El azar que pone en riesgo la existencia de las salas de juego

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    El azar que pone en riesgo la existencia de las salas de juego

    Al igual que en tantas otras comunas del país, Ovalle debe y deberá enfrentar el debate que se genera a raíz de la existencia de las salas de juego conocidas popularmente como tragamonedas, más ahora que la ciudad contará con un casino que se prevé comience a funcionar en marzo próximo, y es sabido que la coexistencia de ambos negocios ha generado serias batallas en otras ciudades siendo necesaria incluso la intervención del Ministerio Público.
    Si bien este tipo de máquinas en las que el usuario necesita al menos $100 pesos para jugar comenzaron tímidamente a aparecer en almacenes de barrio, bastó menos de una década para que se posicionaran como centros de entretención popular presentes en toda la zona céntrica de la ciudad y por supuesto se mantuvieran en varias poblaciones de la urbe, donde reside gran parte del público objetivo de estos locales.


    En 2012, el municipio creó una ordenanza municipal para intentar regular esta actividad comercial que ya daba dolores de cabeza a autoridades parlamentarias por cuanto los ribetes legales del rubro presenta una serie de aristas que hasta la fecha no han logrado consensuarse en una ley que guíe también a los gobiernos comunales.
    Producto de lo anterior y tomando el caso particular de Ovalle, donde actualmente no existe una legalidad sobre el funcionamiento de las tragamonedas debido a que la ordenanza del 2012 fue escasamente aplicada y luego con su modificación inoperable, los miembros del concejo, tuvieron que decidir si derogar dicha ordenanza o no, pues los estudios del Departamento de Asesoría Jurídica y la Dirección de Rentas y Patentes les propusieran la idea basados en los dictámenes de la Contraloría General de la República.


    En dicha instancia, ocurrida hace un poco más de una semana, se optó por la no derogación de este mandato y por la conformación de una comisión de rentas y patentes con participación de todos los actores, siendo previsiblemente la creación de una nueva ordenanza que permita el funcionamiento regulado de los tragamonedas pues todo el concejo se mostró abierto ante esta posibilidad; opción que fue valorada por los empresarios del rubro.
    Para el jefe de Rentas y Finanzas del municipio, Víctor Lara, la próxima ordenanza tiene que recoger al menos los siguientes elementos: que las máquinas no estén en el catálogo de la Superintendencia de Casinos y Juegos; que sean de habilidad y destreza y no de azar y que el municipio esté seguro de que se dan éstas y otras condiciones pues argumenta que para él es inaplicable la ordenanza actual y que uno de los motivos es el valor que se les cobra a los tragamonedas. "Me encuentro atado de manos respecto a la actividad. Es ilegal, no podemos cobrar más allá de lo que dice la ley y esta ordenanza si lo hace, por lo tanto, no corresponde", señaló especificando que en principio se debía pagar 1 UTM mensual por cada máquina y luego la misma UTM pero por existencia de local y con periodicidad anual; lo cual significa un detrimento económico para las arcas municipales.

     Los empresarios del rubro y sus trabajadores se hicieron presentes en el concejo municipal para plantear su postura referente a la derogación de la ordenanza que los rige. 

    Opiniones

    A este respecto, el director jurídico del municipio, Sergio Galleguillos, explicó que "la modificación quiso cambiar ese valor por ser excesivo (1 UTM mensual por máquina). Nos pareció que lo razonable era derogar una normativa que por lo demás nunca ha sido aplicada; por lo mismo ni en la administración anterior ni en esta, esos negocios han estado funcionando amparados a esa normativa. Están desempeñándose con patentes de otros rubros y adentro tienen máquinas y eso no corresponde", señaló.
    El alcalde Claudio Rentería se mostró a favor de crear una ordenanza completamente nueva y emplazó al parlamento pues parte de la base de que es un tema país.
    Sobre esta materia, el concejal Patricio Reyes señaló que le resulta incómodo que se esté debatiendo este tema ad portas de la llegada del casino. "Hay que consensuar con todos los actores no solamente a los grandes y a los chicos. Entonces ver cuál es la propuesta y ver como regular en base a dictamen de la Contraloría y en base a las propuestas de otras comunas que tienen casinos y que han logrado consensuar; eso es lo que me preocupa por eso creo que se debió primero consensuar con los actores antes de pensar en derogar y dejar a la gente sin nada", planteó.
    Similar opinión tuvieron los otros concejales quienes, en votación de siete a uno, optaron por no derogar.


    Pamela Aguilera, supervisora de entretenimientos Tatán, una de las cadenas de tragamonedas con más locales en Ovalle critica que su actividad no esté normada conociendo los problemas que ha habido con la Asociación Chilena de Casinos y Juegos, pero cree que se podrá tener un buen final. "En nuestro local tenemos 13 personas y de ellas, ocho son madres solteras. Este local es de una familia ovallina que durante cinco años hemos estado con nuestras patentes al día, con todo lo que significan las leyes tributarias, laborales e higiénicas como contribuyentes", planteó.
    Por su parte, Alejandro Pinilla, dueño de los locales de Aopa Empires considera que la coexistencia con el casino es totalmente factible por cuanto apuntan a públicos objetivos diferentes y ofrecen experiencias distintas. Por lo mismo espera que la decisión del concejo les permita seguir desarrollando su negocio que destaca por el arraigo popular que ha logrado especialmente en ciudadanos que buscando un momento de entretención acuden a pasar un momento de relajo y que por lo general no son quienes van a los casinos.