Romina Onel / Ovalle
El robo de autos y la clonación de patentes se ha transformado en un dolor de cabeza para muchas personas, tanto es así, que según cifras oficiales, más de 16 mil automóviles fueron robados en el país durante el año 2021. Además de eso, se tiene que muchos de esos vehículos pasaron a transitar por las calles con patentes duplicadas.
Este ilícito afecta a miles de personas inocentes, no solo por el robo mismo, sino porque deben enfrentar deudas de multas por no pagar peajes en vías por las que no han transitado. Sumado a esto, se debe tener en consideración que los propietarios de autos con patentes duplicadas arriesgan el peligro judicial de verse asociados a crímenes en los que no han participado, solo por el hecho de que alguien más está utilizando sus patentes.
Aunque no se manejan nombres, se sabe que en Chile existen bandas criminales que se dedican a robar placas patentes, para alterar la identidad de los vehículos, de manera de utilizar las autopistas del país sin pagar y cometer delitos, que serían adjudicados a los propietarios legales de las patentes en cuestión.
Un libro de TAG
En palabras de Carmen Castillo, ella y su familia son víctimas de este tipo de engaño, ya que según relató “nosotros compramos un auto en octubre del 2019 a nombre de mi cuñada, a través de una compraventa de autos con sede de Ovalle. Al principio estaba todo bien, pero en febrero del 2020 comenzamos a recibir multas por deudas impagas de TAG de la autopista central, pero nosotros no habíamos ido a Santiago con este auto”.
Castillo explicó que hicieron uso del GPS del auto para acreditar ante la autopista que su auto no había circulado por Santiago, recibiendo como respuesta grabaciones del auto que tenía el mismo color y la misma placa, pero que no era el mismo, porque el de ella tiene un foco quebrado y el que se ve circulando no lo tiene.
“Al principio, la deuda era de 550 mil pesos, pero como vino la pandemia y pasó el tiempo, para cuando yo pude viajar y dirigirme a la autopista central para preguntar qué era lo que estaba pasando, la deuda ya había aumentado a más de un millón de pesos. Ahí me explicaron que la patente de mi auto empezó a circular por la autopista en agosto del 2019, pero yo lo compré recién en octubre de ese año”.
Para Castillo, la explicación es que “de seguro clonaron la patente cuando la gente de Curifor llevó el auto a Santiago para tratar de venderlo. Entonces cuando lo trajeron de vuelta a Ovalle, -que es cuando nosotros lo compramos-, el vehículo ya tenía estas infracciones. De hecho, en la misma gerencia de la empresa Curifor en Santiago, nos contaron que en Curicó había pasado un caso igual al nuestro”.
En relación a esto, Castillo aseguró que “ya tengo un libro de TAG, tuve que pagar 250 mil pesos en multas impagas que no eran mías, porque no me dejaban circular. Ahora la deuda es de un millón y medio, pero ya no puedo seguir pagando y lo más terrible es que no puedo usar el auto, ni tampoco lo puedo vender porque no me dan el permiso de circulación. La gente que clonó mi patente debe andar en malos pasos, y lo más grave es que si ellos atropellan a alguien y lo matan, las autoridades van a venir a buscar a mi cuñada, porque la patente está a su nombre”.
Caso a caso
El Comisario de la Policía de Investigaciones (PDI) y Jefe Subrogante de la Brigada de Delitos Económicos (BRIDEC) de La Serena, Darwin García, aclaró que en estos casos hay dos líneas distintas, la primera es la legal y la segunda es la civil.
“Por un lado, se puede dar que las personas afectadas sean víctimas de cobros de TAG, infracciones y multas, lo que es un desmedro económico, pero también les puede repercutir penalmente, ya que cuando se comete un delito, atropello u otro tipo de accidente, con un auto con patente clonada, puede significar un perjuicio en lo judicial, ya que en estos casos se le imputa responsabilidad al propietario del vehículo”, precisó García.
Con respecto a esto, señaló que lo ideal es que las personas que sospechen o estén en conocimiento de que sus patentes han sido clonadas, realicen la denuncia correspondiente tanto en la Policía de Investigaciones, como en Carabineros y el Ministerio Público, con los antecedentes de respaldo que acrediten que su patente ha sido duplicada, para que quede en registro la situación.
“Cuando se trata de la parte civil, la víctima tiene que hacer la presentación ante el Tribunal de Policía Local correspondiente, ya que la eliminación del historial de infracciones y de deudas, dependerá de esta instancia y de la autopista en cuestión, porque se analiza caso a caso”.
Cabe destacar que en enero de este año, se ingresó un proyecto de ley que busca proteger y resguardar los derechos de los automovilistas que al ser víctimas de la clonación de sus patentes, se convierten en deudores de autopistas concesionadas e infractores de la Ley de Tránsito. Dicho proyecto establece que luego de dar aviso de la presunta clonación a la PDI, Carabineros y el Ministerio Público, rija la prohibición para las autopistas de inhabilitar el dispositivo TAG y la imposibilidad de seguir cobrando por el tránsito del vehículo clonado.-