Tres partidos sin triunfos sumaba el Club Social y Deportivo Ovalle, sufriendo derrotas en condición de visitante ante Quintero Unido y CEFF Copiapó, más un empate como local ante Cultural Maipú.
Esos resultados desencadenaron en modificaciones en la dirección técnica del equipo, la que quedó a cargo de una comisión liderada por Juan Carlos Ahumada y otros referentes históricos de la institución.
El primer desafío sería ante el colista del grupo norte de la Tercera B, Coliseo de Algarrobo. Aunque cabe consignar que el equipo del litoral central venía subiendo su rendimiento en las últimas fechas.
De esta manera, ovallinos y algarrobinos se enfrentaron el pasado sábado en el Estadio Municipal de Punitaqui.
El nerviosismo se hizo sentir en el “Equipo de la Gente” durante los primeros minutos, y fue así como el primer tiempo terminó con el marcador en blanco. No obstante, en el segundo lapso los limarinos “sacaron las garras” para quedarse con una sólida victoria por 4 a 0.
Para el triunfo ovallino anotaron Eduardo Carvajal, Esteban Guerra, Samuel Avilés y Esteban Ahumada, regalando una alegría a los fieles hinchas del “Social” que llegaron hasta la “Tierra de los Molinos”.
RESCATE DE LA IDENTIDAD
Tras el triunfo ante Coliseo, Juan Carlos Ahumada dirigió sus palabras para recordar los inicios del club en 2016, cuando se partió desde cero y se avanzó gracias al apoyo desinteresado de jugadores y de diferentes personas vinculadas al deporte local. Rodolfo Soto, Edmundo “Kico” Rojas, Vladimir Castillo, Navor Pastén padre, César Valencia, Abner Ramírez, Rodrigo Ravanal, son algunos de los nombres que destaca el entrenador ovallino para la historia de la institución.
“Hacíamos de todo (…) eso es lo que debemos rescatar, esa voluntad, esa colaboración, esa mística. Todo tiempo bueno se añora, pero las nuevas generaciones deben aprender de esto”, puntualiza Ahumada.
En esa línea el estratega agrega que “deben saber que el primer plantel jugaba con amor por una camiseta, hicieron los más nobles esfuerzos y sacrificios. Hicimos todo por ascender en varias temporadas, y si hasta hoy no lo logramos, nadie nos puede decir que es por falta de esfuerzo. Hay recuerdos imborrables y hazañas memorables, hay triunfos y alegrías en medio del dolor de perder seres queridos. Existimos personas que amamos este club, es parte de nuestra existencia, está ahí la diferencia entre ser hincha o simpatizante, entre querer o amar. A nadie se obliga a amar, eso nace desde el alma. Ese amor al club es la convicción y confianza que intento traspasar a los planteles, que puede influir en lograr buenos resultados”.
De esta forma, el estratega concluye que “hemos crecido, somos un club más allá de un plantel y primer equipo, somos una institución, nos extenderemos más allá del fútbol. Necesitamos de todos y todas las personas que crean que es posible tener un club de la comunidad, que el fútbol sea del pueblo. Nosotros nos iremos un día, pero el Club Social y Deportivo Ovalle seguirá existiendo, disputando ligas mayores y en varias disciplinas deportivas”.