Comunas rurales en alerta por escalada del crimen organizado

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    Los sectores donde existiría menor vigilancia están siendo propensos para la concreción de ilícitos vinculados a las drogas. Se han realizado decomisos, pero los traficantes siguen operando.

    “Ya no damos más”. Con esta frase, el alcalde de Monte Patria Camilo Ossandón describe la situación que están viviendo en términos de delincuencia en la comuna. Asegura que “los narcotraficantes se han tomado algunos sectores de la ciudad” y operan a su antojo, sembrando el miedo entre los habitantes de la zona. “Todos los días, nosotros estamos atendiendo llamados de gente que duerme en la cocina de sus casas, porque es el único lugar que tiene paredes firmes que puede aguantar un disparo”, afirma el edil, dando cuenta que la “guerra entre bandas” rivales está desatada. 

    Llegando a lo rural

    Hace un par de semanas un reportaje de Diario El Día reveló una compleja situación que se estaría produciendo en el sector de Las Compañías, en La Serena. De acuerdo a los antecedentes recabados por este medio, un conflicto entre organizaciones delictuales vinculadas al tráfico de drogas, ya tenía como consecuencia un saldo de al menos 3 muertos y una persona desaparecida, lo que graficaba el cómo, de a poco, y aproximadamente desde el año 2016, estos grupos comenzaron a operar adquiriendo un alto poder de fuego y expandiéndose en territorio, según informaron fuentes policiales. 

    Evidentemente, estas dinámicas que antes veíamos sólo por televisión, en noticias nacionales, o series de ficción, no sólo llegaron a las ciudades grandes de la región, sino que están en las zonas rurales conectados con otros grupos de comunas urbanas. De ello, da cuenta el edil de Monte Patria, quien, además, afirma, existe sensación de impunidad. “Llevamos tres años haciendo las denuncias correspondientes, pero no pasa absolutamente nada, no tenemos resultados, ni a nadie que haya sido condenado. La verdad es que vemos una indiferencia por parte de los investigadores y los carabineros están claramente sobrepasados”, puntualiza Ossandón. 

    En la actualidad, quienes más problemas estarían generando en términos de aumentar la percepción de inseguridad en los vecinos serían precisamente dos grupos delictuales que tuvieron una disputa, previo al año nuevo, y que se han venido enfrentando prácticamente todos los días por las calles de la ciudad, no solamente durante las noches, sino que a plena luz del día. Se trata de dos hermanos que atacaron a un individuo conocido como “El Maicata” quien posteriormente, intentó cobrar venganza y fue hasta la casa de sus agresores, donde habría percutado disparos en el domicilio de Villa Los Lagos. Desde ese momento, las idas y venidas, que incluyen peligrosas persecuciones en vehículos y balaceras, no han cesado, e incluso ha tenido que intervenir Carabineros, pero sin mayores resultados. “Se ha instalado el tema de que el narcotráfico ha superado a la institucionalidad”, enfatizó el alcalde. 

    Reunión con el general 

    Por todos estos motivos, y con el interés de que esto se pueda frenar, por más que se vea complicado, el alcalde Ossandón se reunió con el general de Carabineros jefe de la IV Zona, Rodrigo Espinoza. Durante el encuentro, se abordó la problemática de la delincuencia en toda su magnitud, sobre todo la que está asociada al narcotráfico. “Expresamos nuestra tremenda frustración de ver cómo nos vemos postergados en términos de seguridad. Eso se lo dijimos al general, porque ellos, como uniformados son los que están en la primera línea del combate a la delincuencia. Ahora, por supuesto que entendemos que esto se trata de un todo, donde interviene Fiscalía y la PDI, y todo repercute en que finalmente los delincuentes no se vayan presos”, indicó. 

    También hizo presente la falta de contingente policial, a lo que se suma la “desventaja” en la que estarían los propios carabineros respecto de los delincuentes. “No sacamos nada con tener un funcionario policial con un revólver, si por otro lado tenemos a un narco con una metralleta. Entonces, hay que resolver las cosas en su conjunto, de lo contrario vamos a perder la batalla contra la delincuencia, y yo te digo, hasta ahora sí la vamos perdiendo”, enfatizó Ossandón, agregando que, hoy día en muchas poblaciones y localidades rurales de la región, “la gente ni siquiera se atreve a denunciar los delitos, porque abundan las drogas, abundan los narcos, abundan las armas y las personas tienen miedo a morir”. 

    Una realidad que se repite

    Lo de Monte Patria no es asilado. En otras comunas rurales, que otrora, se pensaba eran mucho más tranquilas, hoy la situación ha cambiado drásticamente. Un ejemplo de ello es Punitaqui, donde según afirma el edil Carlos Araya, las condiciones de seguridad en las que vive la ciudadanía distan mucho de lo óptimo, y los delitos asociados el narcotráfico están a la orden del día. De hecho, este año ya se han registrado procedimientos asociados a estos ilícitos como el ocurrido el sector de El Divisadero, donde se incautó droga y armas a un grupo de antisociales, pero no es suficiente para terminar con la creciente escalada delictual. “Estamos en mal pie. Muchas veces Carabineros ni siquiera cuenta con vehículos suficientes para realizar el patrullaje y nosotros como municipio hemos tenido que apoyarlos muchas veces, pero no siempre podemos”, expresó Araya. 

    Por lo mismo, durante la visita que realizó el alcalde a Santiago la semana pasada, se reunión con el jefe de Logística de Carabineros a nivel nacional, el general Ramón Alvarado, quien conoce ampliamente la Región de Coquimbo, ya que fue jefe de la IV durante el 2018. En el encuentro, Araya le planteó la situación al alto mando, solicitando una inyección de recursos en la zona para dotar de mayor cantidad de funcionarios con la debida preparación. “Te pongo un ejemplo, en algún minuto nosotros les donamos dos motos para que se pudiera patrullar, sin embargo, no hay personal en Punitaqui capacitado para manejar estos vehículos. Entonces, se lo manifestamos el general Alvarado, junto a otras cosas, y todo fue muy bien recibido, y quedamos en buscar soluciones”, especificó Araya. 

    Miedo latente

    El alcalde relató que ha conversado en terreno con la gente de algunas poblaciones en los sectores más rurales de Punitaqui, y le han relatado hechos que escapan a toda norma de convivencia dentro de la legalidad. “Las personas tienen miedo. Hace poco un grupo de sujetos andaba cometiendo delitos con vestimenta de la PDI, se escuchan balazos en varios sectores por la noche. Y esto se va masificando si no se le pone atajo rápidamente, por eso que estamos haciendo gestiones, porque la delincuencia vinculada al narcotráfico crece como una bola de nieve y después va a ser imposible contenerla en nuestra zona”, sostuvo. 

    Combarbalá con dificultades

    En la comuna de Combarbalá también han visto cómo la delincuencia se ha ido germinando poco a poco en sectores rurales, pero no se trata de delitos menores, sino que asociados a grupos con un nivel de organización y que están en posesión de armamentos. “Estamos siendo testigos de una profesionalización en la comisión de los delitos. Existen bandas dedicadas a varios ilícitos, y la gran mayoría tiene vinculaciones con grupos más grandes, organizaciones”, manifestó el edil Pedro Castillo. 

    Las drogas y el tráfico son un factor principal en esto y el alcalde lo tiene claro. “Se han hecho llegar una serie de antecedentes a las policías y hemos tenido acercamientos con la fiscal jefa de la comuna. A ella le planteamos que se requieren investigaciones respecto al tráfico y microtráfico. Vemos cómo este fenómeno incide en los delitos, pero, además, estamos viendo el deterioro en los jóvenes que son consumidores, que se les nota en su físico que la droga ya está haciendo estragos en su organismo. Hay mucho por hacer, y la gente está muy preocupada”, enfatizó. 

    Carabineros busca soluciones

    Consultados desde Carabineros, el general Rodrigo Espinoza, jefe de la IV Zona expresó estar consciente de la realidad y peligrosidad de las bandas organizadas con alto poder de fuego. “Se trata de una problemática que nos preocupa y que nos ha llevado a intensificar nuestra labor preventiva e investigativa, a fin de reducir cualquier riesgo (…)  Nuestra misión principal, es darle seguridad a la comunidad, que la gente se sienta tranquila. Y para eso, debemos trabajar desde distintos ámbitos, con presencia, con prevención y con cercanía. Lo primero, es conocer las inquietudes de los vecinos y para ello, estamos trabajando en encuentros comunitarios y diálogos vecinales (…) Estamos trabajando. A modo de ejemplo, debo mencionar la importante labor del OS7, que solo en lo que va del año, ya ha logrado decomisar el equivalente a más de diez mil millones de pesos en marihuana, sembrada en plantaciones ubicadas en Limarí y Choapa”, puntualizó Espinoza. 

    Puso acento a la importancia de la importancia de hacer las denuncias, ya que de ello depende la planificación. “Es vital que los vecinos nos informen de manera formal, es decir, no por redes sociales, sino que, a través de una denuncia concreta, cuando sean víctimas o testigos de algún delito. Agradezco la reunión que este miércoles sostuvimos con el alcalde de Monte Patria, porque nos permite coordinar nuestro trabajo de mejor forma en beneficio de la seguridad de la comunidad”. 

    ¿Falta contingente?

    Respecto a la falta de contingente a la que aluden los ediles, Espinoza enfatiza en la importancia de comprender la labor policial en la actualidad que hoy es diversa y con una multiplicidad de roles. “Considero que todos quienes formamos parte de la Institución, realizamos un esfuerzo importante para trabajar por los vecinos, con los recursos humanos y logísticos disponibles. Ahora, claro, sería maravilloso tener a un carabinero en cada plaza, en cada parque o en cada lugar que la gente necesite, pero también resulta importante entender que el trabajo contra la delincuencia, debe ser de todos, porque todos podemos y debemos, aportar desde nuestro ámbito de responsabilidad”, remarcó, llamando a trabajar unidos en un contexto donde, admite, los delincuentes están siendo más violentos.