Ya van más de cien días desde que se registró el primer contagiado por Covid-19 en el país. En la región, nos aproximamos a los tres meses desde que se inició el brote de la enfermedad y que hasta la fecha acumula a 1.512 casos totales, mientras que Ovalle se encumbra por los 349 casos totales.
Cifras, números y pacientes contagiados con el virus que inquieta a especialistas en medicina y epidemiología, mientras son cuestionadas las medidas sanitarias aplicadas por la autoridad y se observa que personas siguen sin cumplir las recomendaciones sanitarias.
Bajo estos parámetros de la discusión, el sociólogo Juan Pedro López manifiesta que existe una deslegitimación de las autoridades, sobre todo cuando durante esta semana se ha informado de un nuevo cambio en el conteo de fallecidos, una metodología que no ha quedado del todo clara.
“Hay un mal manejo de la situación. Desde mi visión, existe un problema de credibilidad hacia el gobierno, no por ser el gobierno de turno, sino por las estrategias que han ido tomando y modificando la metodología (de conteo de fallecidos). Hoy nos dicen que existe un cierto número de contagiados, al día siguiente nos informan de otro número y al día siguiente nos dicen que retroceden los fallecidos. Entonces ahí la gente se pregunta si esas cifras son reales o no. Y esto genera una deslegitimación en las autoridades por parte de la ciudadanía”, expresa.
Uno de los problemas existentes es la alta cantidad de personas que siguen saliendo a la calle. Para el sociólogo, esta situación es complicada de controlar.
“Hoy en día, lamentablemente la gente tiene que salir a la calle para poder comer, porque no están llegando la ayuda y las cajas de alimentos a todo el mundo. La gente dice entre morirme de hambre y morirme por Covid, prefiero morirme por Covid, por eso la gente ha salido a la calle”.
Este panorama conlleva a la pérdida del sentido de comunidad, preocupándonos solamente del bienestar propio, afirma López.
“Ahí perdemos el sentido de comunidad y velamos por el individualismo. El pensar por mí, preocuparme solo por mí y que no me preocupe mi entorno en el cual me relaciono. Se puede ejemplificar en un caso de cuando un padre agresor le dice a su hijo que las cosas no se arreglan con violencia, pero toda la vida te han enseñado bajo esa doctrina, algo así pasa en estos momentos en el país”.
¿CUARENTENA?
De esta forma, para el sociólogo, la opción de decretar en cuarentena no sería viable, ya que las personas no tendrían las condiciones mínimas necesarias para permanecer dentro de sus hogares.
“En estas condiciones no es la mejor opción decretar cuarentena. Si es que se entregan medidas paliativas económicas que permitan a la gente quedarse en casa, se puede decretar cuarentena. Además vemos en la calle gente que no está tomando los resguardos necesarios, vemos fiestas en casas, la gente sigue saliendo a la calle y en definitiva estamos tratando y me pregunto si todos estamos haciendo las cosas de buena manera. ¿Cómo puede ser en el caso de Ovalle que los contagios aumenten en un 300%? Eso significa que el mensaje no está llegando de una manera correcta”, enfatizó el sociólogo.
Un tiempo de confinamiento como una cuarentena total, las personas además de necesitar alimentos, requieren pagar sus deudas en bancos o retail –afirma López- que en muchos casos implicará que se acumulen, generando una bola de nieve del endeudamiento.