Buscarán evitar normalizar consumo de alcohol y drogas de menores de edad en hogares

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    Estefanía González

     

    A nivel nacional los estudiantes han aumentado su consumo de alcohol y drogas, es más, según estadísticas publicadas por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol, Senda, el consumo de marihuana, cocaína, pasta base y tranquilizantes sin receta médica, es mayor en los estudiantes entre 8° Básico y 4° Medio que en el resto de la población.

    Realidad que mediante diferentes programas de Senda Previene, Elige Vivir sin Drogas de la comuna de Ovalle pretende ser revertida, sobre todo dotando a los mismos estudiantes de herramientas que les permitan fortalecer una postura crítica frente al consumo de sustancias.

    Lorena Castro, coordinadora comunal de Senda Previene, Elige Vivir sin Drogas de la comuna de Ovalle detalló que actualmente se están implementando en los establecimientos educacionales dos programas.

     

    Uno de ello es el Programa PrePara2 que, en  Ovalle,  entrega material de forma 100% online para prevenir este consumo,  “este material apunta a fortalecer todas las habilidades socioemocionales de los niños, niñas y adolescentes, para fortalecer en ellos una postura más crítica frente al consumo de alcohol y drogas, y que se trabaja a través de sesiones. Para este año se planea trabajarlo de manera online 100% y estamos afinando los últimos lineamientos para empezar a implementarlo”, sostuvo Castro.

    El segundo componente es un trabajo que se viene realizando con establecimientos educacionales de manera focalizada, “en nuestra comuna son seis establecimientos de básica que de acuerdo a los niveles de desarrollo preventivo que logren en este año podríamos ya egresarlos, porque ellos trabajan desde el año 2015 con nosotros”, sostuvo la coordinadora de Senda Previene, explicando que con este trabajo focalizado se pretende, “fortalecer o desarrollar culturas preventivas en las instituciones, es decir establecer una cultura preventiva a nivel educativo institucional”.

     

    Otras estrategias que se implementará a nivel educacional es  “Elige Vivir sin Drogas”, que si bien se está trabajando desde el 2021, “este año la vamos a retomar con todo para poder implementar acciones que vayan abordando a los adolescentes de una manera conjunta, abordando a la familia, a la escuela, poder ver como establecemos o diseñamos actividades para que puedan hacer un buen uso del tiempo libre con su grupo de pares”, indicó Castro.

     

    NORMALIZANDO LOS CONSUMOS EN MENORES DE EDAD

    Una de las realidades más preocupantes con respecto al consumo de alcohol y drogas en menores de edad es que se está normalizando en los mismos hogares de los estudiantes, este hecho quedó demostrado en la última encuesta realizada por la institución en la que se muestra un descenso en cuanto a la percepción de los estudiantes sobre la desaprobación que manifestarían sus padres ante conductas de consumo de alcohol y marihuana, percepción que viene bajando de forma sostenida desde el año 2011.

     

    “De acuerdo al último instrumento que pudimos aplicar en la comuna y que es algo inédito para nosotros, la encuesta Juventud y Bienestar, nos dice que los estudiantes efectivamente están consumiendo más, pero también nos dice que lo están haciendo en sus propias casas o en las casas de otros, lo preocupante aquí es la normalización del consumo principalmente de alcohol y marihuana por parte de las familias”, explicó Castro, añadiendo que “muchas veces el discurso que nosotros escuchamos de parte de los papás y adultos responsables es que prefieren que los menores de edad tomen en su casa a que tome afuera y finalmente se va validando un consumo a temprana edad”.

     

    Castro aseguro que el consumo temprano, “desde los 15 o 16 años que es el promedio de inicio”, es preocupante por varios factores, especialmente porque aumenta el nivel de adicción. “Ellos están en un ciclo vital de desarrollo cerebral y el consumo de alcohol está comprobado hay estudios que señalan que consumir a temprana edad aumenta la probabilidad de volverse dependiente en cuatro veces y de acuerdo a la experiencia nuestra de la detección de usuarios por consumo problemático las drogas de inicio siempre son alcohol y marihuana, entonces se le ve como algo inofensivo pero que en algún momento permite un policonsumo o un consumo de otro tipo de drogas”.

    Para hacer frente a esta problemática la profesional explicó que “contamos con charlas de fortalecimiento de las habilidades preventivas parentales para no normalizar el consumo y que este se pueda desarrollar después de los 18 años”, sosteniendo que “quizás parece exagerado, pero finalmente apunta a que el cerebro se encuentra en desarrollo y cualquier sustancia extraña que ingresa al organismo va a generar un desorden y ese desorden tiene directa relación con generar una adicción”.

     

    ACTIVIDADES MASIVAS

     

    Además de los programas antes descritos, la oficina está preparando cuatro actividades masivas en el contexto del programa Elige Vivir sin Drogas que se efectuarán en abril.

    “pensamos hacer clínicas deportivas itinerantes con varias disciplinas, en Sotaqui, Barraza, Cerrillos de Tamaya y Ovalle”, indicó Lorena Castro.

     

    EFECTO DEL ALCOHOL Y OTRAS DROGAS EN ADOLESCENTES

     

    Es importante mencionar que los niños, niñas y adolescentes son un grupo de riesgo, ya que el consumo de alcohol a temprana edad se asocia con la alteración del desarrollo cerebral, mal desempeño escolar, mayor probabilidad de deserción escolar, disminución de la satisfacción vital y los logros, entre otros. La marihuana, en tanto puede gatillar psicosis y cuadros de delirios y alucinaciones que ponen en riesgo a quienes la consumen, la cocaína tiene efectos adversos como complicaciones psiquiátricas,  (irritabilidad, crisis de ansiedad, disminución de la memoria y de la capacidad de concentración). Además, está la “sicosis cocaínica”, que consiste en un brote de ideas paranoides que llevan a la persona a un estado de confusión, pudiendo producir crisis de pánico y alucinaciones. Los psicofármacos, en tanto, son sustancias químicas que actúan sobre el sistema nervioso central y que se usan para el tratamiento de los trastornos de la salud mental. Estos son recetados para tratamientos médicos y bajo supervisión profesional por tiempos limitados, sin que tengan mayores consecuencias. Sin embargo, el riesgo aumenta cuando las personas se automedican, provocando trastornos del sueño, irritabilidad, crisis de pánico y depresiones.