Con la finalidad de convertir las necesidades comunales en prioridades de la agenda provincial, se realizó una nueva sesión del año 2016 del Consejo Provincial de Seguridad Pública, acción que busca canalizar los recursos de las instituciones gubernamentales hacía las áreas y objetivos consensuados con los propios municipios, cumpliendo las funciones de conectores entre el nivel local y el gobierno central, sirviendo de garantes frente a las necesidades expresadas por las propias comunidades.
El principal objetivo de esta reunión, es portar a la implementación de acuerdos y prioridades de seguridad de las 5 comunas de la provincia, además de reforzar la conducción de los servicios descentralizados en torno al cumplimiento de las metas priorizadas, como también cumplir con lineamientos de los planes nacional, regional, provincial y comunal.
“Sostuvimos un nuevo concejo provincial de seguridad en el 2016, tuvimos participación completa de las comunas del Limarí y también tuvimos en esta oportunidad de conocer el diagnóstico de lo que se ha hecho a través del Plan de Seguridad para Todos, que está desarrollando la Subsecretaría del Prevención del Delito, además de entregarnos la posibilidad de dar a conocer los resultados de la Encuetas Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana, Enusc, la que nos proporciona la posibilidad de tener una mirada y visión regional respecto a este tema”, enfatizó el gobernador Wladimir Pleticosic. En el encuentro, cada comuna dio a conocer sus estados de sus acción respecto a seguridad, mientras que otras aprovecharon también de dar a conocer sus avances.
A la cita, también asistieron instituciones públicas relacionadas con esta temática, como la Fiscalía Local, PDI, Carabineros, además de miembros del Consejo para la Sociedad Civil de la comuna Ovalle.
Focalización territorial
Con la finalidad de intervenir barrios vulnerables, el consejo tiene un eje consistente en focalización territorial, que busca abordar a nivel nacional los esfuerzos para abordar la delincuencia, concentrándose especialmente en cada comuna, en sus sectores críticos o con presencia de crimen organizado, y en centros cívicos con alta circulación de población flotante con concentración de delitos y problemas asociados.
La denominación de barrios vulnerables, amagados o estigmatizados, se refiere a aquellos que, junto a concentrar un importante número de desventajas sociales y económicas, enfrentan actualmente un nivel importante de violencia en la calle, producto de la presencia de redes de narcotráfico y microtráfico. Estas áreas deprimidas social y económicamente, son actualmente focos de violencia y delincuencia.
En tanto, la violencia organizada se refiere al significativo aumento del porte de armas en estos barrios. Asimismo, la violencia del narco y microtráfico han incidido negativamente sobre el nivel de cohesión social entre los vecinos, lo que produce el alto nivel de temor y gran inseguridad que manifiestan sus habitantes e influye sobre la violencia que se ha instalado de manera significativa en los espacios privados como hogares y escuelas. Se legitima la violencia y la delincuencia, lo que amenaza con influenciar negativamente cada vez a más adolescentes.
El abordaje exitoso de esta problemática requiere de varios pasos como la identificación y cuantificación de estos barrios en el territorio con un diagnóstico profundo y cualitativo de los problemas particulares que los aquejan, además de presentar una documentación y evaluación formal de las iniciativas en curso y de las respuestas locales y comunitarias existentes; la difusión de buenas prácticas; el desarrollo o perfeccionamiento de metodologías de trabajo y la generación de redes locales. En este caso, el enfoque de trabajo comunitario y local resulta prioritario en materias de diagnóstico y abordaje de estas problemáticas. o1301i