Diaguitas del Limarí buscan repatriar vasijas y otros elementos desde Europa

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    Uno de los grandes pasos dado por los diaguitas de la zona fue la creación de la Asociación Indígena de Educadores Diaguitas de la Provincia del Limarí Lasta Anku, con la cual se ha podido agilizar diferentes trámites y procedimientos que incumben al pueblo Diaguita.

    Una muestra de esto es el proceso de repatriación de vasijas y otros elementos que se encuentran en Europa, proceso que ya inició a través de reuniones con universidades y museos.

    Pero esta historia se remonta desde mucho antes, con los lazos que se fueron creando entre diferentes indígenas, y así fue explicado por el presidente de la asociación, Alexis Escobar Muñoz.

    “Nosotros tenemos un medio popular que se llama ‘Ruta Diaguita’, ahí nos vinculamos con distintos profesionales que les gustó nuestra línea editorial y nos han visitado. Desde Inglaterra vino un arqueólogo y antropólogo con quien recurrimos las tierras de Monte Patria, Punitaqui, Combarbalá, Ovalle y Alcones, y así quedamos con un vinculo bien bueno. Él es nuestro hermano diaguita, su padre es de Alcones, y su madre inglesa”, comienza narrando el dirigente indígena.

    Esta persona con la que se estrecharon lazos, se percató de una vasija diaguita que estaba siendo exhibida en Europa de forma errónea, y fue así como se fue escribiendo esta historia.

    “Él visitó un museo de Oxford en donde había una exposición de vasijas, pero esta vasija diaguita la estaban pasando como parte de la cultura Mochica peruana, que es una cultura preinca, tiene muchas similitudes con la cultura Diaguita pero es del norte del Perú. Nuestro nayo (hermano) le sacó fotografías y nos las envío, ahí nos comunicamos con el museo y nos respondieron, efectivamente ellos sí la tenían registrada como una pieza diaguita, pero estaba siendo mal expuesta. Pero no solo nos enteramos de eso, sino que habían más reliquias que tenían en el sótano del museo, y que no estaban en exposición, entonces nosotros pensamos: si la están exponiendo mal, ¿por qué no preguntar si se puede repatriar?, así fue como nos pasaron un formulario para la iniciar el proceso de repatriación”, explica Escobar Muñoz.

    Alexis señala que este formulario es “amplio”, ya que no solo se hace mención directa a la temática indígena, sino también a las leyes del país, y las relaciones de las comunidades indígenas con los muesos y los gobiernos.

     

    MÁS DE 100 PIEZAS

     

    De esta manera, tras rellenar el formulario se gestionó una reunión por videollamada, y en el correo de confirmación de dicha reunión se informaba el detalle de las cuatro vasijas que el museo de Oxford poseía, las cuales habían conseguido a través de la Universidad de Cambridge.

    Fue así como se pudo realizar un catálogo más completo entre diferentes universidades y museos, contabilizando más de 100 vasijas por repatriar, las cuales pertenecían a diferentes sectores de las regiones de Atacama, Coquimbo, Valparaíso y Metropolitana, aunque la mayoría -aseguran- son de la Provincia del Limarí.

    Estas piezas no solo consideran vasijas, sino también esculturas de piedra combarbalita, armas, alfarería y orfebrería.

    “Uno de los pueblos más negados es en esta provincia, dicen que no hay diaguitas vivos, pero toda la expresión y riqueza cultural está allá en los museos. Se habían sacado de comunidades agrícolas en la década del 30 y el 40, lo que nos hacía mucho sentido, ya que reivindica la herencia de las comunidades agrícolas como un estilo de vida mancomunado que es indígena. La ley no vino a crear las comunidades agrícolas en el 68, sino más bien a reconocerlas, porque estas ya existían”, manifiesta Alexis Escobar Muñoz.

     

    ARGUMENTOS EXPUESTOS

     

    No obstante, el dirigente de este pueblo originario señala que el proceso de repatriación no es fácil, y que para esto han tenido que hacer uso de diferentes argumentos, los cuales deben convencer a quienes poseen los elementos de su pueblo.

    “Nosotros en nuestra exposición hicimos énfasis en la expropiación violenta, pero ellos en simples palabras nos dijeron que ‘somos Inglaterra, esto lo hemos hecho en todo el mundo, así que esto no es argumento suficiente para devolver algo’, así de sinceros fueron. Nosotros así de claro lo entendimos, y por eso tuvimos que hacer mención de nuestra cosmovisión y la lengua”, apunta.

    “Nosotros tenemos una expresión cultural que es reconocida, y que tiene una raíz profunda en Monte Patria y Combarbalá, y desde ahí empezamos a construir nuestro relato que es coherente con la información que ellos tenían en los museos, esto fue dando contexto a las vasijas que ellos tenían y nos fue abriendo puertas”, agrega.

     

    PLAZOS Y OBJETIVOS

     

    Para ir finalizando, Alexis Escobar Muñoz admite que hay confianza en que la repatriación se materialice, pero a la vez reconoce que será un proceso que tomará su tiempo.

    “Los plazos son largos, porque este es un proceso en donde incluso tiene que intervenir el gobierno local donde está el museo. No es algo imposible, de hecho, ya lo han hecho, lo más difícil es superar la solicitud, y eso nosotros ya lo hicimos. No hay certezas en cuanto a plazos, pero sí están abiertas las vinculaciones, este miércoles tenemos entrevista con el Museo Británico, y así iremos viendo cómo vamos. Hay otras universidades más y de otros países, como Noruega y Escocia, que también tienen elementos diaguitas o de nuestro territorio”, puntualiza.

    De esta manera, proyecta que una vez repatriadas las vasijas se puedan crear museos de sitio y reservas indígenas en los diferentes territorios, pero por parte de las propias comunidades indígenas.

    “Es importante que la asociación vincule a comunidades, porque vamos aplicar el criterio de pertenencia territorial, para que las vasijas vayan hacia los territorios. Ya hemos tenido algunas reuniones, y ahí se ha dejado claro que la prioridad está en las comunidades indígenas, y sobre todo las que se encuentren en el territorio. Podrían crearse museos de sitio y reservas indígenas, ya existen los terrenos y la legitimidad del reclamo”, explica.

    “Nosotros creemos que esta es una oportunidad, y por eso también tenemos reuniones con las autoridades, pero no para entregarles nuestro trabajo en bandeja, porque ha sido un trabajo bastante largo y con mucho esfuerzo, como nosotros somos una institución que ya tiene personalidad jurídica nosotros no necesitamos al Estado de Chile, primero que todo necesitamos la unión de los indígenas”, concluye.