¿Dónde está Deportes Ovalle?

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    Miguel Nasur se reunión en varias oportunidades con el alcalde de Ovalle y parlamentarios, en búsqueda de apoyo.

    El sábado 4 de junio fue el último partido oficial de Deportes Ovalle en el fútbol profesional. Fue una tarde fría en Coronel, en el estadio Bernardino Luna, donde el CDO disputó la última fecha del campeonato de Segunda División 2015-2016. Si bien ese encuentro concluyó con una derrota por 2-1, en la historia quedará –por ahora- como el comienzo del receso deportivo y administrativo de un club que impregnó de fútbol e historia al fútbol chileno.

    Los tres meses consecutivos en que la familia Nasur –propietaria del club- no canceló las imposiciones laborales fueron la lápida para el club ante la Anfp, quien a través del Tribunal de Disciplina determinó el descenso del club.

    Dentro de ese plantel hubo casos en que el descenso lo vivieron de una manera particular, donde a cada uno de los integrantes los afecto a ellos y a sus familias.

    El defensor Felipe Lecaros se enteró de la ratificación de la sanción de descenso en pleno viaje en bus desde Santiago a Ovalle. Era día de descanso y el zaguero retomaría los entrenamientos, pero sus compañeros de equipos le informaron sobre la noticia.

    “Casi me caigo de espaldas. Imagínate, es como una vida que se te echa a perder, estás entrenando en la semana y que de repente quedes sin trabajo es chocante para mí que soy joven. Ese día me enojé mucho, porque ni siquiera la culpa es nuestra”, afirmó.

    Lecaros llegó a Deportes Ovalle a mediados del 2014 proveniente desde Barnechea y el también defensor Paulo Olivares fue el nexo entre el técnico del equipo capitalino y de Ramón Contreras, adiestrador ovallino. Felipe lo dejó todo para seguir su carrera como profesional y ascender con Deportes Ovalle.

    “Todavía recuerdo cuando nos dijeron que el club iba a desaparecer. Fue una noticia muy  triste que recibimos y ahora es una lástima que la gente dueña del club no ha hecho nada para poder reintegrarlo. Espero de corazón que vuelva el fútbol a es linda ciudad, es un club con historia”, comenta Lecaros, quien actualmente es jugador de Colchagua, que milita en la Segunda División.

    Otro de los casos es Cristóbal López. El exarquero fue capitán del equipo durante la temporada 2014-2015 y vistió con hidalguía la camiseta vede en cada oportunidad.

    “Para mí, Ovalle marca mucho en mi trayectoria. Conocí a muy buenas personas, tuve los mejores momentos en Ovalle, con el club fui el mejor arquero de la Segunda División, conocí buenos compañeros, mi familia es de Ovalle”, dice el exfutbolista, quien está radicado en la región de O’Higgins.

    En su tiempo, para gran parte del plantel ovallino el fallo del Tribunal de Disciplina de la Anfp fue injusta. No comprendían cómo una institución que solo se retrasó en el pago de sus sueldos e imposiciones laborales haya caído en el descenso de categoría, mientras se conoció cómo jugadores de Naval de Talcahuano y Lota Schwager, entre otros, firmaron las planillas de imposiciones sin recibir sueldos aún.

    “Todo esto genera tristeza. Los años que viví fueron muy lindos, por Deportes Ovalle pasaron grandes jugadores que aportaron para el fútbol chileno y que el club esté desaparecido es lamentable. Es penoso y los que nos corre sangre verde sentimos pena y todos sienten lo mismo”, dice López.

    ¿Y AHORA QUÉ?

    Desde ese último partido en Coronel, la dirigencia comandada por Miguel Nasur y su hijo Juan Miguel intentó que Deportes Ovalle volviera al fútbol profesional, pero siempre de la misma manera, por la vía administrativa. Trataron de convencer tanto a los presidentes de los 32 clubes de Primera A y Primera B que la determinación del Tribunal no fue la justa, trataron de persuadir al entonces presidente de la Anfp, Arturo Salah, e incluso quisieron optar a una licitación para la Segunda División, pero ésta nunca se llevó a cabo.

    Para el periodista de As.com, Diego Vega, la gestión de Nasur pasa a convertirse en una de las peores en la historia del club en sus 56 años de vida.

    “Que Deportes Ovalle haya estado inactivo en los últimos tres años es el reflejo de que Miguel Nasur es el peor dirigente que ha tenido el CDO en toda su historia. Sería muy positivo que tanto él como su hijo Juan Miguel dejen la propiedad. Con Juan Miguel conversé hace unos meses y le intenté transmitir que la ciudad está ansiosa por ver jugar a Deportes Ovalle independiente de su categoría. La Tercera División sería una buena forma de revivir, tal como lo está haciendo Concepción o Lota Schwager, pero la familia Nasur aún se excusa con la idea de conseguir un cupo en Segunda División. Lo que por vía administrativa es casi imposible, puesto que Miguel Nasur es alguien a quien ya no toman en cuenta en el Consejo de Presidente de la Anfp. Muy pocos lo toman en serio”, afirma Vega.

    Y agrega lapidariamente. “Por eso sería bueno que asuma que su gestión fue un fracaso, y por dignidad devuelva el club a la ciudad.

    A comienzos de año, Miguel Nasur solicitó una reunión con el empresario minero y actual presidente de Provincial Ovalle, Diómedes Cruz. En el encuentro, Nasur habría ofrecido la venta de Deportes Ovalle al timonel del “ciclón” a cambio de la friolera suma de $1.700 millones, cifra elevada para el presupuesto de Cruz. La finalidad habría sido que Provincial Ovalle pudiera participar de la Segunda División, pero con el nombre del CDO, situación que no prosperó.

    UN CASO QUE PODRÍA DAR ALGUNA LUZ DE ESPERANZA

    Naval de Talcahuano fue desafiliado de la Segunda División por parte de la Anfp por sueldos impagos e imposiciones laborales a su plantel y cuerpo técnico durante el año 2017, un año después de lo ocurrido con Deportes Ovalle. La dirigencia chorera no se quedó allí y recurrió a los tribunales de justicia ordinarios para zanjar el tema y que la determinación de la Anfp quedara sin efecto.

    Pues hace unas semanas, los tribunales de justicia dictaminaron que el club de la región del Biobío fuera recibido por la Anfp como un club más. Si bien eso determinó la justicia, aún no está sellada su inclusión al torneo, pero que da ciertas esperanzas para que otros clubes, como Deportes Ovalle, opten por la vía judicial, ya que el hecho ya marca un precedente.

    “En ese tiempo hablé con gente de la Anfp y del Sifup y nuestro reclamo no fue tomado en cuenta. Pero lo que pasó con Naval ocurrió también el mismo 2016 y lo de ellos fue más grave, porque estaba a la vista que se le debían tres meses de sueldo a los jugadores de Naval, hicieron rifas a beneficio y salió a la luz pública. Y ese año descendieron a Deportes Ovalle, porque los jugadores ovallinos no firmaron las planillas, mientras que los de Naval sí”, recuerda Juan Castillo, exayudante técnico de Deportes Ovalle 2014-2016.

    “En el caso de que el juicio se completara a favor de Naval, claro que podría ser utilizado como un precedente por Deportes Ovalle para tomar el mismo camino. Pero lo veo difícil, probablemente la familia de Nasur ni siquiera lo ha pensado. Su foco seguramente está en los negocios que tienen en Miami, en el ex sitio de torturas que adquirieron en Puente Alto, en su radio o en el CDO (TV) que sí les preocupa: el Canal del Deporte Olímpico que compraron durante el año pasado”, dice Vega.

    La vía judicial sería una alternativa, pero desde la familia Nasur no estarían analizando esa opción. Con todo, los protagonistas de Deportes Ovalle no pierden la fe de que el club vuelva a las competencias oficiales, porque la ciudad se lo merece, dicen.

    “Creo que algún día el club volverá. Sería bueno que la unión de la gente, de las autoridades y quizás de los mismos clubes actuales puedan conversar con Miguel Nasur, convencerlo de que lo entregue, de comprarlo. La cosa es que vuelva Deportes Ovalle. Estoy contento con los dos clubes que actualmente representan a Ovalle, porque aquí se pueden tener tres clubes, dando posibilidades a los jugadores y cuerpos técnicos, el problema es que la gente de acá es fría, no quiere apoyar”, agrega Castillo.

    “Deportes Ovalle va a volver jugar, eso es seguro. Con el tiempo se ha notado resignación en la gente precisamente por esta larga espera, pero toda la ciudad añora el regreso del equipo. Incluso en los otros dos clubes de Ovalle, quienes han hecho un gran esfuerzo, también hay personas que sienten cariño y un vínculo inigualable con el CDO. Varios de ellos lo han manifestado”, asegura Vega.

    “Me da mucha tristeza, porque es una ciudad con muchos deportistas y que hoy en día no tienen un club profesional para crecer. Si bien hay dos clubes que se están formando, no es lo mismo y esperemos que en algún momento pueden ceder el club a la ciudad o los mismos dueños puedan acercarse y luchar para que el club siga en competencia”, dice López.

    Son 56 años que los protagonistas no quieren que se tiren por la borda. En el Limarí hay talento, futbolistas que han sido clave en la historia del fútbol chileno y que esta zona aún puede aportar al desarrollo del balompié nacional. Deportes Ovalle, una historia que permanece congelada.