invertebrados, entre otros efectos.”

    Dicho esto, ambos profesionales coinciden en que los animales más afectados serían los de menor tamaño, como anfibios, reptiles y roedores nativos, quienes no tienen la capacidad para migrar a otros lugares con mayor cantidad de agua y alimento, como sí lo pueden hacer las aves y los grandes mamíferos.

    “Esta situación afecta a especies que habían en habitas muy específicos, como por ejemplo los anfibios que viven en posas de agua, si esas posas desparecen por la sequía, también desaparecen estas especies de animales. También hay efectos en los roedores silvestres, porque tienen poca capacidad de desplazarse para buscar otros alimentos, aunque también hay que decir que los depredadores más grandes también se ven afectados, porque deben desplazarse en más grandes distancias para encontrar alimentos, y así es como bajan a sectores en donde están las personas”, indicó Raúl Torres. 

    “La sequía obliga a muchas especies a desplazarse hacia lugares con mejores condiciones para su desarrollo (por ejemplo, las aves y varias especies de mamíferos), pero otras, de más baja movilidad (anfibios, pequeños roedores, reptiles), no tienen muchas alternativas de buscar nuevos hábitats. Si la sequía es prolongada, los efectos pueden ser más dramáticos y pueden generarse extinciones locales de las poblaciones de varias especies”, señaló por su parte Roberto Villablanca. 

     

    AMENAZA POR PARTE DEL SER HUMANO  

     

    Así como la sequía, existen otros hechos que también generan un daño y una merma en la población de la fauna silvestre. La mayoría de estas situaciones son provocadas por el ser humano. 

    Así lo sostuvo Roberto Villablanca, quien declaró que “son diversos los factores que pueden provocar la disminución de las poblaciones animales, aparte de la sequía, siendo varias de ellas asociadas al ser humano. La pérdida de sus hábitat por el cambio de uso de suelo para el desarrollo urbano, industrial y la agricultura, la disposición inadecuada de residuos líquidos y sólidos, la caza ilegal, la sobrepesca, la presencia de especies exóticas invasoras que compiten con las especies nativas, el cambio climático, los incendios forestales, entre otras, pueden ocasionar graves consecuencias en la supervivencia de los individuos, alteraciones de las tramas tróficas, cambios en los tamaños poblacionales, entre otros efectos”.

    Así también lo afirma Raúl Torres, “la fauna se ve afectada por un cumulo de cosas, está la sequía, pero también está la amenaza de distintos proyectos inmobiliarios y de otro tipo, que en el fondo le van quitando espacios a la vida silvestres para poder permanecer”. 

     

    LLAMADO A LA CONCIENCIA

     

    El Seremi de Medio Ambiente, Leonardo Gros, fue enfático en declarar que la propia supervivencia del ser humano depende de que también sobreviva la flora y fauna nativa, “el futuro de la humanidad depende de los compromisos y cambios conductuales que apliquemos hoy, por eso es indispensable que colaboremos entre todos y todas, los particulares, las distintas industrias, el mundo público y privado. Esto lo podemos lograr, incorporando buenas prácticas medioambientales y manteniendo una preocupación permanente por los impactos negativos de nuestras actividades”, sostuvo. 

    Con palabras similares quiso concluir Raúl Torres del SAG, enfatizando en la importancia de no alterar la vida de los animales, “el primer llamado es a no intervenir en donde haya fauna, y en caso de encontrarse con fauna silvestre, tratar de no interferir y no alterarla, no hay que acercarse para no alterar las condiciones en que ellos viven, las cuales ya son complicadas por el tema de la sequía”.