Las niñas, niños y adolescentes (NNA), están recién comenzando a vivir la vida, la que ellos esperan sea provechosa, feliz y llena de amor. Pero eso se ve truncado debido a los abusos sexuales a los que son sometidos algunos de ellos.
Actualmente a nivel país se ha visto aumentó significativo en los casos de abuso sexual, así lo muestra el último informe del Observatorio de Abuso Sexual Infantil y Adolecente en Chile, del SENAME, el cual arrojo que de un total de 24 mil denuncias de abuso sexual, y 18 mil son contra niños, niñas y adolescentes. Una cifra alarmante, pero que refleja lo que ocurre hoy en día con los menos y adolescentes del país.
Asimismo del total de denuncia señalado anteriormente 12 mil casos de abuso sexual o/y violación han sido comprobados por fiscalía, así lo demuestra la Ley de Transparencia, la cual fue publica por la Corporación de los Derechos Sexuales y Reproductivos (MILES). Además hubo un incremento en los ingresos de por delitos de violación a menores de 14 años, habiendo alrededor de 100 caso más.
En la Región de Coquimbo, las denuncias por abusos sexuales asignadas corresponden a niñas con un 268.58 por cada 100.000 habientes, mientras que a los niños a un 50,2 por cada 100.000.
Por otro lado, las cifras en la comuna, muestran que del total de 346 casos de niños, niñas y adolescentes que fueron atendidos en la Oficina de Protección a los Derechos de Infancia (OPD) 57% corresponde al sexo femenino y un 43% a masculino. Los rangos de edad que llegan a la institución corresponden a un 30% de adolescentes, 34% de niños entre 7 a 12 años y 36% de recién nacidos a seis años.
También en el último informe entregado por la OPD, se encuentran las causas de ingresos, las cuales indican que de los 356 usuarios atendido corresponde a víctimas de negligencia con un 33%, 3% a deserción escolar, 8% interacción conflictiva con los adultos a cargos, 3% interacción conflictiva en la Escuela, 10% peligro material o mortal del NNA, 5% por maltrato físico, 8% por maltrato psicológico, 4% víctima de abuso sexual infantil.
Abuso y violación sexual detonantes de una familia
Difícil es para un núcleo familiar recuperarse después de saber que sus hijos o hijas fueron víctimas de un abuso sexual o violación. Así es el caso de una familia ovallina, la cual ha sufrido en carne propia el condenable hecho.
Hace poco más de un años A.I.M , padre de familia se enteró de que su hijo menor (10) había sido víctima de reiteradas violaciones, las que se prologaron por 4años y además de que su hija (14) había sido abusada sexualmente. Ambos hermanos fueron víctimas de un vecino, el que lleva las iniciales M.A.M.
Esto bajo el contexto de que eran cercanos, ya que residían en la misma población. El acusado de iniciales M.A.M, aprovechaba los momentos en los que menores se encontraban sin supervisión de adultos.
El padre al verse enterado realizó todo el conducto regular que se requiere para estos caso, como los exámenes en el servicio médico legal, los pericias sicológicas en La Serena y se logró comprobar que las acusaciones de los menores eran totalmente ciertas.
Antes esto y luego de varios meses de investigación se llamó a una audiencia en el Juzgado de Garantía de Ovalle donde fue formalizado y puesto en prisión preventiva al acusado durante 9 nueve meses. Si bien los defensores del sujetos pidieron tres prorrogas para dejarlo en libertad estas quejas no fueron aceptadas por el juez de turno, ya que era “Una peligro para la sociedad”.
Pero esto cambio, ya en noviembre se le otorgó arresto domiciliario, ya que su defensa apeló al cáncer, enfermedad que aquejaba al sujeto en el año 2014, del cual se tiene antecedentes de que ya se había curado. Así lo aseguran personas que lo conocen quienes señalan que “Él tuvo cáncer en el años 2014, después se recuperó y volvió a trabajar de jardinero que es su trabajo. Además él afirmó ahora que tenía un cáncer terminal, pero aun así realizaba su trabajo, que era un bastante pesado y también se iba de viaje a Iquique y Valparaíso antes de que se supiera todo. Ahora que lo están acusando, se volvió a enfermar. Es muy sospechoso”, comentaron.
Si bien la defensa de los niños y la familia, realizó un gran trabajo como lo afirman ellos, no todo fue perfecto ya que al momento en el que se le otorgó el arresto domiciliario a M.A.M, uno de los fiscales de iniciales J.R, no apeló a la causa de mantenerlo en prisión preventiva y razón por la cual hoy en día M.A.M se encuentra en su hogar.
Actualmente la familia se encuentra en la espera del juicio el cual se realizará este jueves 01 de marzo en el Tribunal de Garantía de Ovalle, a la espera de la decisión del juez, la cual piden que se haga justicia por lo que les ocurrió a su hijo e hija. “Nosotros como padres queremos que esto no quede impune, que el acusado page por todo el daño que nos ha hecho que nos ha hecho a nosotros como familia, porque esto no solo afecto a mis hijos sino que a todo el núcleo familiar”, comentó el padre de las víctimas.
Instituciones que amparan
Un niño, niña o adolecente que es víctima de abuso sexual o violación, debe tener una gran contención de parte de su familia y de un grupo de expertos que lo ayuden a poder recuperarse de ese gran golpe.
La Oficina de Protección de Derechos de Infancia (OPD), abarca cualquier tipo de vulneración que afecte a un niño, explica Féliz Sáez. “Eventualmente es posible recibir un caso de vulneración en la esfera sexual, pero hay que saber distinguir, porque no todas las áreas de vulneración sexual sin netamente violación, ya que se debe distinguir entre estupro, abuso sexual o violación, porque son cosas muy distintas. Además nosotros en eso casos, los ponemos automáticamente en conocimiento del Tribunal de Justicia de Familia a través de una medida de protección”
Por otro lado se encuentra la Fundación Niño y Patria que trabaja en conjunto con el SENAME, y que acoge a niños que hayan sido vulnerados sus derechos, ya que les otorga un lugar para vivir.
Cabe destacar que se necesita la ayuda de profesionales para poder sanar las heridas tanto físicas como internas que tengan las víctimas, comenta Ana Mundaca, psicóloga. “Esto dependerá de la experiencia de cada niño, cuanto tiempo que va a tardar una terapia, las edades de los niños, ya que es muy distinto como se trabaja con niños más pequeño, con ellos se realizan trabajos con juegos, mientras que con los adolescentes es más dialogo. En fin es un trabajo arduo que se tiene que hacer con ética”.