Con el pie izquierdo fue el comienzo del CSD Ovalle. El equipo limarino perdió 3-2 en su debut en el campeonato oficial de Tercera B ante Ferro Lampa en la región Metropolitana, desaprovechando las oportunidades que se dieron durante el partido.
Los primeros 20 minutos fueron de exclusivo dominio ovallino, donde la tenencia y las llegadas al arco contrario fueron la clave. Sin embargo, no pudieron materializarlas en gol. Este aspecto lo aprovechó el local, quienes se pusieron en ventaja. Con el 1-0 parecía que habría reacción, situación que no aconteció, ya que los locales se fueron al descanso con un 2-0.
El descanso sirvió para que el técnico Juan Carlos Ahumada impartiera instrucciones y remeciera a los jugadores. Fue así como una de las incorporaciones de la presente temporada, Ángel Portilla, marcó el primer descuento. Tras un pase de Diego Jeria, el delantero marcó una diagonal al ingreso del área, bajó el balón de pecho y remató al costado derecho del cuidavallas de Ferro Lampa.
“Sabíamos que teníamos que ganar este partido. Lo tuvimos controlado, pero no supimos mantener el ritmo. Triste por la derrota y no queda otra que levantarnos de esto para el próximo partido”, sostuvo Portilla.
La remontada parecía venir, sobre todo que el conjunto local sufrió la expulsión de dos de sus jugadores. Oportunidad propicia para que el equipo se fuera con todo al ataque. Pero la ansiedad demostrada, según su técnico, pasó la cuenta y Ferro Lampa se encargó de poner el 3-1.
Baldazo de agua fría, que Robinson Barrera se encargó de entibiar con el segundo descuento limarino y sellar el definitivo 3-2. El técnico Ahumada tuvo respuestas ante el bajo rendimiento exhibido en la región Metropolitana.
Tenemos que ser muy autocríticos. Los únicos grandes responsables somos nosotros, primero yo. Nos preparamos con mucha antelación, con buenos jugadores y plantel numeroso. Debimos haber demostrado (…) Ellos nos llegaron una vez y nos convierten. Ellos quedaron con nueve jugadores a falta de 20 minutos, donde debimos haber convertido. Pero entramos en un fútbol errático, no se vio la actitud acostumbrada”, comentó el técnico.
Pese a alinear a tres delanteros en cancha, el CSD Ovalle no demostró la intención de atacar en el segundo tiempo. “El tema pasó por la toma de decisiones, se vieron demasiado ansiosos, ya que teníamos dos jugadores de ventaja. No había tranquilidad”, agregó.
El CSD Ovalle tendrá que sacudirse de su tropiezo inicial, ya que este fin de semana enfrentará a CSD Aguará en condición de local, en la segunda fecha de la zona norte de la Tercera B.