Las lluvias que no terminan de tocar el suelo de la provincia, y los instrumentos a los que –según sus dirigentes- no todos los campesinos tienen acceso, tienen arrinconados a los pequeños y medianos productores quienes en el contexto de la crisis hídrica no han podido obtener un mejor rendimiento de sus cosechas como en épocas anteriores
Una de las alternativas en las que tienen cifradas sus esperanzas es en la extensión del Decreto de Emergencia Agrícola, que podría permitir a las autoridades y a las instituciones de gobierno gestionar apoyos y proyectos de manera más expedita, para paliar de alguna manera la grave situación del campo.
Al respecto el Seremi de Agricultura, Rodrigo Órdenes, señaló a El Ovallino a principios de semana que estaban a la espera que desde el nivel central despacharan la actualización del decreto para poder tener acceso a recursos frescos para apoyar a los productores del campo.
“Estamos viviendo momentos difíciles producto de la pandemia, por eso esperamos que estos recursos vayan directamente a apoyar inversiones, en temas de riego y en temas de alimentación, y esperamos que eso ocurra en los próximos días para poder informar a los distintos gremios y grupos sobre cuáles son las medidas que se van a adoptar y cuáles son las estrategias que se van a implementar”, puntualizó en su momento el Seremi.
Por ello desde Monte Patria, una de las zonas más golpeadas por la crisis, específicamente desde el Sindicato de Campesinos de El Palqui, pidieron celeridad en los instrumentos y mayor acceso al momento de la distribución de los apoyos.
“Nosotros esperamos que las instituciones de gobierno se puedan adaptar a la realidad, porque los instrumentos siguen teniendo los mismos requisitos. Si un campesino va a postular a una de las ayudas, le exigen exactamente los mismos parámetros y no todos puede cumplirlos, y muchos se quedan por fuera. Ya sea porque no tienen las escrituras o un documento de arriendo, o porque deben alguna cuota, y lo que necesitamos es que sean más flexibles en el acceso, para que entre todos podamos enfrentar esta problemática, porque si no, muchos se pueden quedar por fuera”, señaló el presidente de esa organización gremial, Fidel Salinas.
Adelantó que muchos de los campesinos de la zona aseguran haber caído en una especie de círculo vicioso en el sentido de que al no poder pagar los compromisos adquiridos anteriormente, no pueden acceder a algunas de las ayudas, y como no pueden acceder a algunas de las ayudas y no pueden producir como se debe, no pueden entonces pagar los compromisos adquiridos.
“No es que el productor no quiera pagar, pero en estas condiciones no las tienen fáciles para producir. Lo que nosotros pedimos es un poco más de flexibilidad en los instrumentos que ya están, porque exigen muchos requisitos. Un pequeño hortalicero o arrendatario tiene que rendir inicio de actividades y a veces no ha vendido nada porque nada ha producido”, destacó Salinas.
Destacó que hay instituciones que trabajan con el sistema del co-financiamiento, en el que el pequeño productor debe aportar hasta un millón de pesos para ganarse un proyecto y no los tienen en el momento, y que por eso no logran acceder a los apoyos.
Reforestación
Una propuesta que sigue sobre la mesa, pero que no se ha podido materializar en la zona de El Palqui, ha sido la de programas de reforestación y empleo de Conaf, a los que el Sindicato Campesino ha hecho la propuesta para su aprobación en la comuna.
“El proyecto se ha hecho en Combarbalá y en Punitaqui, en los que el Conaf coloca los insumos y los agricultores hacen el trabajo para ir en rescate de zonas que se han ido degradando, creo que ese es un trabajo que se puede hacer en varios meses. En otras zonas generan una buena cantidad de empleos porque se unen instituciones nacionales e internacionales. Eso lo podemos replicar en Monte Patria, pero hasta el momento no se ha hecho el proyecto”, señaló.
Destacó que en agenda tienen algunas citas con autoridades, pero nada en concreto, aunque ya están haciendo la solicitud para el momento cuando aprueben la extensión de la emergencia agrícola, para que los gremios puedan tener más protagonismo y control en la dosificación de los recursos, para garantizar que les pueda llegar a campesinos que son históricamente excluidos.