En calle Libertad con Arauco se encuentra una de las agencias distribuidoras de diarios y revistas más antiguas de la comuna, con más de 20 años en su actual ubicación. Ha presenciado como el centro lentamente toma una nueva forma, los edificios antiguos desaparecen a sus costados y la antiguamente conocida como distribuidora Santo Domingo permanece, pero no por mucho ya que próximamente han de mudarse.
Brunilda Tapia Gamboa es la propietaria de la agencia, ella sabe que deberá mudarse pronto a una nueva ubicación y su con ello dejará atrás parte de su historia y de la provincia, un relato que logra denotar cómo el negocio de los medios impresos tuvo su auge y actualmente está en retroceso. Parte importante de ello es por el avance de la tecnología que hace menos imprescindible el papel.
Los mejores años
Si bien actualmente se hay mayor preferencia por los lectores hacia los medios digitales, hace diez o veinte años atrás, los periódicos y las revistas era lo más importante para los ávidos lectores, quienes acudían en masa hasta agotar los ejemplares de las vitrinas de la agencia. “Hace 20 años atrás era otra cosa, los mismo suplementeros, mucha gente pensaba que era buen negocio ser suplementero por que todo se vendía rápido, cuando había que estar alerta a las noticias, cuando había un accidente o un incendio, entonces ya mañana no venían los 400 diarios que venían, teníamos que pedir 800 y de esos 800 faltaban, porque todo el mundo compraba el diario todos se querían informar por este medio, no porque la señora de la esquina me contó, no, ellos compraban el diario”. En aquellos años, como recuera Brunilda, se trabajaba muy arduamente en la elaboración y ensamblaje de los ejemplares, ya que a diferencia de hoy no había tanta automatización y también el proceso de impresión era más lento.
La adaptación al cambio comercial
Para los años más recientes y debido al crecimiento comercial y tecnológico, ya no fue posible sustentar el negocio a base sólo de periódicos y revistas como en su auge, por lo que se debió incursionar en otra alterativa complementaria. “Tuvimos que empezar a incorporar cosas, la venta de cigarros, bebidas y confites, las mimas empresas que distribuían los diarios hacían colecciones, hemos vendido ollas, hemos vendido utensilios de cocina, cosas de cristal, relojes, ahora estamos coleccionando toallas, entonces en un principio era bueno, pero ahora tampoco. Las liquidaciones de las grandes tiendas también acabaron con eso, nosotros por ejemplo, coleccionábamos cuchillos y después la gente ve que en las tiendas se las están ofreciendo más barato.”
El futuro de la distribuidora
Actualmente Brunilda sabe que es imposible mantenerse en las condiciones que está la esquina y sabe que deberá migrar a un lugar más seguro mientras dure la demolición y construcción de los nuevos edificios. “Según lo que han comentado los dueños esto va a ser lo mismo o sea locales comerciales y el segundo piso va a ser un apart hotel. Hay un trato de palabra de por medio en el que existe una posibilidad de que yo vuelva acá mismo donde estoy ahora una vez que se construya todo, pero por mientras vamos al frente a Arauco 214, donde están construyendo un local nuevo, pero hay viendo cómo se manejan las cosas, a ver como se da todo, quizás cambie el rubro. Ya no se puede vivir de diarios y revistas, que era un trabajo sacrificado de todos los días que había que entregar desde las 5 de la mañana y se descansaba sólo el primero de mayo y el primero de enero y así trabajábamos y funcionábamos.”
Herramienta recuadro: “Brunilda dejará su actual ubicación, pero espera que una vez se construyan las nuevas edificaciones, poder contar con la misma esquina, que tantos buenos recuerdos le ha generado.”