Este 1 de marzo se terminaron las vacaciones para cientos de estudiantes de nuestra comuna. Uno de los recintos que dio la bienvenida a sus alumnos, fue la Escuela Arturo Alessandri Palma, sitio en donde poco antes de la 8 de la mañana ya comenzaba el arribo con puntualidad. Pese a ese drástico retorno a la rutina, los testimonios recogidos evidenciaban un entusiasmo tanto de padres como de los niños por volver al colegio.
Precisamente en la entrada del colegio estaba Claudia Abarca y su hija, la estudiante de cuarto básico Yanelle Barrios. “Estaba ansiosa por venir, anoche le costó mucho quedarse dormida y ella decía ‘mamá quiero ir, quiero ir’. Es lo normal, yo creo que todos hemos vivido ese primer proceso de la entrada a clases…. las vacaciones y después las ganas de reencontrarse con los compañeros”.
Para ella lo fundamental es que los padres apoyen a sus hijos en estas etapas, “hay que estar ahí con ellos”. Al mismo tiempo indica que ojalá su hija pudiera levantarse todos los días con el mismo entusiasmo que que tuvo la mañana de este primer día.
Mónica Rojas también acompañó a su hija, la estudiante de quinto básico, Catalina Anabalón. Comentó que la estudiante tenía un entusiasmo regular por el hecho de tener que empezar a levantarse temprano, pero “igual me decía que tenía ganas y no tenía ganas de volver a la rutina”.
Además considera que fue ideal que Catalina hubiera podido entrar a clases el 1 de marzo y no después, “por mi trabajo a mí me sirve que entren antes”.
Elena Castillo es madre de Tiare, alumna de quinto básico. Cuenta que su hija no ocultaba su ansiedad, más aún porque es un recinto nuevo para ella, “estaba nerviosa, quería entrar al colegio”. Al mismo tiempo añade, que si bien Tiare había postulado al Colegio Santa María Eufrasia a través del Sistema de Admisión Escolar, esta nueva opción no le complica, “igual esta es una muy buena escuela, me han dado buenas recomendaciones”.
Erica Díaz llegó desde el sector La Placa a dejar a Natalia Cortés, su nieta quien cursará primero básico en ese establecimiento. “Ella estaba muy contenta, muy ansiosa por venir a su primer día, le fascina venir al colegio. No fue difícil levantarla, la llamé y ella dijo ‘qué rico tengo que venir al colegio’”.
La orgullosa abuela concluye diciendo que su nieta es usuaria del transporte subvencionado de la municipalidad, “el bus todos los días nos va a buscar en la mañana y a las 7.10 nos venimos de allá”.