Dispersión geográfica es el principal desafío en seguridad para las comunas rurales

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    Cierta conformidad han manifestado dirigentes vecinales con lo que ha sido la aplicación del plan “Calles Sin Violencia” en Ovalle, lo que se ha visto reflejado en una disminución de delitos y otras positivas cifras en cuanto a detenidos.

    No obstante, la seguridad es una problemática que aún preocupa en las comunas rurales de la provincia, las cuales se vieron relegadas en esta medida gubernamental.

    De esta manera, dirigentes vecinales comentan la importancia de contar con mayor presencia policial, pero también con mayor cantidad de vehículos para que las policías puedan efectuar su trabajo.

    “Estamos con un déficit de carabineros y de móviles para que el personal policial pueda llegar a los distintos puntos de la comuna. Por eso pedimos que el gobierno nos envíe más recursos y más contingente policial, que es el gran déficit que tenemos, no queremos quedar al debe. En La Serena, Coquimbo y Ovalle se aplicó el plan ‘Calles Sin Violencia’, pero nosotros no queremos quedar sin protección, eso es lo que toda la gente comenta”, indicó por ejemplo la presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Monte Patria, Ana Herrera.

    La dirigenta montepatrina declara que si bien se han logrado algunos avances en materia de seguridad, no han sido suficientes para todos los requerimientos de la comunidad, “el municipio ha hecho un aporte en cuanto a los móviles de seguridad, además estamos agradecidos de que se han puesto a disposición recursos para que las localidades puedan postular a programas de seguridad, también se han puesto cámaras de vigilancia, pero todavía faltan muchos recursos”, agregó.

    Palabras similares tuvo el presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Río Hurtado, Bernardo Flores, quien declaró que se han ido solucionando algunas problemáticas, pero aún así es necesario un mayor contingente policial.

    “Hace un tiempo estuvimos bien complicados porque el retén de Hurtado estuvo bastantes meses sin su vehículo, y por lo tanto el retén de Pichasca tenía que compartir su móvil para los turnos y rondas, afortunadamente hace poco más de un mes llegó un vehículo para solucionar un poco ese problema. De todas formas es necesario aumentar el personal policial, muchas veces eso es lo que nos comunican los propios carabineros, a veces si un funcionario se enferma o pide permiso no se pueden cumplir los turnos como corresponde”, sostuvo el dirigente riohurtadino.

     

    DISPERSIÓN GEOGRÁFICA

     

    Además de los diferentes hechos delictuales que puedan aquejar la población, los vecinos apuntan que la dispersión geográfica de sus comunas es una de las razones que justifican un aumento en los contingentes.

    “Somos una comuna dispersa, tenemos varios pasos que no están bien patrullados por lo mismo, porque están todas las localidades muy dispersas. Somos una comuna muy extensa, y con espacios propicios para plantaciones de marihuana, entonces si es que no tenemos más carabineros y patrullas policiales estaremos al debe”, sostuvo Ana Herrera.

    En el caso de Río Hurtado, Bernardo Flores comenta que “Carabineros debe recorrer lugares muy lejos, por ejemplo si pasa algo en la parte baja como Morrillos, desde el retén Pichasca deben ir hasta allá, ante cualquier emergencia tienen que ir de abajo hacia arriba, y así”.

     

    LLAMADO A DENUNCIAR

     

    Para cerrar, la dirigenta montepatrina declara que otro desafío en la ruralidad es la falta de denuncias formales, las que pueden hacer parecer que los delitos no están ocurriendo. De esta manera hace un llamado a sus propios vecinos, para que estos denuncien cada uno de los hechos de los que sean víctimas.

    “La gente tiene mucho miedo de denunciar, no denuncian y así no se siguen los procesos regulares, muchos otros piensan que es una perdida de tiempo”, sostuvo Herrera.