Por los últimos 48 años en Chile se ha celebrado el Día del Campesino tras ser promulgada el 28 de julio de 1967 la Reforma Agraria, una fecha que año a año no pasa en vano y que hoy, ante las graves dificultades generadas a raíz de la sequía y el avance de la desertificación, más que nunca toma fuerza el trabajo desarrollado en el mundo rural.
Pequeños agricultores que forman parte del sector rural trabajan y viven de su tierra y las bondades producidas siendo también ganaderos, crianceros, apicultores o agricultores. La agricultura familiar campesina desarrolla diversas actividades con el sector: agrícola, forestal, pesquero, pastoril y acuícola, donde vemos el trabajo en conjunto desarrollado por una familia, siendo la mano de obra el pilar fundamental en la ejecución y el sustento.
Al respecto, Andrés Chiang, seremi de Agricultura destacó que “hemos dado un especial énfasis en el desarrollo de la agricultura familiar campesina, en crear un sector inclusivo con nuevas y más oportunidades para los campesinos y campesinas, quienes forman parte de nuestro país y nuestra identidad. Por lo cual cada uno de los servicios del agro hoy trabaja con el sector, como también hemos logrado continuar con mayor fuerza, renovada, el trabajo con el Consejo Regional Campesino”.
En relación a ello, la Comisión Nacional de Riego, ha dado un fuerte énfasis en mejorar el acceso de la pequeña agricultura a los beneficios de la Ley 18.450, para lo cual en la región el Indap y la CNR han trabajado en impulsar la recuperación de este sector duramente afectado por la sequía, labor realizado a través de la Unidad de la Pequeña Agricultura y Pueblos Originarios instancia constituida por la CNR, siendo un programa piloto realizado en tres regiones, siendo Coquimbo una.
Respecto a Indap, se ha desarrollado un fuerte trabajo para ir en ayuda del desarrollo del sector y mantener a los pequeños agricultores en el campo con líneas de apoyo que van desde rehabilitar a los deudores de la institución, incentivos de apoyo, hasta líneas de trabajo innovadoras que permiten potenciar al sector, en donde también se incluye la tradicional actividad de la veranada en la alta cordillera, también duramente afectada por la falta de pastos.
No obstante, la erosión, con la consiguiente pérdida de suelos fértiles, y la falta de mantención de la infraestructura agrícola han contribuido a un progresivo proceso de desertificación con graves consecuencias para la región.
En este caso, a través del Programa de Emergencia de Empleo de Conaf, más de 500 familias en promedio al mes, han estado desde 2014 realizando tareas como manejo de plantaciones forrajeras en comunidades agrícolas, limpieza de canales, construcción de obras de captación de aguas lluvias y conservación de suelo y mejoramiento de condiciones ambientales de villorrios rurales a través de la limpieza de quebradas y plantaciones de especies ornamentales.
Respecto a estas tareas, el gobernador de Limarí, Cristian Herrera, destacó que en “la sequía tiene en vilo tanto la producción agrícola, como a crianceros, productores y campesinado en general. Pero esta actividad productiva es un icono en nuestra provincia, el campesinado es la esencia de la Provincia de Limarí y como gobierno estamos haciendo los mayores esfuerzos que esta actividad productiva siga perdurando en el tiempo, de manera más eficiente, pero que perdure".
Los objetivos pendientes en este aspecto son apoyar en el futuro inmediato, a los pequeños agricultores para integrarse al circuito agroexportador, a la vez que se transfiere conocimiento que busquen ante todo, el uso eficiente del recurso hídrico “ajustando volúmenes de riego y capacitando al sector caprino en manejo ganadero, elaboración de dietas con residuos de industria olivícola o alternativas de alimentación con forraje verde hidropónico” explicó el seremi de Agricultura.