Centro de Formación Matemática Patricio Gallardo Rivera consigue altos puntajes en la PSU

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    En la imagen, algunos de los puntajes destacados de PGR. De izquierda a derecha; Cristian Álvarez (623 puntos), Josefina Henríquez (850), Patricio Gallardo, Camila Fiedler (809), Pedro Pablo Alfaro (708) y Maximiliano Álvarez (760).

    Josefina Henríquez (17) y Camila Fiedler (18), consiguieron 850 y 809 puntos en la PSU, respectivamente. Ambas se prepararon en el Centro de Formación Matemática Patricio Gallardo Rivera.

    PUNTAJE NACIONAL EN MATEMÁTICA

    Josefina Henríquez (17) quiere estudiar ingeniería civil en la Universidad de Chile, pero todavía no está del todo segura. Con el puntaje que obtuvo probablemente pueda postular a todas las carreras que quiera en el lugar que desee. 

    Esta ex alumna del Colegio Amalia Errázuriz, sorprendió en la prueba  de matemática, ya que obtuvo nada menos que puntaje nacional en matemática con 850 puntos, mientras que alcanzó 809 en ciencia y 796 en lenguaje.

    “Fue súper satisfactorio porque mi esfuerzo rindió frutos. Me esforcé harto este año como para poder lograr el puntaje que saqué”, dice sobre su primera impresión al enterarse de los resultados.

    La futura ingeniera recuerda que se mantuvo tranquila el día de la prueba, más aún al tener la noción de la preparación intensa que tuvo. “No me puse nerviosa y creo que eso me jugó a favor porque estaba calmada y los nervios no me jugaron en contra. Sabía que no me iba  a ir mal porque me había preparado todo el año.  No tenía por qué irme mal”.

    Sobre el apoyo que le brindó su preparación en el Centro de Formación Matemática Patricio Gallardo Rivera, destaca, “aquí me perfeccioné mucho porque cuando chica tampoco era tan buena en eso. En el centro aprendí el método, la perseverancia y también le agarré el gusto a la matemática”. En ese sentido la joven sacó el máximo provecho a sus estudios en el centro, “siempre pedía más material para poder seguir preparando la PSU, eso me jugó mucho a favor, hice mucho material. Cada vez que le pedía al profesor (Gallardo) siempre me brindaba ese material que necesitaba”.

    Al recoger su testimonio se evidencia su perseverancia, ya que cuenta que los facsímiles que desarrollaba tenían al menos 400 alternativas de ejercicios.

    “Todos estaban súper felices por mi resultado. Creí que me iba a ir bien pero no me esperaba puntaje nacional, no creí que iba a ser tan bueno”, concluye.

    FUTURA DOCTORA

    Camila Fiedler (18) fue otro de los puntajes sobresalientes.  La también ex alumna del Colegio Amalia Errázuriz, afirma que su primera opción para postular será la carrera de medicina en la Pontificia Universidad Católica. En la prueba de matemática consiguió  nada menos que 809 puntos, en tanto en lenguaje 654 y en ciencia 819. Al igual que Josefina, ella preparó la PSU en el Centro de Formación Matemática Patricio Gallardo Rivera.

    Revela que hace años que sabía que lo suyo era la medicina, por eso es que se enfocó en sus estudios y en la temida prueba, “fue un trabajo continuo en el colegio, prestar atención, tener un buen promedio todos estos años. Además estuve en un preuniversitario desde tercero medio, no para aprender, más que nada para practicar y hacer ejercicios”.

    Si bien ella esperaba resultados positivos en matemática, no se imaginó la magnitud, “estudié, estaba confiada, sabía que no me iba a ir mal, pensé que iba a sacar 700 y algo pero igual superó mis expectativas”.

    Todas las jornadas de ejercicios le brindaron una sensación de seguridad a la hora de rendir la PSU, “los días anteriores me costaba dormir pero no por los nervios, sino que por ansiosa, al llegar a la prueba estuve tranquila, era una prueba más, si había estudiado tenía que estar tranquila para darla”.

    Desde su experiencia exitosa, esta futura doctora entrega un consejo a quienes no consiguieron el resultado que necesitaban, “tampoco la PSU define la vida, no se va a morir por ello, si uno no está seguro con el puntaje que tuvo y entra a algo que no quiere, igual debería prepararse para tener lo que en verdad uno quiere y perseverar”. 

    FÓRMULA DEL CENTRO

    En ambos casos y en tantos otros, el trabajo del Centro de Formación Matemática Patricio Gallardo Rivera fue un gran apoyo.  Es así como,  por segundo año consecutivo,  ese recinto se posiciona como unos de los más exitosos en cuanto a preparación matemática se refiere. El mérito no es menor considerando que PGR fue fundado hace sólo dos años. 

    Cabe destacar que Gallardo -quien lidera el centro – tiene una vasta trayectoria en el campo de la docencia, ya que entre otras cosas, fue director del Colegio Amalia Errázuriz durante 24 años.

    En cuanto a la fórmula de este éxito, el docente explica, “creo que el tema de nuestra carrera de pedagogía tiene que ver con una cosa fundamental, desde mi perspectiva, uno tiene que ver con la vocación, que a uno le guste lo que hace, que no llego a la sala obligado y en nuestro ámbito es tremendamente importante, que los alumnos confíen en uno y para eso necesito amar mi carrera”.

    Para él es relevante entender al estudiante, “yo siempre me dediqué a estudiar pensando en responder las necesidades del alumno; uno tiene niños inteligentes en todas partes, en cualquier colegio, no tiene nada que ver con clases sociales ni con todo este cuento político que se vende.  De manera que obviamente como profesor debo estar preparado para ayudar a ese tipo de niños, el que tiene más capacidades más allá de la media y para eso tengo que entender cómo piensa, conocer sus expectativas y tratar de satisfacerlas, eso es lo que hago y por eso me buscan”.

    Acerca de la metodología impartida en el Centro de Formación Matemática, Gallardo añade, “está dividido en dos sectores, uno que tiene que ver con el trabajo que hago de octavo a tercero medio, tiene que ver con el desarrollo de habilidades y destrezas, eso más allá del tema de conocimiento matemático, lo que pretendo es que pierdan el miedo a matemáticas y tengan las herramientas básicas para poder manejarse”.

    El profesional asegura que en cuanto a la PSU, “los chicos llegan (al centro) buscando buenos puntajes, evidentemente quieren aspirar a buenas carreras, medicina, derecho, odontología y para necesitan alguien que les exija y les entregue las herramientas. Uno tiene que transmitir la confianza de que es posible”.