Ellos vencieron a las matemáticas

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    Ellos vencieron a las matemáticas

    El pasado domingo 6 de septiembre tomaron notoriedad en portada de El Ovallino tras obtener el primer lugar de las “Olimpiadas del Saber” en su versión de Matemáticas. En el certamen organizado por Falabella y que reunió a cerca de 44 establecimientos a lo largo de Chile, cinco estudiantes de la Escuela Arturo Alessandri Palma vencieron a los aburridos cálculos y fueron los mejores del país.

    Pero ¿cuál es el secreto para que a un grupo de niños de una escuela pública hayan obtenido tan buen resultado en Matemáticas? ¿Son tan aburridas las Matemáticas como les parece a la mayoría de los niños –y también adultos-? y ¿cuál es el método que ocupó el profesor de los estudiantes para obtener el destacado premio? Son estas un par de interrogantes que los integrantes del recinto educacional de calle Portales se encargarán de responder.

    Todo comenzó cuando la empresa de retail Falabella se instaló en la ciudad de Ovalle en la salida oriente de la comuna. En aquel tiempo, y como tradición apadrinó un establecimiento educacional para ayudarlo con su proceso educativo. La empresa hace lo mismo cada vez que inaugura una sucursal y ya van más de 44 locales a lo largo de Chile y en países como Argentina, Colombia y Perú.

    Desde ese instante comenzó un acercamiento con el departamento de educación del municipio, quienes evaluaron en conjunto diversos aspectos como índice de vulnerabilidad, resultados en pruebas Simce hasta el comportamiento de los estudiantes al interior de la escuela. Así llegaron hasta dar con sus únicos representados en la perla de Limarí.

    Etapa clasificatoria

    En el concurso participaron los dos séptimos años A y B de la escuela y cada curso debió ser dividido en cinco quintiles de acuerdo a su promedio de notas del primer trimestre en Matemáticas. Cada grupo debía escoger al mejor de cada zona y luego jerarquizarlos. De esta forma, se compitió internamente, ganando el “A”.

    Los estudiantes seleccionados fueron Almendra Ortiz, Ángela Contreras, Catalina Robles, Jubitza Valderrama y Diego Zavala, quienes tras aprobación del profesor de la asignatura, Mauricio Luco, y la dirección académica del recinto representarían a Ovalle en las Olimpiadas del Saber.

    Una semana después, los alumnos y el docente fueron hasta las dependencias de la tienda a rendir una prueba escrita, donde resolvieron problemas matemáticos, geométricos y materia acorde al año cursado.

    Lo que el grupo no sabía fue que en el mismo momento en que ellos rendían la prueba, otras tantas escuelas de la zona norte del país hacían lo mismo. La competencia sería dura con los establecimientos de Iquique, Antofagasta o La Serena, solo por nombrar algunos.

    Después de dos días de rendir la prueba, el grupo fue notificado como los ganadores de la zona norte tras contestar correctamente 20 de las 25 preguntas del test. La alegría embargó al grupo y a la escuela, quienes no se esperaban tal resultado. Pero ahora se vendría la prueba de fuego. Serían los representantes del norte de Chile en Santiago y competirían con recintos de la Región Metropolitana y el sur.

    “Cuando fuimos a Santiago, el profesor nos decía ‘vamos niños, vamos a sacar el primer lugar, tenemos que sacarlo’. Aquí todos nos decían que disfrutáramos el viaje, además no había tanta tensión y eso era bueno, eso nos hizo que nos relajáramos”, comenta la estudiante Ángela Contreras, una de las ganadoras.

     Para la foto. La sala de clases es el lugar donde los ovallinos adquirieron los conocimientos. Sortearon las problemas matemáticos y fueron los mejores. 

    Allá en Santiago se enfrentaron a las escuelas Isabel La Católica de San Fernando, y a la Escuela Juan Pablo II y el Liceo Santa María, ambos de Las Condes.

    En un escenario lleno de luces, estrados, micrófonos y un animador, la organización simuló un estudio de televisión para dar más dramatismo a la instancia. El nervio fue fundamental en los participantes y quienes lograban sortearlo ganarían. Fue así como los ovallinos pasaron ese obstáculo para coronarse como los ‘mateos’ nacionales en Matemáticas.

    Resultados

    El concurso y el posterior primer lugar fue solo una muestra del trabajo que ha venido haciendo la escuela. En la última medición del Simce de octavos básicos obtuvieron 266 puntos, siendo el puntaje más alto entre los recintos municipales de Ovalle. Mientras varias escuelas bajaron su puntaje, ellos lo incrementaron.

    Además, la Arturo Alessandri Palma acumula 14 años como recinto con excelencia académica, ratificando los resultados anteriores.

    “Este premio es súper importante, porque refleja el trabajo que se ha estado realizando en la escuela en estos últimos años. No es un premio al azar, los niños debían tener una previa preparación, los niños se prepararon harto y es un orgullo. Aún no asimilo que el premio es la suma de los esfuerzos y el sacrificio de la comunidad, pero en particular del profesor, porque este año tuvo un buen resultado en Matemáticas, donde en la mayoría de los colegios el resultado bajó, pero aquí lo subimos”, dice Pamela García, directora de la escuela.

    ¿Y la receta?

    Para el profesor que enseñó la materia a los ganadores, Mauricio Luco, la clave para conseguir estos resultados es la empatía. El docente se disfrazó de chef y preparó su mejor receta en conjunto con sus estudiantes.

    “Si pudiera resumirla en una palabra sería empatía. Soy muy cariñoso con ellos, trato de explicar una, diez, cincuenta veces o las que sean necesarias las cosas. Siempre me pongo en el lugar de ellos, hay veces que no van a querer estudiar Matemáticas y cuando no quieren estudiar, definitivamente no se va a aprender. Pero sé que tarde o temprano los voy a tener que conquistar, quizás con un ejemplo que les pueda contar o porque llego la materia a la vida diaria y ellos ya riéndose o sacándoles una sonrisa, significa que hay un interés. Ahí los puedo conquistar”, cuenta Mauricio, quien acumula siete años como docente en la escuela.

     El profesor Mauricio Luco inyecta dinamismo, motivación y hasta una pequeña cuota de humor en la sala de clases para que los estudiantes aprendan. 

    Desde charlas y videos motivacionales, material interactivo o una broma, el docente utiliza para atraer la atención de sus alumnos. Una clase dinámica, donde todos pueden interactuar y –lo más importante- aprender lo que para algunos son las aburridas Matemáticas.

    “Mis maestros me enseñaron las Matemáticas, yo le pongo el condimento de tener más empatía con los chicos. Cuando hay que reírse me rio con ellos, cuando hay que llamarles la atención se las voy a llamar sin tapujos. Pero creo que ellos me estiman como yo los estimo a todos mis alumnos”, manifiesta.

    Estos conceptos lo reafirman el grupo de premiados. Si bien a Yubitza Valderrama afirma que los números y cálculos no son sus preferidos, reconoce que cuando se esfuerza puede logar grandes resultados.

    “El profesor en su trabajo es muy serio con nosotros y con los demás compañeros, pero cuando nos ponemos flojos, el profesor nos va dirigiendo por el buen camino, que estudiemos y que aprendamos mucho más. En ese caso, estamos todos tratando de esforzarnos al máximo”, dice.

    “Cuando hacemos las cosas bien y nos portamos bien no son aburridas las clases, para nada. A mí me gustan las matemáticas y no fue una complicación ir al concurso en Santiago, fue más el nervio, había mucha gente y había muchas luces como si fuera un programa de televisión” sostiene Catalina Robles del séptimo año A.

    Todos reafirman el método del profesor.

    “Cuando nos portamos bien, tiramos bromas con el profesor, nos reímos y hacemos divertida la clase, no tan fome. Consideramos que es un buen profesor, se toma su trabajo en serio, siempre es positivo, cuando tenemos problemas nos da consejos, cuando tenemos rojo en alguna materia nos ayuda”, agrega.

    El alcalde Claudio Rentería premió a los cinco estudiantes, el pasado lunes, reconociendo el gran logro obtenido para los niños ovallinos.

    Desde la escuela reconocen la gran labor de la empresa privada, que en este tiempo los ha ayudado con diferentes planes educativos, como monitores en deportes para mejorar la salud de los estudiantes, programas de lectura y matemáticas, todo costeado por el retail.

    “Desde que realizamos las Olimpiadas del Saber, esta iniciativa se ha convertido en un lugar de encuentro entre alumnos de todo Chile, una instancia para compartir y aprender de una forma interactiva y entretenida”, afirmó Cristián Carvajal, gerente de Recursos Humanos y Responsabilidad Social de Falabella Retail.

    El concurso está enmarcado dentro del programa Haciendo Escuela, proyecto que tiene como meta apadrinar un colegio en cada uno de los lugares donde se inaugura una tienda. El proyecto contempla 44 establecimientos y más de 30 mil niños a lo largo de Chile, donde cinco niños de Ovalle sobresalieron por sus capacidades escolares y demostraron que se puede aprender con buenos resultados en la educación pública.