El especial homenaje urbano a querido ovallino

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    El conocido ciudadano ovallino José Gastón Cisternas Cortés (83) falleció el pasado 26 de junio.

    Esta semana quienes transitan por el paseo peatonal han podido ser testigos de un significativo homenaje urbano a un conocido y querido ovallino que  dejó de existir el pasado 26 de junio. Se trata de José Gastón Cisternas Cortés (83) recordado por su simpatía, su cercanía y por haberse convertido en todo un ícono local (Ver recuadro). La pintura fue realizada por el pintor Koki Kuriche, el mismo autor de la obra que meses atrás también retrató a otro ovallino insigne; Nanito.

    “Mi idea fue visibilizar a los personajes ovallinos que rondan la ciudad, que están ahí en el día a día pero que pasan súper desapercibidos en el ajetreo común de los ciudadanos y habitantes del espacio”, menciona sobre la motivación para realizar este tipo de intervenciones en torno a figuras conocidas a nivel local.

    “Para mí ellos son parte de la ciudad, incluso más que uno o nosotros porque somos ‘pasajeros’, si queremos nos podemos ir a otro lado o salir. Ellos no, viven acá y están siempre, son parte de la ciudad, pero aún así es súper ignorada su historia y se generan mitos en torno a ellos”, añade.

    De hecho recuerda que tras haber pintado a Nanito, su intención era precisamente continuar con don Gastón, pero lamentablemente no pudo concretar su idea antes del reciente fallecimiento.

    Para llevar a cabo este tributo urbano, hace algunas semanas Koki Kuriche habló personalmente con la familia de Cisternas. “Antes de pintar fui a pedir la autorización, hablé con la sobrina (…) Se alegraron, aceptaron de una. Conversamos un rato sobre él”.

    La elaboración del retrato consideró también poder conseguir el permiso para pintar sobre el muro. Finalmente el proceso de pintado se llevó a cabo este jueves y fue terminado en pocas horas.

    En cuanto a la reacción de los transeúntes, menciona, “hasta ahora han sido sólo comentarios positivos. Cuando estaba pintando el rostro la gente lo reconocía, otros no y me preguntaban quién era, otros me decían ‘era el caballero que se enojaba cuando uno lo molestaba’ y yo les contaba la razón de por qué era así”.

    Otro de sus propósitos es permitir preservar la memoria hacia esos emblemáticos ciudadanos de la ciudad, “tiene la finalidad de recordarlos, de que estuvieron ahí, que eran personajes”.

    De hecho mientras el pintor elaboraba el retrato de Nanito los propios transeúntes le proponían otros nombres para plasmar. “Había gente que me pedía que pintara personajes de su época y que los marcaba (….) Creo que esto genera recuerdos y romanticismo en torno a la ciudad y la infancia de ciertas personas”.

    El muralista aclara que este proyecto no está asociado a un fondo público, sino que obedece plenamente a su inquietud e iniciativa como pintor, el cual se enfoca en temas como identidad indígena, fauna local (aves) y patrimonio humano de la ciudad.

    El muralista publicó en la cuenta Instagram “kuriche_pintor” una imagen de la obra terminada, con un mensaje para sus seguidores. “Gastón, personaje ovallino que recorría las calles de la ciudad. Sufrió una meningitis a los 10 años que lo dejó siendo un niño hasta hace un par de semanas atrás. Éste es mi homenaje a otro de los ovallinos iconos, esos que son parte de la ciudad más que nosotros los materiales pasajeros. Ojalá siga coleccionando autitos de juguete en donde quiera que esté”, escribió.

    Un querido ovallino con alma de niño

    José Gastón Cisternas fue hijo de José Santos Cisternas, antiguo miembro de la Maestranza de Ovalle, y de Raquel Cortés, quien fue costurera y una conocida participante de un centro de madres que se ubicaba en el Mercado Municipal.

    Sus estudios básicos los cursó en el Colegio Amalia Errázuriz. Mientras estaba en sexto año sufrió una grave meningitis, lo que le provocó algunas secuelas que lo acompañaron hasta su fallecimiento. En conversación con diario El Ovallino, su sobrino Pedro Muñoz Cisternas, había recordado que en esa esos primeros años como escolar los profesores se dieron cuenta que él, “se iba quedando un poco atrás con los aprendizajes”, pero pese a esa dificultad, siguió desenvolviéndose con naturalidad ante quienes lo rodearon y conocieron.

    Fueron varias las generaciones de ovallinos que crecieron junto a él y quienes conocieron su espíritu ingenuo e inocente. “Lo tildaban de ‘loco’ o ‘enfermo’ y él lo que tenía era la mentalidad de un niño de 10 años en un cuerpo que después fue deteriorándose. Gastón conocía a mucha gente, muchos ovallinos crecimos con él, a veces de niños lo molestábamos porque habían cosas que a él le molestaban y uno a veces de inmaduro encontraba cómica alguna palabra que decía”, había expresado Muñoz.

    El deceso del conocido ovallino se produjo el pasado mes de junio debido a complicaciones renales y asociadas a un cáncer que se le había diagnosticado tiempo atrás.