Tras la reciente aprobación del cambio de nombre del Centro Cultural Huayquilonko, para rebautizarlo en homenaje al ex alcalde Juan Carlos Castillo, quien fue uno de sus principales gestores, unas quince organizaciones sociales y culturales y más de 40 personas de diferentes ámbitos culturales, sociales y ambientales de la comuna suscribieron una declaración pública rechazando a iniciativa que fuera aprobada por la mayoría del Concejo Municipal de Monte Patria.
En la misiva pública, las organizaciones culturales rechazan que el cambio se haya producido por la solicitud de una sola institución –la Corporación Cultural Juan Carlos Castillo- y que se hizo “sin tomar en cuenta la opinión de cerca de 32 mil habitantes de la comuna, a las agrupaciones artísticas y culturales, trabajadores y trabajadoras de las artes, artistas, artesanos, usuarios y usuarias de Monte Patria”.
Ante esto la vocera de la Agrupación de Danza Afrolimarí, Valeska Llarens, explicó a El Ovallino que “esta declaración salió desde la molestia y la preocupación de una agrupación grande de artistas, usuarios del Centro Cultural, de gestores culturales y de ‘amigos de las culturas y las artes’ como les llamamos, molestos por habernos enterado por redes sociales de que el Concejo Municipal y el alcalde habían decidido –no de manera unánime- cambiarle el nombre a la institución”.
Señaló que estaban en conocimiento de que la Corporación Cultural ya había propuesto el cambio, sin embargo esto no se habría discutido en su momento.
“Ahora nos enteramos por Facebook, y mucha gente no estuvimos de acuerdo y de ahí comenzó una convocatoria y nos organizamos para redactar y firmar esta declaración pública. Entendemos que no es una lucha política de las agrupaciones, tratamos de mantenernos al margen y aparte de los partidos políticos. Nosotros no tenemos una actitud en contra del ex alcalde Juan Carlos Castillo, sino en cómo se realizó esa decisión, sin participación ciudadana, sin consulta ciudadana, de no preguntarle a las personas si estaban de acuerdo o no. Creo que esa es más la molestia de quienes firmamos la carta, creemos que fue una decisión poco democrática”, argumentó la gestora cultural.
Adelantó que no han tenido hasta el momento ningún acercamiento con representantes de la municipalidad o del Concejo Municipal para discutir el tema.
Abiertos al diálogo
En tanto el alcalde de la comuna, Cristian Herrera, destacó que valoran la carta firmada por las agrupaciones y actores porque “somos una administración que escucha y que le gusta el diálogo. Siempre vamos a estar abiertos al diálogo”.
Por la solicitud de la Corporación Cultural, recordó que esta surge tras el funeral del ex alcalde. “Incluso el Intendente de la época, Claudio Ibáñez, lo plantea allí en el centro cultural, donde fue el funeral de Castillo, porque había sido recientemente inaugurado. Se juntaron cerca de tres mil firmas en su momento y se entregaron al Concejo Municipal, pero no hubo respuesta”, indicó.
Señaló el edil que luego de pasar por varios filtros en el Concejo Municipal, de los que nunca fue objetado, pasó al Consejo de la Sociedad Civil para que se pronunciara, ya que es el organismo que representa a todas las organizaciones sociales de la comuna, y allí también tuvo unanimidad en su aprobación, por lo que regresó al Concejo Municipal y es cuando uno de los siete miembros señala por primera vez no estar a favor.
“Así como estamos abiertos al diálogo permanentemente, uno debe ser súper respetuoso de las decisiones que se realizan democráticamente. El Consejo de la Sociedad Civil está integrado por dirigentes electos por otros dirigentes que representan a todas las organizaciones de la sociedad civil y ellos tomaron una determinación. El Concejo Municipal con seis integrantes que están a favor y uno en contra, son representantes elegidos democráticamente y tomamos una decisión. Estamos abiertos al diálogo, pero ese diálogo se tiene que dar no solamente con una organización, sino con todas las organizaciones que fueron parte y que normativamente pueden tomar esta decisión”, destacó.
Señaló que es esa línea de conversar con los actores culturales, en la que se deben sentar a proyectar el plan de acción del centro cultural, para saber cuál será el aporte de cada una de las organizaciones en términos de talleres y de trabajo coordinado para recuperar los espacios.
“Sentémonos a conversar sobre el cambio de nombre, pero también sobre el plan de gestión”, puntualizó Herrera.