Una conferencia de prensa con diferentes actores de la oposición de Limarí para llamar a votar por una nueva Constitución fue una de las últimas apariciones públicas del ex concejal y consejero regional Teodoro Aguirre.
Desde la noche del miércoles su deceso provocó consternación en Ovalle, donde se había transformado en un personaje clave de la política. Si bien en los últimos años estaba liderando un movimiento regionalista al margen de lo que fue la ex Concertación y Nueva Mayoría, nunca perdió su influencia en lo político.
Abandonó el PPD lamentando que no fue lo suficientemente tomado en cuenta. “Por diferencias internas”. Había nacido en la localidad de Potrerillos, Región de Atacama en 1955, sin embargo, sus padres eran de Combarbalá y Río Hurtado.
Fue un activo dirigente estudiantil en Ovalle y desde muy joven estuvo ligado a la política. De hecho, para el Golpe de Estado de 1973 sufrió las consecuencias del exilio y las torturas, las que le provocaron duras secuelas de las cuales nunca se pudo reponer. Fue acusado de formar parte del Plan Z.
En el 2016 en una entrevista admitió que su paso por la cárcel fue una experiencia dura. “Pero, la enfrenté con mucha convicción porque uno se movía por las ideas”.
Estuvo exiliado en Argentina y al regresar a Chile y Ovalle se dedicó al comercio, “empecé sin nada, no tuve ninguna persona al lado, algún mecenas que me hubiese ayudado”, señaló al recordar cómo había incursionado en diferentes rubros.
Desde vendedor en las fiestas religiosas, hasta levantar cuatro joyerías en la capital de Limarí. Sin embargo, nunca se desvinculó de la política y asumió cargos importantes. Incluso, llegó a presidir el Consejo Regional.
“Desde este puesto uno tiene la visión completa de la región, desde sus diversas necesidades y dificultades que tiene para desarrollarse”, recalcó el 2016.
Sobre los duros momentos que le tocó vivir fuera de Chile evitaba explayarse, sin embargo, en una de las últimas entrevistas reconoció que con el tiempo se había encontrado en Ovalle con sus torturadores.
“Todavía algunos viven en Ovalle. Los he visto en democracia y cuando todavía estaba el pleno gobierno de Pinochet. Ellos creen que al final uno no los reconoce, pero yo los reconozco a todos, que me vaya a olvidar de quienes eran no podría. Yo era muy cabro en ese tiempo y después uno cambia y ellos creerán que uno no se acuerda”, confesó.
Irreparable pérdida
Ante su repentina muerte diferentes actores del mundo político lamentaron su ausencia y recordaron los características que lo convirtieron en un líder de consenso.
Uno que estuvo a su lado, aunque no del mismo bando político, en el Consejo Regional, fue Alberto Gallardo, quien rescata de él su capacidad de llegar a acuerdos entre todas las partes.
“Es muy lamentable la muerte de Teodoro, porque para mí fue un gran amigo, de toda una vida. Nos conocíamos quizás de unos 30 o 35 años, son muchos años y muchos momentos que hemos vivido en la política y fuera de ella, porque nos juntábamos con las familias. Tenemos una amistad en la que uno puede desaparecer de la tierra, pero nunca desaparecerá el sentimiento que sentimos por él”.
Indica como uno de sus grandes recuerdos su nombramiento como presidente del Consejo Regional.
“Éramos de agrupaciones diferentes, pero él tenía la gran particularidad de que trabajaba en consenso y trabajaba con las alianzas, a él le gustaba aliarse con diferentes partidos políticos y buscarle soluciones a los problemas. En ese momento a él no le daba la votación (para ser presidente del consejo) y me pidió entonces que yo hiciera un gesto con mis colegas de la bancada nuestra para que lo apoyáramos en su nombramiento, porque era su sueño ser presidente del Consejo Regional. Así que lo hicimos así y no nos equivocamos, Teo fue un gran hombre que gobernó para todo el mundo y gobernó a pesar de llevar una enfermedad sobre su mochila, pero que nunca le hizo perder su rumbo: que era gobernar juntos”.
Consultado sobre alguna característica de Aguirre que pudiera servir de enseñanza a las nuevas generaciones, Gallardo no titubea en afirmar que no hay que ser fanáticos.
“El fanatismo no conduce a nada. Teo tuvo un hecho muy profundo en su vida, porque a él se le condenó y se tuvo que exiliar en Argentina y allá tuvo mucho tiempo, y pudo haber llegado con mucho odio y mucho rencor, y ocurrió todo lo contrario. Teo era muy equilibrado en la política y cuando tú te encuentras con el equilibrio las cosas funcionan bien, y cuando el equilibrio está en ambos lados se pueden lograr y generar muchísimos acuerdos. Esa es una virtud que ojalá que adquieran las nuevas generaciones”.
Por su parte Lidia Zapata, también tuvo palabras positivas a la figura de Aguirre.
“Nos conocimos hace muchos años cuando él era concejal de Punitaui, a finales de los años 90, compartí con él varios años en el Consejo Regional, así que conocí de cerca la lucha que mantenía simultáneamente entre la política y su salud.
Los recordó siempre aportando y luchando por su salud con una enorme energía. “Yo lamento mucho la partida de él. Era un hombre que había vivido algunos años bastante traumáticos y le quedaba mucho por aportar. Pero su estado de salud nunca le impidió participar en la lucha política, al menos cuando yo compartí junto con él en el Consejo Regional”.
Valoró además su capacidad de trabajar y conversar con las demás personas. “No le importaba el tema de afinidad política para poder llegar a acuerdos, tenía esa capacidad de conversar con todos, cosa que ahora no se ve mucho, ahora está todo muy marcado el tema de las diferencias políticas y la poca posibilidad de poder entenderse con el otro. Él tenía esa capacidad”.
Entanto el alcalde de Ovalle, Claudio Rentería, coincidió en lamentar la partida de Teodoro Aguirre.
“Siempre fue una persona que luchó por sus ideales en el marco del respeto, y nunca mezcló su pensamiento político con la amistad, por eso creo que deja un legado y un gran recuerdo para todos quienes lo conocimos en el ámbito personal, como también en el político. Desde su vereda, cuando fue consejero regional, siempre contribuyó con el desarrollo de la comuna y nos manifestó su apoyo. Seguramente, en su círculo más cercano sienten un profundo dolor, pero creo que deben estar tranquilos, porque fue un buen servidor público y será recordado de esa forma”.
Tenacidad en las ideas
En tanto Washington Altamirano, presidente de la Cámara de Comercio de Ovalle, lamentó que fuera una gran pérdida para Ovalle.
“Forjamos una gran amistad, es una gran persona, y yo creo que va a hacer mucha falt, porque era una persona que vivía y respiraba por la política, así que será una gran pérdida. Así que le enviamos a su familia, a sus hijos la más sentida condolencia. Teo era una persona tenaz que trataba de convencer con sus ideas, aunque no eran las mías, pero siempre desde el respeto. A pesar de las diferencias siempre se podía conversar con él”.
Finalmente el dirigente político Cristián Saez, reitera la habilidad de Aguirre para construir acuerdos. “Teo Aguirre tenía formación política, habilidad para construir acuerdos, valentía para enfrentar conflictos y compromiso con el mundo rural. Siempre fue muy leal con sus equipos de trabajo. Mi familia compartió muchas jornadas de amistad. Siento especial cariño por Tati y José Miguel, sus hijos. Fuimos compañeros del partido en el momento en el que yo fui presidente Regional del PPD entre los años 2000 a 2002 cuando fui nombrado gobernador de la provincia del Limarí”.
Sus restos serán velados en la Parroquia Divino Salvador donde se realizará una misa por su eterno descanso a las 15.00 horas, y de allí llevado a su última morada en el Cementerio Parque del Recuerdo.
Ejemplo de Servicio Público
El actual consejero regional Hanna Jarufe, resaltó con un significativo texto enviado a El Ovallino, el valor de las acciones de quien fuera su amigo
“Con profundo dolor, pero a la vez con una genuina esperanza cristiana, quisiera despedir en estas líneas a mi amigo Teodoro Aguirre, quien acaba de partir de este mundo, dejándonos un ejemplo de servicio público y de convicción por sus ideales.
Con una dilatada trayectoria política, Teodoro fue desde su juventud un líder político, conociendo incluso los rigores de la persecución política, para luego volver a su tierra a dedicarse al comercio y a reinsertarse en la arena del servicio público.
Fue Presidente Regional del Partido Por la Democracia (PPD), Gobernador de la Provincia de Limari así como Presidente del Consejo Regional de Coquimbo, donde trabajamos juntos, en tanto que en el último tiempo asumió las banderas de la causa regionalista, defendiendo siempre el interés de nuestra zona. También estuvo ligado al deporte siendo Director de Deportes Ovalle por varios años.
Lo conocí hace más de cuarenta y cinco años y puedo dar fe de que, más allá de los matices políticos que uno pudiese tener con él, fue un hombre entregado a su pasión por la política y por la defensa de Ovalle y su gente.
Su partida nos deja sin duda un enorme vacío, que es de esperar puedan ir llenando las nuevas generaciones de servidores con vocación por las causas justas y con el espíritu de trabajo que siempre demostró Teodoro, pese a su quebrantada salud.
Querido amigo: siempre te recordaré por tus sabios consejos, las extensas jornadas de trabajo en terreno junto a la gente y por tu incansable labor en beneficio de nuestra tierra”.