Si durante varias semanas se organizaron actividades para celebrar el Día del Niño, el cierre del mes dedicado a los pequeños no podía pasar desapercibido.
Con esa premisa, los trabajadores de la Biblioteca Pública Municipal Víctor Domingo Silva organizaron y convocaron a varios jardines infantiles a participar en el cierre del Mes de la Niñez, en el que los regalonearon con sorpresas, colaciones sanas, música, y distintas actividades literarias lúdicas que fueron la delicia de los pequeños y acompañantes.
“Fue una jornada muy alegre, muy fluida, no hubo momentos de aburrimiento. Desde que comenzó la actividad, captaron la atención de los niños y ya no la soltaron. Los niños disfrutaron mucho la exposición de los monstruos, los cuentos, todo. Fue una continuidad de actividades que lograron captar la atención de los pequeños”, expresó Solange Morales, educadora de párvulos del Colegio Helene Lang, quien destacó el trabajo de los organizadores para que los niños pudieran reconocer a los personajes de los cuentos infantiles.
En tanto, la directora de la Escuela Marcos Pizarro, de San Julián, Mariana Álvarez, valoró la actividad señalando que es una actividad recreativa para los estudiantes pero que deja muchas enseñanzas a los pequeños.
“Los niños pudieron sociabilizar con niños de otros colegios, y tuvieron además la oportunidad de salir a otro ambiente distinto a lo que es la sala de clases y del mismo colegio. Poder compartir y tener otras vivencias es muy importante para ellos, sobre todo para quienes no tienen tantas oportunidades de salir a otros lugares. La actividad cultural fue muy buena, los niños disfrutaron mucho los títeres”, resaltó Álvarez.
Por su parte la directora de la Biblioteca, Reina Pérez, destacó que asistieron más de 150 niños de cuatro colegios: del Helene Lang, del Marcos Pizarro de San Julián, de Mateitos, y de Habla Palabra Norte.
“Nuestro personal hizo un cuento dramatizado, además de dirigir juegos y canciones; nos acompañaron la Gitana y el Grifo de la Agrupación Literaria Lancuyén, y el tío Víctor Manuel con una clase de Zumba. Fue una actividad que hicimos con cariño porque todos llevamos un niño dentro, la edad es solo un número”, expresó Pérez.