Sintiendo de alguna manera estar aludido en las declaraciones del gobernador limarino Darío Molina acerca de los cargos políticos “atornillados” por la gestión anterior, el ex regente provincial Cristian Herrera se comunicó con El Ovallino para fijar posición y hasta hacer algunas recomendaciones al respecto.
“Fueron muy desafortunadas las palabras del gobernador, lo primero sería pedirle que baje las revoluciones de sus declaraciones. La gravedad de sus palabras radican en varios aspectos, primero en que públicamente denigran y ponen rostro a personas que ejercen una labor en el servicio público, segundo, que muestra una falta de manejo para resolver un tema que es doméstico, porque en su casa los problemas se tienen que resolver puertas adentro”.
Considera Herrera que son casos que requieren de ponderación y paciencia por parte de un político de cargo provincial.
“Tengo temor de que lamentablemente esto se mantenga, porque si esta fue la reacción por un tema doméstico, cuando se vengan los temas reales no quiero ni imaginar cómo reaccionará con alguna protesta donde la comunidad demande. En situaciones de terremoto, cortes de agua, se necesita una autoridad ponderada y reflexiva para tomar las mejores decisiones en beneficio de la comunidad”.
Elevando el debate
Estimó el ex gobernador que si bien puede no ser cómodo trabajar con personal que políticamente de otra línea, es necesario llegar a puntos de encuentro para realizar un buen trabajo.
“Ojalá pueda el gobernador elevar el debate. Uno entiende que viene llegando a la zona y quizás no entiende lo que es la dinámica de la región y la provincia, pero por lo general nosotros resolvemos nuestras diferencias con conversaciones previas, no generando declaraciones incendiarias, yo le recomendaría que le bajara el tono a sus declaraciones”.
-¿Cuando usted asumió la gobernación, trabajó con cargos políticos heredados?
“Yo trabajé con personas que venían de la administración anterior, que yo los defino como cargos técnicos con quienes mantuve y trabajé con ellos sin tener mayores inconvenientes. Creo que eso pasa por la conversación que se tenga con cada uno, esas conversaciones son puertas adentro, en 2014 me tocó enfrentar una situación similar. Hubo gente que se fue, hubo gente que se fue a fin de año, otros se mantuvieron un par de meses más, y nunca se generó ruido en los medios de comunicación, porque son temáticas que son de la casa y que hay que solucionar puertas adentro”.
Por último hizo una analogía con respecto a sus palabras y esperando una posición más optimista.
“Condicionar el éxito de una gestión a la salida de una o dos personas me recordó a la selección chilena cuando en el pasado salía a jugar de visita, y los técnicos partían diciendo que estaba difícil por la altura, por los jugadores, por cualquier razón. Así que salían derrotados, aquí necesitamos una autoridad que comience ganadora”.