Por Luciano Alday
El 21 de junio del 2021 será recordado como el primer Día Nacional de los Pueblos Indígenas en Chile, tras la aprobación de la ley que así lo declara, la cual además le otorgó el carácter de feriado.
Este gesto por parte de las autoridades fue bien valorado por los diaguitas que habitan Ovalle. Por ejemplo, la presidenta de la comunidad Zapam Zucum, Mónica Astudillo, cree que este es un paso más en el reconocimiento de los pueblos, "es un hito muy importante, ya que es primera vez que el Estado chileno lo reconoce, de a poco están tomando en cuenta nuestras prioridades y las actividades ancestrales, rescatando la identidad y cultura de cada pueblo originario", señaló.
Por su parte, en la localidad de Canelilla se ubica la comunidad Chiwuinto, desde donde su presidenta Leonor Muñoz enfatiza la importancia de mostrar a Chile y el mundo la existencia diaguita, “esto demuestra que por lo menos estamos siendo visibilizados, se nos está reconociendo, estamos presentes en Chile y nuestro territorio, no hemos desaparecido como hace algún tiempo se pensaba, e incluso nos hemos dado cuenta que somos más de lo que pensábamos, por lo tanto esto fue una muy buena iniciativa”, manifestó.
Este Día Nacional de los Pueblos Indígenas coincide con el solsticio de invierno que por siglos ha sido celebrado por diferentes pueblos originarios de Latinoamérica.
Desde Monte Patria el investigador local Marcelo Rivera señala la importancia que tiene esta época del año, "todo indica que quienes manejaban el conocimiento eran los abuelos y las abuelas, eran ellos quienes manejan la tierra, ellos por siglos de observación astronómica se percataron que en este punto del año el sol se alejaba de la tierra produciendo el día más corto y la noche más larga. También se percataron que los animales cambiaban su pelaje y en el entorno de la naturaleza el follaje caía pero al mismo tiempo rebrotaba, por eso este es un tiempo de renovación, de equilibrio y de purificación”, explicó.
En este contexto, las cinco comunidades diaguitas de Ovalle se reunieron de forma telemática para realizar una ceremonia. “Consiste en un agradecimiento a la Pachamama por las cosechas y lluvias, también le deseamos que descanse y que este año venga con muchas bendiciones para todas las familias. En simples palabras es un ritual de agradecimiento y rogativa”, explicó Mónica Astudillo, quien dirigió el evento desde su casa en Huamalata.
Esta ceremonia años atrás se realizaba en el Valle del Encanto, pero con la pandemia ha debido adaptarse al formato online. Leonor Muñoz, de la comunidad Chiwuinto, está esperanzada en que el próximo año se puedan retomar las actividades presenciales, “yo tengo gran esperanza en que se avance con la vacunación y todos podamos tomar conciencia con el autocuidado para poder estar bien y así realizar una ceremonia como corresponde, que toda la gente pueda asistir a lo que se prepare para enseñar y conocer, todos esperamos una normalidad para el próximo año”.
Próximas metas
Si bien todos coinciden en que este nuevo Día Nacional es un avance en el reconocimiento de los pueblos originarios, también existe la ambición de seguir creciendo en esta materia.
El escritor y artista diaguita Patricio Olivares-Marín es uno de los con más propuestas al respecto. Una de ellas es cambiar el lenguaje en cómo se refieren a los pueblos originarios en los libros de historia, dejando de utilizar verbos en pasado para preferir verbos en presente, “siempre se habla en pasado, y eso no muestra respeto a nuestra cultura y a quienes estamos vivos, con eso se nos está invisibilizado. Si los profesores en los colegios hablan en pasado los alumnos van a pensar que los diaguitas somos algo del pasado y que ya no existimos, pero actualmente estamos vivos y acreditados", explicó.
Otra petición del artista va dirigida a sanar heridas del pasado a través de una disculpa simbólica, “no es descabellado solicitarle al Estado chileno y al reinado de España un perdón simbólico. Por ejemplo, hace años atrás el papa Juan Pablo II pidió perdón a la humanidad por los crímenes que se cometieron por la fe católica en la inquisición. Entonces con esto se hace un llamado a la humanidad para que estos crímenes nunca más se cometan. En cierto modo con un perdón simbólico se restaurará la paz y habrá sanación de corazón”, concluyó.