Ayer se cumplieron cinco meses desde la balacera que terminó con la vida de Jhans Ceballos (26) y su hija Agustina (6). Desde entonces, su familia ha tenido que enfrentar el proceso más duro que les ha tocado vivir, y que ha dejado a su paso un sinfín de emociones. Dolor, rabia e impotencia, son sentimientos que no han mermado con el tiempo, sino que, por el contrario, se han intensificado.
Hoy se cumplen tres semanas desde que Miguel Vega Pérez, alias “El Chuma” (29), imputado como autor del doble homicidio, escapó desde una comisaría en Buenos Aires, Argentina, donde fue detenido tras una alerta de captura internacional luego de meses a la fuga.
“Recibí la noticia totalmente desesperada, porque estábamos tan felices de que por fin lo habían atrapado después de cuatro meses, ¿y se escapa al otro día?, no lo entiendo”, comenta Susana Ite, madre de Jhans a través de un contacto telefónico con El Día.
La mujer relata que lo han pasado “pésimo” desde el 23 de enero, cuando supieron los detalles del asesinato.
“Perdí a mi único hijo hombre, a la única hija que él tenía, mi nieta; así que imagínese cómo estamos, muy mal, porque ese monstruo –porque no sé cómo más decirle y no voy a decir un garabato- los mató aún con mi hijo pidiéndole, suplicándole, que por favor no le hiciera nada a su hija”, agrega la afectada.
Sin poder vivir su duelo con tranquilidad, Susana pide a las autoridades responder y dar nuevamente captura al imputado. Afirma que desde hace tres semanas, cuando el fiscal de Ovalle, Herbert Rohde les informó de la evasión del sujeto en Argentina, no han tenido mayor información, fuera de lo que han conocido extraoficialmente, “averiguando por aquí y por allá”, describe.
Captura y huida de el chuma
Miguel Vega Pérez fue identificado desde el primer minuto como presunto autor del doble homicidio. Según la investigación, la noche del 23 de enero perseguía a Jhans Ceballos Ite por las calles de Ovalle a bordo de un vehículo, hasta darle alcance y matar al joven y a su hija, que lo acompañaba en su automóvil.
Por meses estuvo prófugo, evadiendo a las policías que llegaron a allanar entre 7 a 8 domicilios para poder ubicarlo. Incluso, escapó al norte, hasta Iquique, donde se le perdió el rastro por un tiempo.
A través de una alerta roja de Interpol, “El Chuma” fue rastreado, detectado y detenido en la capital del país vecino, donde se hospedaba en un hostal, pero solo duró un día detenido, ya que escapó de la comisaría sin dejar rastro.
¿Qué se sabe sobre la evasión? Vega Pérez se encontraba bajo custodia de la Policía de la Ciudad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuando elaboró su plan de escape. Específicamente se encontraba en el Anexo de la Comisaría Vecinal 1C.
Según fuentes de El Día en Argentina, “El Chuma” intercambió ropa con otro detenido, haciéndose pasar por él. Se trataba de un hombre que había sido aprehendido el día antes en la Plaza de la Constitución por un intento de robo, y que iba a ser liberado ese día.
Cuando llegó la orden judicial de liberar a este segundo individuo, Miguel Vega salió caminando de la comisaría y aunque la Policía de la Ciudad dio la orden de buscarlo en las inmediaciones de la unidad tras dar cuenta del error, fue imposible localizarlo.
Actualmente, la División de Búsqueda de Fugitivos y Extradiciones de la Policía Federal Argentina (PFA) lleva adelante su búsqueda. Desde la entidad, indicaron a El Día durante la tarde de ayer que aún no hay novedades.
Según confirmó el Ministerio Público Federal a medios argentinos, tres efectivos de la Policía de la Ciudad fueron detenidos tras el escape y luego fueron excarcelados, quedando suspendidos de sus funciones y en calidad de imputados en la causa penal por evasión que lleva adelante la Unidad de Flagrancia del área Este.
Queda por determinar si se trató de un error por parte de los efectivos o si tuvieron un rol activo en la huida, así como las circunstancias en que cambió de ropa con el segundo detenido, lo que es materia de investigación.
Familia presentará querella
Susana Ite recalca que como familia tienen “muchas preguntas pendientes”.
Según la información manejada por la madre de Jhans, las autoridades se dieron cuenta del escape recién 16 horas después de que se produjo.
“Le pregunto al fiscal (Rohde) que cómo se les va a escapar y me responde que no sabe. ¿Cómo lo van a confundir? Si ellos (los policías) están preparados para reconocer a la gente, una cara es inconfundible y por la ropa… no creo”, cuestiona la mujer.
“Si ellos se dieron cuenta en 16 horas, el tipo pudo haberse ido quizás para dónde. El fiscal me dice que no se puede escapar porque no tiene celular ni dinero, pero es un delincuente, él puede fácilmente asaltar a alguien y se escapa, puede que ahora esté acá en Chile, o en otro país, quién sabe”, añade.
Ite reclama que la Fiscalía de Ovalle no les ha dado acceso a la carpeta investigativa por la muerte de su hijo y su nieta, y confirma que buscan asesoría legal para presentar una querella, ante el lento avance de caso en la justicia. “El martes tengo una junta con la abogada para ver qué vamos a hacer”, sostiene.
Pero además, pretende seguir acciones legales contra las autoridades argentinas por lo sucedido.
“Si tengo gallinas encerradas en un corral ¿cómo van a salir si no las saco? Es imposible. Estamos también consultando con el consulado, viendo qué podemos hacer”, declara.
Familia descarta rencillas
Susana y su familia aún intentan buscar respuestas a lo sucedido ese 23 de enero, relatando los difíciles momentos que han vivido a raíz de los asesinatos.
Cabe señalar que las víctimas y el victimario eran vecinos. “Él vivía unos tres o cuatro pasajes más abajo”, comenta.
Si bien la principal teoría que maneja la Policía de Investigaciones (PDI) es la de rencilla entre ambos hombres, teoría que se mantenía al menos hasta la captura de El Chuma, Susana Ite lo descarta.
“No teníamos rencillas con él, los que tenían rencillas eran vecinos de más arriba, que habían tenido una pelea, pero mi hijo no tenía nada que ver, no tenía nada con él, así que la policía está totalmente equivocada”, señala, instando al esclarecimiento de los hechos.
“Lo que yo quiero saber es por qué lo hizo, es la pregunta que todos nos hacemos, ¿ahora nadie puede salir a dar una vuelta con su hijo porque lo van a matar a la vuelta de la esquina? O yo me estoy volviendo loca, porque mi hijo no tenía problemas con él”, agrega.
Desde la noticia de la captura de El Chuma, los problemas han crecido y han dado lugar, ahora sí, a rencillas.
Se han registrado algunos altercados, incluso agresiones, uno de ellos en la Feria Modelo, donde ambas familias trabajan, una frente a la otra.
Susana afirma que comenzaron a recibir amenazas desde el primer día de la detención del individuo en Buenos Aires, con mensajes a través de Facebook que indicaban que “no iba a haber justicia”.
“Al otro día me llaman y me dicen que se había fugado, entonces qué puedo pensar yo”, cierra.
El buscado chuma
“El Chuma” es un apodo que se hizo conocido en Ovalle a raíz de una serie de delitos cometidos por Miguel Vega Pérez en la comuna limarina. Para los policías no era alguien desconocido, de hecho, había sido varias veces detenido.
Según información recabada por El Día, al momento de su captura en Argentina, el hombre de 29 años tenía órdenes de detención vigentes por los delitos de receptación y amenazas, además de los homicidios de Jhans y Agustina Ceballos.
Pero no son los únicos antecedentes que figuran en su historial, el sujeto cuenta con registros de diferentes ilícitos, entre hurtos, amenazas, lesiones menos graves, receptación, porte de armas de fuego y robo en lugar habitado; hechos que lo llevaron a ser rápidamente identificado.
Su último hecho conocido es la evasión desde la Policía de Buenos Aires, por lo que se tramitaba su extradición desde Chile cuando escapó de la comisaría.
Al cierre de esta edición, no había claridad sobre su paradero, pero se encuentra activa la alerta roja de captura internacional emanada por la Interpol.