Don Luis estacionó su vehículo en calle Arauco. Mira a los lados esperando al funcionario de Parquímetros que tradicionalmente se acerca para entregarle el comprobante con la hora de llegada para calcular la tarifa a cancelar una vez que retire su vehículo, pero no llegó nadie.
No tiene que pagar ningún monto por el tiempo estacionado, por lo que ahora siente que no tiene límite de tiempo para retirarse.
Es la momentánea realidad de la zona céntrica de Ovalle, que luego de más de tres años con sistema de cobro por puesto de estacionamiento ahora deja de nuevo al libre albedrío del conductor el tiempo de uso de los puestos en calles como Miguel Aguirre, Arauco, Coquimbo o Pescadores, por mencionar solo algunas.
El sistema de parquímetros fue una idea que se desarrolló desde abril de 2018 cuando la Municipalidad de Ovalle y Bomberos de Ovalle coincidieron en que sería una excelente oportunidad para la institución pública de regular el tiempo y poner orden en los puestos de estacionamiento, y para voluntarios sería una buena manera de generar recursos propios que fueran en beneficio de sus inversiones de capacitación y reposición de equipos y materiales.
Así, tras la firma de un permiso precario se desarrolló un primer “ensayo” en junio de ese año y para el 19 de ese mes iniciaría una marcha blanca por un año para afinar los detalles con los que los “chicos buenos” medirían la reacción del público, la factibilidad económica, los riesgos de la inversión, las horas y lugares del servicio y otras variables a tomar en cuenta.
Al comenzar con el nuevo sistema de cobro, se habilitaron 440 espacios del sector céntrico de la comuna, con un costo de $350 los primeros 30 minutos de estacionamiento y $150 por cada 10 minutos adicionales. Serían en ese entonces 52 parquímetros y seis trabajadores administrativos quienes se encargarían de mantener el servicio entre las 9:00 y las 20:00 horas.
Las primeras jornadas fueron bien valoradas tanto por conductores como por el personal que fue contratado para la labor. Desde la institución bomberil destacaron el hecho de que no tendrían que recurrir a colectas o actividades menores para conseguir fondos para sus actividades, y avocaron buenos esfuerzos a la profesionalización de su personal, tanto en la institución, como en la empresa sin fines de lucro que se vieron obligados a registrar para manejar la concesión provisional.
En febrero de 2019, y como parte del proceso de adaptación, se estableció que el cobro comenzaría en el minuto 5, dejando libres los cuatro primeros minutos, como una manera de no cobrar por transacciones muy pequeñas o “paradas técnicas”.
Primera licitación
Pero esa primera marcha blanca tenía que ser formalizada a través de un proceso licitatorio público que inició en marzo de 2019, y que en mayo entregaba su respuesta: El Cuerpo de Bomberos de Ovalle validó su oferta como la mejor opción y se encargaría del servicio de Parquímetros al menos hasta diciembre de 2020.
La concesión establecía una nueva modalidad de cobro en los ahora más de 850 espacios habilitados y custodiados por más de 70 trabajadores: El pago correspondería a una tarifa plana de 20 pesos por minuto.
A punto de finalizar la concesión, y por estar en medio de la pandemia por Covid, el Concejo Municipal de Ovalle decidió por votación unánime, extender el plazo del servicio hasta junio y luego hasta septiembre, mientras se realizaba otro proceso licitatorio público.
Sin respuesta del proceso que debió tener un resultado claro el 16 de septiembre, y finalizada la concesión el 30 de septiembre, los cuatro primeros días del mes de octubre han transcurrido sin parquímetros en las calles de la ciudad.
Buscando respuesta
Al proceso de licitación ID: 2709-122-LP21, que busca responsable para la “Explotación de estacionamientos controlados de superficie sector centro de Ovalle periodo 2021-2024”, postularon tres oferentes: El Cuerpo de Bomberos de Ovalle, y las empresas Abraham Elias, e Ingeniería en Electrónica, Computación y Medicina.
Si bien la postulación de Bomberos parecería la más sólida, ésta presenta “plomo en el ala”, toda vez que una de las cláusulas de la licitación exige que el oferente no tenga causas abiertas o sancionadas por denuncias laborales, lo que le juega en contra a la institución a quien un tribunal le determinó responsabilidad en un caso de acoso laboral con tintes de acoso sexual.
Ante ese escenario desde bomberos reconocieron que no son muy optimistas en lograr una segunda licitación para hacerse con los servicios de cobro de estacionamientos en el centro de la ciudad, aunque esperan expectantes el resultado del proceso.